jueves, 31 de marzo de 2022

YO CON GONZALEZ
MARIN 

 

 

¡¡¡A    TE HAN DADO…!!!

Un pretérito amigo mío, por más señas de la Estación de Cártama, días pasados me endiñó la más grata,  exacta y  coherente metáfora que jamás oí.

Me dijo, insisto, con toda  verdad y adecuación al suceso,  refiriéndose  al recitador español, José González Marín: “Indudablemente ---(porque  lo saben hasta los chinos) tú has recuperado del olvido programado por envidia y  odio que en los pueblos se suele tener a las personas que más valen---,  la imagen y memoria del rapsoda hispano, González Marín.

Y, he aquí la metáfora a que me he referido antes: “Tú, Paco,  dicho sea  de manera adecuada al caso, has vareado la encina; ahora estate quieto, y  déjanos  (a la Asociación llamada “cultural” ABINDARRAE-PSOE)  que nosotros aprovechemos las “bellotas”.

También me citó  un antiguo adagio popular “carthamitano”, que dice que  aquí se le da una patada a un terrón y, debajo, aparece  un “filósofo” que, en algún caso no sabe  ni lo que es un silogismo; para recordar que es, valga este ejemplo, burdo enunciado de uno que otrora era corriente  entre las gentes del pueblo:

 “Todos los cojos están  cojos  porque lo han jodido/; a ti, fulano, te vi ayer con un  chulo y hoy te veo cojear/,  luego a ti te han dado por detrás…”     

Los libros de texto en que estudié Lógica en quinto de Bachiller  explican  así que es un silogismo: Argumento que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos, como el ejemplo salido del magín popular que antecede.

 

miércoles, 30 de marzo de 2022

De novios paseando
Monjitas mercedarias que cuidaban del culto de la Virgen de los Remedios depositada a la devoción  pública en un Convento de Buenos Aires


 
Para seguridad de mi familia y amigos tuve que "torear" una cabra montés  parida que nos atacó creyendo que le íbamos a quitar la cría.


Cacería de tres día en la Finca El Pino de Cazarabonela: De izquierda a derecha: Rafael M arín Rojas , Vicente Castro García, Paco Marín Morales, Diego Marín, Francisco Baquero Luque, un muchacho del terreno, y, agachado con perrillo, Pepe Casquete.

martes, 29 de marzo de 2022

 

DE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS POR AMÉRICA

Contestando a la pregunta de un amigo informático de San José de Costa Rica, no fue en este mes de marzo de de 1.937, cuando en la capital costarricense, mientras recitaba en el escenario del Teatro a Lorca y Alberti, desde el patio de butacas, hicieron socialistas y comunistas de aquel país inducidos desde España, uno de las cuatro atentados que a José González Marín le hicieron por aquellas repúblicas por el delito de haberse llevado para salvarla de la quema, la imagen de la Patrona  de Cártama, La Santísima Virgen de los Remedios, que como siempre protegió a su juglar salvador. Le tiraron, cuando recitaba tres tiros de arma corta desde el patio de butacas y después salieron corriendo perseguidos, caso inusitado, por las mujeres y señores  que presenciaban el recital. Fallaron los disparos y, González Marín, hierático, siguió recitando a Alberti y Lorca.

Aquello motivó que el Nuncio en una emotiva ceremonia religiosa CANONIZARA a la Virgen peregrina  antes de retornar a Caracas, en Venezuela y después a Cuba.

 


 

                   OTRO AÑO SIN SEMANA SANTA EN CÁRTAMA

 

            Está  al llegar la Semana que recuerda la Pasión y Muerte de Cristo.

 

Si no todos, sí casi todos los  pueblos de España, de hasta 200 habitantes (podía citar algunos de éstos) celebran esta fiesta cristiana con Procesiones y actos litúrgicos. Todas, excepto Cártama con 27.000 habitantes.

 

            Jóvenes de Cártama y Estación, me instan a que como periodista y cronista libre de nuestro pueblo desde  el año 1.968, escriba algo sobre las causas reales de este fenómeno socio-cultural-cristiano localmente. No tengo recuerdos muy  halagüeños de otras veces que lo he hecho, pero me es imposible emocionalmente  negarme si me lo piden jóvenes de mi pueblo. He aceptado, pues, y  con todo gusto.

 

Empecemos con  un sucinto recorrido por el contexto histórico que dio lugar,  en su día en  el año 1.929, que creo se celebraron las últimas, si bien en la década de los 60 del pasado siglo se recuperaron esplendorosamente pero,  por diferencias de los “verdes” (con el silencio de “morados”) el empeño terminó   ---las cosas de nuestro pueblo (ahí tenemos en otro orden, los   obscenos e irresponsables  “affaire” del  nombre del Teatro, José González Marín, del campo de futbol y el final del maravilloso “Certamen de rapsodas”, el discurso oficial con  suma injusticia en su oración municipal y, por omisión clerical (“Sancho con la Iglesia hemos topado”) de la inauguración del Museo de la Virgen de los Remedios)---, pero no sigamos moviendo más  las ricias por carretadas  del municipal-clerical  “cacicato de mierdilandia”. Pero, vamos a lo que vamos

 

 

2ª PARTE

 

Una de las primeras acciones habidas…fue, además de varias detenciones arbitrarias, el ataque que se llevó a cabo contra la iglesia parroquial y contra la ermita del pueblo. Ocurrió en la tarde del lunes 20 de julio de 1.936.

 

…La  iglesia parroquial fue destinada a ser sede de los centros políticos. De hecho cada uno de ellos ocupó una zona específica del edificio eclesial: los socialistas, el altar mayor, los comunistas, el coro bajo, la Juventud socialista Unificada, el sagrario, y los “pioneros”, la entrada del campanario.

 

            En la ermita de la patrona, Nuestra Sra. De los Remedios, las pérdidas  por el saqueo y daños alcanzaron una tasa importante…

 

Quemaron o requisaron el armonio, cuatro cálices, dos custodias de plata, un copón de oro, una cruz parroquial de los Reyes Católicos de gran mérito y valor artístico e histórico, dos ciriales, una campana, un púlpito de piedra donado por el ministro Carvajal, de gran valor, una pila bautismal, cuatro confesionarios…

 

Inventariando  por encima, y siguiendo el relato del buen cura don Antonio  Palomo  al que conocí, fue el que  a mi hermana menor y a mí nos dio la primera comunión. Sigue el sacerdote:  “…las pérdidas de la imágenes  fueron muy importantes: Un San Pedro (el titular); Santa Ana (¡Santa Ana!), siglo XVIII, de talla, gran valor artístico, regalada por los viñeros, esquilmeros y pegujaleros; Crucidicado tallado, siglo XVIII gran valor y mérito; un Señor de la Humildad (Patrón de los verdes, o cofradía de los jornaleros), talla antiquísima; una Purísima muy antigua;  San Rafael, de talla, magnífico; Dolorosa tallada (moraos); San Miguel;  Virgen de Belén (para el pueblo la  Candelaria); San José, siglo XVIII, de grandes dimensiones y de enorme valor;, Virgen del Carmén, sin gran mérito; San Joaquín, auténtica obra de arte; Virgen del Rosario, de mérito; San Juan Baustista, tallado; San Antonio de Pádua, tallado; San Francisco Javier; San Sebastíán; San Roque y San Francisco de Asis, tallados;  Sagrado Corazón sin gran valor artístico.

 

 

“Cuatro fueron los retablos destruidos: El del Altar mayor, el del altar del Sagrario, el de la Virgen del Rosario y el del Cristo de la Buena Muerte; también se destacaba la pérdida de un terno encarnado, bordado en oro, fechado en la época de los Reyes Católicos. Se decía, ignoro con que fundamentos, que fue bordado por la propia Reina Isabel.y sus damas de honor, cosa no inverosímil, dado que al regalar a Cártama como icono patronal  la imagen que los propios  Reyes llevaban en su tienda de campaña, nada tiene de extraño que lo hicieran  dotada de sus ornamentales  pertenencias habituales.

 

¡Dios que historia más sobrecogedora la de Cártama, y, en especial, la de su Patrona…! El periodista  de radio  Alhaurín el Grande, Alejo García García, al explicarle yo en reciente entrevista que me hizo, estas miríficas circunstancias de nuestra tradición mariana, incluido su odisea por tierra americanas, dijo: si los americanos contaran con n esta historia,  habrían hecho varias películas sobre ella, sic. 

 

El informante explicó en su escrito sobre como se desarrollaron algunas de las profanaciones de las imágenes. En este   sentido reseñó   que “al Cirineo le colgaron una escopeta, le pusieron un sombrero miliciano y cartucheras y, de esta suerte, le pasearon por las calles del pueblo en medio de los gritos de la chusma encanallada que le abofeteaba cuando se le caía alguna prenda de la indumentaria que,  para escarnio,   le pusieron”. También, “algunos milicianos  revestidos con los ornamentos sagrados, casulla y capa, se pasearon por la plaza del pueblo simulando con sus gestos y voces funciones religiosas…”

 

Como he dicho antes,  todo lo sucedido hace ya  muchas décadas,  en un pueblo normal habría sido ya totalmente restaurado, de tal manera que cabe pensar que   Cártama, nunca tendrá manifestaciones populares de  Semana Santa. Ojalá nos equivoquemos en esta apreciación.

 

No ha nacido un nuevo Exmo, señor José González Marín, que cargue con la tarea y los gastos, a base de dar recitales dejándose el alma y los pulmones (entonces no había micrófonos), por esos escenarios de Dios recabando fondos para  hacer, el sólo en un año, para  la Virgen de Los Remedios, nuestra Patrona, lo que un pueblo con 6.000 habitantes (hoy 27.000) no ha sido capaz de restañar en casi un siglo. ¡¡¡Qué buen señor…!!!  Y, Cártama, que me perdonen el decirlo, también ha consentido que unos mequetrefes de alcaldes por envidia babeante en su carguillo,    decidan quitarle el nombre al Teatro,  JOSÉ GONZÁLEZ MARÍN,  conculcando toda decencia político-social, toda la lógica y el sentido común que debiera acompañar a un cargo público.

 

Es mi deber defender con uñas y dientes la memoria difamada del hombre más bueno, y mejor amigo que he conocido y, he aquí la sangrante paradoja el personaje de España que más ha hecho por los socialistas de su pueblo y de España. O es que Alberti,  eran de extrema derecha, y fueron entre otros muchos  grandes amigos suyos. Pero estos macanditos del Ayuntamiento local  del que han hecho el “cacicato de mierdilandia” no tienen fibra sensible  como políticos en sus corazones; lo vienen demostrando.

 

Y por último, queridos jóvenes paisanos, UN  CONSEJO DE VIEJO CON 91 AÑOS: No clamar jamás para que otros os hagan  la labor que os corresponde HACER  a vosotros. Con la verdad por bandera dadles  siempre el pecho a la vida. Moriréis, el día que os toque, en paz con vosotros mismos, con la gente buena y con Dios. Poneos la meta de tener  el Año que viene las mejores y más bellas manifestaciones externas de Semana Santa en Cártama, este pueblo cargado de potencialidades en todos los órdenes, DE CULTURA SEDENTE  y de HISTORIA.- Os quiero.

domingo, 27 de marzo de 2022

 

    AMÉRICA                    

 

            (CONTEXTO DE  ARTE Y DE UNA BELLA  CANTIGA MARIANA

Con el título de  Presentación del recitador Pepe González Marín ante los pueblos  de América”, José María Pemán  construyó un largo poema del que hemos creído oportuno incluir aquí algunas de sus estrofas más significativas, ya que hacerlo con toda la pieza literaria resultaría excesivamente largo 

“Público: éste que ves

un tanto cantaor y un tanto

poeta, que va uniendo su verso con su canto

como dos rosas a la vez,

¿tú no sabes quien es?.

¡Pues es

un  andaluz que lleva, como un santo,

por nimbo su sombrero cordobés!

 

Un andaluz de CÁRTAMA y de MÁLAGA:

nombres dulces y esdrújulos con aires de canciones,

que llevan, resumiendo las frescas emociones

de la Bética costera,

tres as colgantes como tres limones

verdes de juventud y primavera.

 

(¡CÁRTAMA!...MÁLAGA!

¡Palabras de alegría

al ritmo de su esdrújulo bonito!

Colegialas que van a pie cojito

por los renglones de la geografía…)

 

Y un andaluz que ha nacido

en ese rincón florido

---ya comprenderán ustedes---

con el cielo azul  por techo

y la espuma del Estrecho

por alfombra, y por paredes

las cuatro rosas del aire,

ya comprenderán ustedes

que un tal andaluz  es hombre

que no hay cosa que le asombre

ni asombro que no desaire,

ni luz de ilusiones rosas

que no ruede en las tranquilas

negruras de sus pupilas

hartas ver tantas cosas.

 

(¿Qué cosa va a encontrar nueva

un malagueño que lleva,

por su costa de esmeralda,

bordada de tiempo y gloria,

cuarenta siglos de Historia,

como una alfombra, a la espalda?)

 

Por eso no busquen ustedes en mí

la canción extraña

que embruja y engaña

tanto nuevo rico  como hay por ahí…

 

¿Si cuando la nueva canción que se empeña

en decir los mismo, de distinto modo,

iba, cuesta arriba, subiendo a la peña

del nuevo Parnaso, cruzó en un recodo

con la malagueña

que ya iba de vuelta, sabiéndolo todo!

 

Si cuando empezaba aquél

a  buscar un nuevo traje

que verdeciera el lenguaje

como verdece el laurel:

mi dulce MÁLAGA fiel,

ya tu cantabas en él

aquello que tu cantabas:

¡Rayito de sol  miel,

que  das donde ayer no dabas…!

 

¿Quién va a enseñarme a cantar

y hacerme ver más que veo?

¡Si soy de una tierra que es toda Ateneo:

fábrica, cortijo, cielo, tierra y mar!

 

Que me escuche el que quiera escuchar.

Aquí no hay engaño:

este es el que canta y éste su cantar.

Bueno o regular,

sabido o extraño,

extraño o sabido,

yo soy yo, nada más ---¿entendido?

Yo soy yo, del principio hasta el fin…

¡Yo no estoy traducido!

¡Yo soy Pepe González Marín!

       

--- “Cómo no: el Santuario de la Virgen también ha sido quemado y expoliado… “

--- “¡Y también la Virgen de Los Remedios!—clamó Cártama y Málaga.

 

---“¡¡¡  La Virgen de Los Remedios, no!!!--- decía un cable enviado desde América por el  rapsoda José González Marín, y añadía:

 

---“... Yo me la traje sobre las olas para salvarla, y aquí la tengo para que “remedie” a  mi pueblo de Cártama sus heridas y continúe su tradición de amor a Ella”

 

                         (Juan Hernández Petit)

                                                                                                                                                                                                                                                        ---  1.937---

sábado, 26 de marzo de 2022

 


 

                               BENDITA Y DURA  VIDA LA  DEL LABRIEGO

Dedico este humilde canto al labriego ---que  se ha manifestado, por fin una vez,  ante los poderes públicos clamando justicia---  a mis amigos de “Mesa Guadalhorce”, en el que incluyo  al no menos amigo, Manolo Reina Olmedo, y, cómo no, a Celeste, “mi novia lírica”. Y, con el corazón en ristre en la memoria,  a mi padre y a mi hermano Juan José (ambos ya en el cielo)  con los que tanto bregué  al alimón en  las hazas de la  amada ribera Guadalhorzana.

***

Sufrido, empobrecido y olvidado el pequeño y mediano labriego; paria  de los sistemas; siempre,  en desigual lucha con la brava tierra para sacarle la bendición social y solidaria de los frutos que alimentan  a sus congéneres.

            Seguimos  ignorando la bendita misión del campesino y lo enjuiciamos con irresponsable e insolidaria displicencia: Él es el  que  en su solidario designio del cielo, brega con la tierra y nos hace asequibles sus frutos obtenidos con continuados esfuerzos a la  intemperie, soportando, además del duro esfuerzo labrantío,  los imponderable adversos contrarios y diversos: meteorológicos, sequías, riadas, plagas, usura, avaricia impositiva de los Gobiernos, etc. Y ello, en total entrega física, mental, emocional y con  riesgo económico  porque, invertir en la agricultura conlleva un alto riesgo del capital invertido,  siempre de parco  valor añadido.

Pero, en realidad de verdad, los auténticos beneficiarios del valor comercial de las cosechas que obtiene el campesino,  han sido siempre los intermediario; para, como los pulgones  emplear métodos de succión que rozan la usura descarada contra los beneficios de los pqueños y medianos empresarios agrarios.

 Saben los intermediarios   que el campesino suele estar  descapitalizado  y,   les adelantan dineros  bajo el compromiso de  llevar a sus cuartelada de mayorista, a  comisión, los  productos para su venta a minoristas, a los que venden caro, para pagar barato al agricultor mediante  unilaterales e   indiscutibles  albaranes que constituyen la  trampa cruel. En ese albarán consigna el precio que él al intermediario le parece bien con ratios casi  usureros.

Recuerdo que uno de los sábados que vacaba cuando estudiaba en los Maristas de Málaga  que, la patrona de la pensión despotricaba  contra el pobre labrador  de esta guisa: “Así se han puesto ricos los catetos del campo…¿hay derecho a que un kilo de tomates me cueste cuatro pesetas?…¡Ladrones!”

Aquella tarde, ya en casa, fui al sombrajo-labor de mi padre.  Me lo encontré rociándoles  un pañil de tomates  a los cerdos, que los devoraban. “Hola, hijo, venga ayúdame,  coge otro pañil de esa pila y rocíaselos  tú también a los cochinos a ver si a través de ellos convertimos los tomates en carnes y obtenemos algún beneficio”. Ante mi extrañeza, mi padre me explicó: “Es que en la liquidación que me ha hecho el mayorista de las tres últimas  cargas que le envié, no ha salido el kilo ni a dos reales (0.50 pts)…Todo el año tras el pujal de tomates para esto, ¡Dios Santo…

Los gorrinos en efecto, engordaron, pero al mes y medio de lo que cuento, una epidemia de peste porcina, tan frecuentes entonces, acabó hasta con las cerdas  de cría y las camadas de lechones que amamantaban. Yo quise meterme a torero---como lo digo--- para ganar dinero y ayudarle a mi padre que ya tenía cinco hijos más. Pero fue él quien me dijo “No me des más quebrantos de corazón, si te tiras a una plaza, no vuelvas más por casa…” Mi padre era un mediano labrador, luchador cien por cien como en general  toda la gente del agro.

Hasta existía un adagio infeliz  del refranero campesino que rezaba: “El campo  envejece, empobrece y envilece” En extremo hiriente e injusto el último palabro  de tal propuesta (“envilece”), tan en boga en  un tiempo. He dejado antes explicado en alguna medida la razón que quizás contenga lo de  envejece” y “empobrece”, pero siempre de forma altamente digna en  estos hombres hermanos de la tierra,y jamás  envilecida. La madre tierra  no envilece nada, sino que  ennoblece y mucho. Nací en un cortijo y tuve niñez fe oro en dicho  cortijo de 200 fanegas de tierras  entre regadíos, tierra calma, olivares y sotos nemorosos cabe el río que me dieron circunspección y pátina de persona de bien que de  boyeros, gañanes, porqueros, aguadores, braceros, pastores, etc. aprendí para siempre desde mi nacencia.

  

Porque una  simple y pizpireta  lechuga  que despectivamente minimizan muchos  alegando,  eso nace sola  de la tierra”,  requiere durante su ciclo vegetativo (como toda planta cultivada),  un largo y duro trabajo, siempre a la intemperie, y haga frio, calor o diluvie,  no olvidemos esto.  

Entre la siembra y el fruto hay un gran trecho de tiempo  que exige en dicho tiempo  duros trabajos y afanes  constantes susceptibles,  no del nadeamiento habitual  que por desconocimiento se le aplica al hombre del campo, sino admiración,  gratitud y ayudas estatales. Valga como ejemplo, uno por cientos,  el  que   con propósito didáctico, me permito describir pormenorizadamente: las faenas que requiere desde su laboriosa y complicada  siembra hasta que el molino lo muele y obtiene la candeal  harina  con que se hace en las tahonas el  pan que nutre a  la humanidad: EL TRIGO:

            Ya, el  cacho de pan  que con el que desayunamos   cada mañana, guarnecido casi siempre con un lamparón de aceite, nos recuerda al campesino,  su entrega total   y  ciencia empírica.

Su semilla germinal es otro grano de trigo. tras el  abonado del terreno, ya en tempero,  el labriego ase  la mancera del arado y levanta  el barbecho; al mismo tiempo,  otro siembra: rítmicamente, va sacando de un saco fino convertido en  talegón que cuelga al hombro, puñados de granos que, con empaque de solvente eficiencia práctica, va voleando a largos pasos por la amelga sin que un solo grano sobrepase el surco que señala la  amelga contigua en la que hará lo propio.

Otras veces, “pinta” (echa) tras la yunta a cada paso   en el surco que el arado tirado por ésta va abriendo, pequeños pellizcos de grano que luego, a la vuelta de la yunta  abriendo  yunto el arado va enterrando la semilla depositada  (pintada) en surco anterior dejando  la siembra hecha.

A los cuatro meses  será ya caña con espiga empanzada y reventona de prietos granos,  promesas  de cochuras  en las tahonas que alimentan el fuego de los hornos  con leña que suelen ser ramón de olivos, tomillos, jaras y romeros, cuyos vahos, son inciensan el  pueblo cada alborada tras dejar en los grandes cestos las teleras de pan que alimentan a la humanidad.  

Llega el momento de la siega realizada por segadores, y  a veces segadoras,  con hoces y dediles normalmente bajo un sol de justicia del inicio estival; tras ellos va quedando sobre los rastrojos un tendal de gavillas que la carreta o bestias con angarillas,  barcinan a la era para su  trilla una vez la mies emparvada.

El rulo sobre la  mies y el morero subido en el,   arrastrado por  colleras de mulas  convierten los pajotes  en fina paja ---con la que luego desde los pajares, los boyeros irán pasturando en los pesebres del tinado al ganado acornilados a ellos  en horarios madrugueros que le marca  por su situación en el cielo el lucero miguero--- se produce por los moreros el aventado  en incansables movimientos rítmicos   de brazos  de abajo a arriba  en trayectos de ida y vuelta sobre la  parva empuñando el bieldo con el que lanza   paletadas de mies trillada al aire, para que las ráfagas de aire separen al trigo que, por su mayor peso, cae al empiedro de la  era  mientras  a la paja la arrastra el pausado viento casi diez metros en el sentido que éste corre ue a base de una y otra parva acumula una montaña de paja.

Después, el apaleo del trigo, como la paja pero sólo grano ya, con palas ad hoc de madera y, finalmente, el cribado hasta dejar el grano  “limpio de polvo y paja”  amontonado en forma de pirámide con el astil de la pala clavado en su vértice símbolo  de que la dura tarea con esa parva ha terminado. .

Este duro faenar conformaba un ambiente humano  dinámico bajo un sol abrasador cuyos efectos sólo se paliaban a la hora del  rengue a la tupida sombra del sombrajo  de la  pesebrera-gañanía que siempre existía necesariamente cabe la era en el que a la hora del almuerzo y merienda comían  hombres y  animales de brega y engorde. La hora de la merienda era celebrada desde  el rulo por el morero cantando una temporera de  trilla al son amodorrado del sonar de la esquilas de las mulas:

Ya está jecho  el gazpacho

Y en los dornillos,

Señor morero mayor

 Espante usted a las moscas

Y a los chiquiiiiillos

            Aludíamos a la innegable cultura empírica del hombre del campo de sofisticada técnica agraria. Conocía el significado de  accidentes meteóricos  cual que si la luna llevaba cerco que, de ser positivo, o no, era señal de lluvia o sequía y, por ende, imprimían esperanza o inquietud de que ese año “se pusiera era o no” con lo que ello era de importancia  transcendente te para el   devenir  del año agrícola; otro ejemplo: el riesgo cierto de hacer las siembras  de alfalfa forrajera con la luna llena o en cuarto creciente, porque seguro que el ganado vacuno podía  “coger aire en el vientre (se meteorizaría)  y reventaría la res en tal caso; las “cabañuelas (este proceso se hacía en el mes de agosto y requiere capítulo aparte; y con la siembra de las judías pasaba igual, o sea, que si sembraban en luna llena o cuarto creciente, las vainas no tenían semillas y, por ello, sólo era apta para ensaladas, y cocidos pero nunca para obtener habichuelas en grano, etc.etc. Una auténtica sabiduría y cultura plural del labriego.

                          Estas y otras tareas  camperas  han aportado desde la noche de los tiempos temas literarios (cultura humanista en uno de sus aspectos más entrañables) de la inspiración de los poetas, novelistas, místicos, etc, desde los griegos con un Virgilio, un Horacio, a un Cervantes con su inigualable y rural  Quijote, su jamelgo Rocinante, y un esmirriado borriquillo; venteros, las mujeres de la obra del “manco de Lepanto”: Aldonza Lorenzo (la idealizada dama de los altos pensamientos  y amor de Alonso Quijano,Fémina inquieta y andariega, La enamorada ideal, Rosa de pasión, Clara niña, Contigo pan y laureles, Diana cazadora, la doncella capitana, Maritornes, yVioletas de paz y dela muerte.

¿Quien dijo que el labriego es un patán sin ciencia ni poesía………… ?

 

HE TENIDO UN SUEÑO DE PAZ FRATERNA

               A mi amiga,  Reme Miguel, que me comprende

***

Todos los hombres somos hermanos

Y todos cruzamos  el mar de la historia

En el mismo barco;

Todos tenemos el mismo ancestral  currículo:

Nacemos  de un misterio, y juntos  crecemos

Mientras por desgracia a veces nos odiamos

Y, fenecemos hundidos en el misterio

De un Dios al que no queremos verlo

Porque El es la Verdad, el Camino y la Vida,

Y eso a muchos no nos conviene porque robamos

Y, de ello, hacemos (¡oh hermanos políticos!)

Nuestra vida, y nuestras mentiras  como camino;

 Sin por qué, hacemos nuestra historia insolidaria;

Todos (blancos, grandes, pequeños, negros…)

Tenemos el mismo  sol alumbrándonos

Y las mismas noches con estrellas

A las que pastorea por las praderas del cielo

La misma luna, luminosa, bella, y eterna de nácar.

¿Por qué, pues,  hermanos no hacemos de  paz  la Tierra?

viernes, 25 de marzo de 2022

 

                                                      BENDITA Y DURA  VIDA LA  DEL LABRIEGO

Dedico este humilde canto al labriego ---que  se ha manifestado, por fin una vez,  ante los poderes públicos clamando justicia---  a mis amigos de “Mesa Guadalhorce”, en el que incluyo  al no menos amigo, Manolo Reina Olmedo, y, cómo no, a Celeste, “mi novia lírica”. Y, con el corazón en ristre en la memoria,  a mi padre y a mi hermano Juan José (ambos ya en el cielo)  con los que tanto bregué  al alimón en  las hazas de la  amada ribera Guadalhorzana.

***

Sufrido, empobrecido y olvidado el pequeño y mediano labriego; paria  de los sistemas; siempre,  en desigual lucha con la brava tierra para sacarle la bendición social y solidaria de los frutos que alimentan  a sus congéneres.

            Seguimos  ignorando la bendita misión del campesino y lo enjuiciamos con irresponsable e insolidaria displicencia: Él es el  que  en su solidario designio del cielo, brega con la tierra y nos hace asequibles sus frutos obtenidos con continuados esfuerzos a la  intemperie, soportando, además del duro esfuerzo labrantío,  los imponderable adversos contrarios y diversos: meteorológicos, sequías, riadas, plagas, usura, avaricia impositiva de los Gobiernos, etc. Y ello, en total entrega física, mental, emocional y con  riesgo económico  porque, invertir en la agricultura conlleva un alto riesgo del capital invertido,  siempre de parco  valor añadido.

Pero, en realidad de verdad, los auténticos beneficiarios del valor comercial de las cosechas que obtiene el campesino,  han sido siempre los intermediario;  como los pulgones  emplean métodos de succión que rozan la usura descarada contra los beneficios de pequeño y mediano empresarios agrario.

 Saben los intermediarios   que el campesino suele estar  descapitalizado  y,   les adelantan dineros  bajo el compromiso de  llevar a su cuartelada de mayorista a  comisión, los  productos para su venta a minoristas, a los que venden caro, para pagar barato al agricultor mediante unilaterales  y muy discutibles  albaranes que constituyen la  trampa cruel. En ese albarán consigna el precio que le  parece bien con ratio casi  usureros.

Recuerdo que uno de los sábados que vacaba cuando estudiaba en los Maristas de Málaga  que, la patrona de la pensión despotricaba  contra el pobre labrador  de esta guisa: “Así se han puesto ricos los catetos del campo…¿hay derecho a que un kilo de tomates me cueste cuatro pesetas?…¡Ladrones!”

Aquella tarde, ya en casa, fui al sombrajo-labor de mi padre.  Me lo encontré rociándoles  un pañil de tomates  a los cerdos, que los devoraban. “Hola, hijo, venga ayúdame,  coge otro pañil de esa pila y rocíaselos  tú también a los cochinos a ver si a través de ellos convertimos los tomates en carnes y obtenemos algún beneficio”. Ante mi extrañeza, mi padre me explicó: “Es que en la liquidación que me ha hecho el mayorista de las tres últimas  cargas que le envié, no ha salido el kilo ni a dos reales (0.50 pts)…Todo el año tras el pujal de tomates para esto, ¡Dios Santo…

Los gorrino en efecto, engordaron, pero al mes y medio de lo que cuento, una epidemia de peste porcina, tan frecuentes entonces, acabó hasta con las cerdas  de cría y las camadas de lechones que amamantaban. Yo quise meterme a torero---como lo digo--- para ganar dinero y ayudarle a mi padre que ya tenía cinco hijos más. Pero fue él quien me dijo “No me des más quebrantos de corazón, si te tiras a una plaza, no vuelvas más por casa…” Mi padre era un mediano labrador, luchador cien por cien como en general  toda la gente del agro.

Hasta existía un adagio infeliz  del refranero campesino que rezaba: “El campo  envejece, empobrece y envilece” En extremo hiriente e injusto el último palabro  de tal propuesta (“envilece”), tan en boga en  un tiempo. He dejado antes explicado en alguna medida la razón que quizás contenga lo de  envejece” y “empobrece”, pero siempre de forma altamente digna en  estos hombres hermanos de la tierra,y jamás  envilecida. La madre tierra  no envilece nada, sino que  ennoblece y mucho. Nací en un cortijo y tuve niñez fe oro en dicho  cortijo de 200 fanegas de tierras  entre regadíos, tierra calma, olivares y sotos nemorosos cabe el río que me dieron circunspección y pátina de persona de bien que de  boyeros, gañanes, porqueros, aguadores, braceros, pastores, etc. aprendí para siempre desde mi nacencia.

  

Porque una  simple y pizpireta  lechuga  que despectivamente minimizan muchos  alegando,  eso nace sola  de la tierra”,  requiere durante su ciclo vegetativo (como toda planta cultivada),  un largo y duro trabajo, siempre a la intemperie, y haga frio, calor o diluvie,  no olvidemos esto.  

Entre la siembra y el fruto hay un gran trecho de tiempo  que exige en dicho tiempo  duros trabajos y afanes  constantes susceptibles,  no del nadeamiento habitual  que por desconocimiento se le aplica al hombre del campo, sino admiración,  gratitud y ayudas estatales. Valga como ejemplo, uno por cientos,  el  que   con propósito didáctico, me permito describir pormenorizadamente: las faenas que requiere desde su laboriosa y complicada  siembra hasta que el molino lo muele y obtiene la candeal  harina  con que se hace en las tahonas el  pan que nutre a  la humanidad: EL TRIGO:

            Ya, el  cacho de pan  que con el que desayunamos   cada mañana, guarnecido casi siempre con un lamparón de aceite, nos recuerda al campesino,  su entrega total   y  ciencia empírica.

Su semilla germinal es otro grano de trigo. tras el  abonado del terreno, ya en tempero,  el labriego ase  la mancera del arado y levanta  el barbecho; al mismo tiempo,  otro siembra: rítmicamente, va sacando de un saco fino convertido en  talegón que cuelga al hombro, puñados de granos que, con empaque de solvente eficiencia práctica, va voleando a largos pasos por la amelga sin que un solo grano sobrepase el surco que señala la  amelga contigua en la que hará lo propio.

Otras veces, “pinta” (echa) tras la yunta a cada paso   en el surco que el arado tirado por ésta va abriendo, pequeños pellizcos de grano que luego, a la vuelta de la yunta  abriendo  yunto el arado va enterrando la semilla depositada  (pintada) en surco anterior dejando  la siembra hecha.

A los cuatro meses  será ya caña con espiga empanzada y reventona de prietos granos,  promesas  de cochuras  en las tahonas que alimentan el fuego de los hornos  con leña que suelen ser ramón de olivos, tomillos, jaras y romeros, cuyos vahos, son inciensan el  pueblo cada alborada tras dejar en los grandes cestos las teleras de pan que alimentan a la humanidad.  

Llega el momento de la siega realizada por segadores, y  a veces segadoras,  con hoces y dediles normalmente bajo un sol de justicia del inicio estival; tras ellos va quedando sobre los rastrojos un tendal de gavillas que la carreta o bestias con angarillas,  barcinan a la era para su  trilla una vez la mies emparvada.

El rulo sobre la  mies y el morero subido en el,   arrastrado por  colleras de mulas  convierten los pajotes  en fina paja ---con la que luego desde los pajares, los boyeros irán pasturando en los pesebres del tinado al ganado acornilados a ellos  en horarios madrugueros que le marca  por su situación en el cielo el lucero miguero--- se produce por los moreros el aventado  en incansables movimientos rítmicos   de brazos  de abajo a arriba  en trayectos de ida y vuelta sobre la  parva empuñando el bieldo con el que lanza   paletadas de mies trillada al aire, para que las ráfagas de aire separen al trigo que, por su mayor peso, cae al empiedro de la  era  mientras  a la paja la arrastra el pausado viento casi diez metros en el sentido que éste corre ue a base de una y otra parva acumula una montaña de paja.

Después, el apaleo del trigo, como la paja pero sólo grano ya, con palas ad hoc de madera y, finalmente, el cribado hasta dejar el grano  “limpio de polvo y paja”  amontonado en forma de pirámide con el astil de la pala clavado en su vértice símbolo  de que la dura tarea con esa parva ha terminado. .

Este duro faenar conformaba un ambiente humano  dinámico bajo un sol abrasador cuyos efectos sólo se paliaban a la hora del  rengue a la tupida sombra del sombrajo  de la  pesebrera-gañanía que siempre existía necesariamente cabe la era en el que a la hora del almuerzo y merienda comían  hombres y  animales de brega y engorde. La hora de la merienda era celebrada desde  el rulo por el morero cantando una temporera de  trilla al son amodorrado del sonar de la esquilas de las mulas:

Ya está jecho  el gazpacho

Y en los dornillos,

Señor morero mayor

 Espante usted a las moscas

Y a los chiquiiiiillos

            Aludíamos a la innegable cultura empírica del hombre del campo de sofisticada técnica agraria. Conocía el significado de  accidentes meteóricos  cual que si la luna llevaba cerco que, de ser positivo, o no, era señal de lluvia o sequía y, por ende, imprimían esperanza o inquietud de que ese año “se pusiera era o no” con lo que ello era de importancia  transcendente te para el   devenir  del año agrícola; otro ejemplo: el riesgo cierto de hacer las siembras  de alfalfa forrajera con la luna llena o en cuarto creciente, porque seguro que el ganado vacuno podía  “coger aire en el vientre (se meteorizaría)  y reventaría la res en tal caso; las “cabañuelas (este proceso se hacía en el mes de agosto y requiere capítulo aparte; y con la siembra de las judías pasaba igual, o sea, que si sembraban en luna llena o cuarto creciente, las vainas no tenían semillas y, por ello, sólo era apta para ensaladas, y cocidos pero nunca para obtener habichuelas en grano, etc.etc. Una auténtica sabiduría y cultura plural del labriego.

                          Estas y otras tareas  camperas  han aportado desde la noche de los tiempos temas literarios (cultura humanista en uno de sus aspectos más entrañables) de la inspiración de los poetas, novelistas, místicos, etc, desde los griegos con un Virgilio, un Horacio, a un Cervantes con su inigualable y rural  Quijote, su jamelgo Rocinante, y un esmirriado borriquillo; venteros, las mujeres de la obra del “manco de Lepanto”: Aldonza Lorenzo (la idealizada dama de los altos pensamientos  y amor de Alonso Quijano,Fémina inquieta y andariega, La enamorada ideal, Rosa de pasión, Clara niña, Contigo pan y laureles, Diana cazadora, la doncella capitana, Maritornes, yVioletas de paz y dela muerte.

¿Quien dijo que el labriego es un patán sin ciencia ni poesía…………Lo dejó dicho Concha Espina en su grandioso libro, “AL  AMOR DE LAS ESTRELLAS”: “El dolor es el padre de la poesía y su madre la misericordiosa abnegación… Así: El Labriego..