DE LA VIRGEN DE LOS
REMEDIOS POR AMÉRICA
Contestando a la
pregunta de un amigo informático de San José de Costa Rica, no fue en este mes
de marzo de de 1.937, cuando en la capital costarricense, mientras recitaba en
el escenario del Teatro a Lorca y Alberti, desde el patio de butacas, hicieron socialistas
y comunistas de aquel país inducidos desde España, uno de las cuatro atentados
que a José González Marín le hicieron por aquellas repúblicas por el delito de
haberse llevado para salvarla de la quema, la imagen de la Patrona de Cártama, La Santísima Virgen de los
Remedios, que como siempre protegió a su juglar salvador. Le tiraron, cuando
recitaba tres tiros de arma corta desde el patio de butacas y después salieron
corriendo perseguidos, caso inusitado, por las mujeres y señores que presenciaban el recital. Fallaron los
disparos y, González Marín, hierático, siguió recitando a Alberti y Lorca.
Aquello motivó que el
Nuncio en una emotiva ceremonia religiosa CANONIZARA a la Virgen peregrina antes de retornar a Caracas, en Venezuela y
después a Cuba.