miércoles, 26 de junio de 2019

CÁRTAMA: DIA DEL SEÑOR (CORPUS CHRISTE)


                                   
                                 
Con  suma complacencia y adoración a Dios, inicio esta sucinta croniquilla ade la celebración del Día del Señor  (Corpus Christe)   en Cártama, mi pueblo,   invocando públicamente  lo que tanto me sirve de argumento  lírico en mis oraciones diarias cual la siguiente estrofa de Fray Luis de León:

“Aquel será dichoso,
Y de buena ventura, que en su ayuda
Pone a Dios poderoso
Que  sólo en Dios se escuda
Y nunca su fiducia (negocios) de Dios muda”

Y, yendo a lo que iba, como en todos los pueblos  y ciudades  de España, el pasado domingo, 23 junio, Cártama celebró con gran esplendor el día del Señor: Dios salió a la calle a bendecir y recibir adoración de los cristianos que en coherencia con la festividad religiosa más importante y hermosa de la cristiandad, engrosaron con cánticos  y oraciones los actos que se llevaron a cabo en el exterior e interior del templo parroquial:

Misa  en un bello altar montado ad hoc en la plaza de la Música,  frontera a la puerta trasera  del  Teatro municipal para, al terminar la misa en nutrida procesión dejar nuevamente la Sagrada Forma en el Sagrario de la Iglesia Parroquial.

Y, cierro, sin otros comentarios   alineado en mi experiencia con el célebre aserto de Víctor Hugo:
“El ojo ve  bien a Dios solamente a través  de las lágrimas”
¡¡Qué verdadm tan verdadera!!



domingo, 23 de junio de 2019

A MI CRISTO TERRENAL




                             Cristo de Mena (Legionario)  Dedicado por el autor, Paco Palma a J. González Marín


Parábola

         El establo sin heno, aún huele a niño nacido sin semilla de esposo, sin espasmos de madre, y el buey y el asno en sus  burdos pesebres,  lloran  lágrimas de esclavitud y se sienten huérfanos de milagros.

Vida
        
         El vino dulce de tus saberes --sicología rural-- ya no empapa caletres de las gentes de ahora, que todo lo ignoran y todo creen saber y viven soñando que son dioses para lo que  Dios les estorba. No  encuentran, empero, el camino y la senda  de luz y verdad que Tú indicaste para hallar el destino.

Triunfo

         Aquel Procurador de Judea, que en Cartima (cuna de su mujer Claudia) muriera según leyenda ancestral, te hizo un enorme favor: lavar sus manos y obsequiarte un labrado árbol  para erigirte en Dios. Y nosotros, los hombres, como dioses  enanos  seguimos nuestra lucha contra el cielo insondable que Tú prometiste.

Dolor

         Rabí, me duele el alma de hijo de la tierra, cuando pienso que   ineptos políticos, disidentes del humanismo, quieren ocupar tu lugar, y silenciando tu nombre, manipulan a una chusma de vagos anormales y alienados.

                                             Invocación

         Es necesario, ¡Cristo de veredas y huertos getsemánicos...!, que vengas otra vez, alzado  el ademán, fustigando iracundo al  tropel  de “erenianos” (ERE)  corruptos y desalmados mataniños (“dejad que los niños se acerquen a Mí”) en los vientres maternos tal Herodes feroces y crueles.

         Ven.  Cambia este sistema explotador que existe, por el que triunfan los ricos más ricos, y el pobre siempre está triste...

         ¡Ven!..., aunque te espera otra cruz

viernes, 21 de junio de 2019

LA VIRGEN LOS REMEDIOS CRUZA EL OCÉANO. 500 AÑOS DE HISTORIA

Por llevar a la Patrona en el Barco al exilio salvador, como todo el pasaje aquel mes de julio de 1.936, el gobierno español dictó orden de detenerlo y volverlo a España para matarlo y quemar la Sagrada  imagen, peroel capitan del  Barco no obedeció, milagrosamente, la orden y tocó, como se ve en el dibujo, Brasil simulando una avería de alli, por tierra escapó el juglar cartameño llevando consigo la Virgen y escapando de la orden española que era suj muerte por Uruguay (el Presidente de Uruguay regaló la primera bandera de aquel continente, que emularon  otras 15 naciones, que tanto tiempo orlaron los muros de su Ermita en donde hoy reside como OKUPA.  Las 16 banderas fueron quemadas por  el párroco de la Iglesia  de Cártama sobre finales de los años cincuenta o primeros de los 60 del pasado siglo. 



jueves, 20 de junio de 2019

SIEMPRE HACIENDO BIEN POR SU PUEBLO Y SU PATRONA

                                                                                                                                                                                         
Al volver de América dio cuenta exhaustiva a la prensa testimonial  de lo que le habían regalado a la Virgen por aquellas  repúblicas y él también le había comprado, consciente de que  en Cártama, quienes integraban el Frente Popular habían quemado todas  sus pertenencias de siglos (igual que en estos tiempos le han expropiadorobado su ERMITA con presunto fraude legal por un Ayuntamiento, quemando incluso las   enseñas de todos y cada una de las repúblicas iberoamericanas  que visito la sagrada  Imagen cartameña;  banderas de devoción y exvoto para que orlaran sus muros que también, por haber sido quemado su artesonado que  restauró el artista  de la comarca del Guadalhorce,José González Marín de su opio peculio. Artista al que Cártama (Ayuntamiento e Iglesia tratan al alimón y de la manera más ladina lesionar su memoria gloriosa porque creen hacen sombra, incluso despues de 60 años muertos,  a sus estultas condiciones humanas e  ideológicas.  
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

martes, 18 de junio de 2019

NOTICIA DE ÚLTIMA HORA


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AA.VV  ERMITA LOS REMEDIOS CÁRTAMA (En reactivación)


A la derecha,  el escultor Paco Palma y su segundo y, a la izquierda, José  González Marín con dos escultores de la plantilla de Palma, cuando al volver con  la Virgen de América,  José González Marín. completando su mirifica y mundialmente conocida cantiga mariana,  reconstruyó la Ermita de la Virgen  de los Remedios, entonces,antes de expropiarsela al pueblo propietario  un Ayuntamiento con presunto  fraude de ley, él  pagó su restauración al haber sido quemada totalmente por dentro. 

El  importe  enorme de la restauración total  y el del trono de plata que hubo de comprarle  al haber sido apropiado y fundido el antiguo por el Frente Popular, lo pagó José  González Marín  dando para ello  recitales  en jornadas de tarde y noche por todos los teatros de Andalucía. 

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  En relación  con el homenaje  comarcal al Exmo. Sr. José González Marín que, con motivo  del 130 aniversario de su nacimiento se proyectaba en Estación de Cártama por falta de sitio en Cártama pueblo, este acto queda definitivamente suspendido según me dicen, y se estudia la fecha de su celebración en otro pueblo de la comarca y no en el suyo natal que tan mál viene tratando la memoria y la imagen del hombre que tanto bien hizo por su pueblo.

Hasta la Parroquia de Cártama y su Grupo de  Iglesia, plagado de gentes pro Divina Pastora, advocación que se quiere oponer a la de la Virgen de Los Remedios,  son conniventes con quienes quieren  borrar el nombre  de González Marín de la gesta proverbial que llevó  a cabo llevándose la imagen de la Patrona  a América, salvando  a Ella y su tradición de cinco siglos, de la quema a que estaba sentenciada por el Frente Popular.

Se escribió en cuerpo y alma   por todas las repúblicas, capitales y pueblos de Iberoamérica la cantiga  más bella de la Historia mariana mundial. No pueden ser, pues,  más excluyentes, egotistas y romos espiritualmente quienes tal hacen  con  la memoria  de nuestro más emblemático personaje, porque creen los parcos  intelectuales que hasta muerto González Marín les hace sombra. Y están en la verdad.


  Cuando José Luís Jimenez, Pedro  Dueñas y yo escribíamos el célebre libro con prólogo de Manuel Alcántara y editado por la Diputación de entonces ---apoyada la petición por el Ayuntamiento que presidía el socialista Florian (q.e.p.d)---, aún con sensibilidad histórica, EL FARAON DE LOS DECIRES, y veíamos la categoría mundial del egregio cartameño de los teatros y el verso que liberó de las élites intelectuales, la poesía para llevarla al pueblo llano genialmente teatralizada,  y que en Cártama eso no se valoraba, ni  lo de la Virgen, etc.etc. etc.  por las minorías fantoches, como las de hoy, a  uno de los autores se le escapó una exclamación:  ”Cártama tiene una  maldición”  …. 

Que sea la Iglesia clerical y seglar (que llegó a quemar las banderas que para orlar los muros de su ermita y en calidad de hermandad y exvoto le entregaron todos y cada uno de los presidentes de las repúblicas iberoamericanas que visito hasta 16 ---la que están tratando de nublar la fama y memoria egregia de este virtual cartameño, es absolutamente penoso y merece vituperio al  igual que el proceder de las Corporaciones municipales.  la mayoría de los cuales y al hilo de la leyenda al beber agua del pilar de arriba, han trasegado saliva del zapo encantado que vive en las aguas del manadero de la fuente y, con esa saliva  contraen la enfermedad del "fulastre". Quedamos el Presidente de la Hermandad de la Divina Pastora y yo, que antes de que teclee tomaríamos café, pero ha pasado el tiempo y no ha dicho ni pío. Por hoy basta, mañana será otro día (D.M).-


domingo, 16 de junio de 2019

LOS TIEMPOS DE “LA PARRALA”


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            En los años cuarenta del pasado siglo, a las hoy denominadas “empleadas del hogar”,  aún se les seguía llamando desde tiempo inmemorial, “criadas”,  sin que el apelativo entrañara   matiz alguno despectivo o peyorativo; el adjetivo se indicaba,  sin más,  a una relación de cercanía social.
            En la mayoría de los casos, el contrato laboral (verbal pero que “iba a misa”),  era de los llamados de “estancia completa”, o, “a tiempo fijo”, porque, aparte de una cantidad mensual convenida según usos y costumbres,  tenían derecho a comida y cama, cuando   la criada era soltera; las casadas, pocas veces iban   a  “servir” y, cuando les era inevitable se contrataban a tanto la hora  para poder simultanear las  labores por cuenta ajena  con las del propio hogar.
            Las que servían a “tiempo fijo”, aparte de tener  asegurada buena comida y buena cama, cual dije  antes,    en unos  tiempos de extremas hambrunas y penurias, iban además  amasando unos parcos ahorrillos. Dentro de lo peor, era una  suerte.
            A aquellos años de entre 1.941 y 1.945, la gente del pueblo de Cártama rompieron en llamarles los de la “churripampa” y los del “piojo verde”, aunque nunca se supo el sentido  de la primera designación,  ni era verosímil que nadie hubiera visto ninguno, por mucho que abundaran los "piejos", de color  verde. Y abundaban  sobremanera estos viscosos  parásitos  de los seres humanos, cuyo único "insecticida" era sacarlos uno a uno y matarlos entre las uñas de los dedos gordos de las manos, también uno a uno. Era así  de cruda la realidad.  Con mucha frecuencia se podía ver  en plena calle tomando el sol  invernal un cordón de mujeres de todas las edades sentadas una tras otra en largas filas expurgándose (despiojándose  y desliendrándose) mutuamente   Dura estampa aquella, como tantas otras,  de la miseria  abrumadora que aún continuaba en la  posguerra civil. Todo el  abastecimiento familiar estaba racionado, y se necesitaba cartilla  de abastos hasta para comprar un "librito" de papel de fumar, y no digamos tabaco. El enfrentamiento entre el "maquis", y la Guardia Civil y los moros (regulares) destinados en Cártama al efecto, era una constante (quien esto escribe fue rehén del "maquis" con 13 años). Todas las mujeres llevaban luto por tener uno o varios familiares  muertos por un bando u el otro;  las que no vestían de negro desde el pañuelo de la cabeza a las alpargatas, lo hacía con un hábito de la Virgen de los Remedios de color celeste que no se quitaba nunca, salvo de noche o para lavarlo. Era una dura promesa de rogativa o de gracias por algún favor recibido.
            Pues bien, en  casa del matrimonio  Frasquito y Paca, campesinos de clase media baja, tomaron una criada, al parecer de fuera del lugar, a tiempo fijo. Por su  desgarbado tipejo  y excéntrico comportamiento a  la hora de expresar en la calle el agradecimiento a  las tenderas que le despachaban los mandados en establecimientos  (frutas, almejas, fideos, azúcar, arenques etc),  se granjeó el cachondeo, más o menos explícito,   lo que no estaba totalmente falto de razones  puesto que, aunque simple y buenaza, de luces andaba la fémina solo regular.
            La casa de Frasquito y la almazara de aceitunas que explotaba,   constituían  un solo edificio dividido en dos piezas de distinta arquitectura,  que se comunicaban  entre sí por un patio en el que existía alguna troje, horno de pan, lavadero para la ropa junto al que se  encontraba una enorme orza para echarle ceniza al agua del pozo, un tanto salobre, a fin de suavizarla e  hiciera espuma  al enjabonar las coladas; un corral para gallinas y conejos, y, ya cerca de la entrada del dicho  molino de aceitunas, a la izquierda y cabe la bodega,  un cuarto llamado, “de los mazorcos”, que es el   tocón que queda de la mazorca de maíz tras ser desgranada, y que allí se apilaban para espabilar las  lentas llamas del  fuego de leña dura: en el horno,  en el brasero,  bajo las trébedes de cocinar, etc. 
            En uno de los dos turnos  de la época de molienda, había un mozo a quien, pese a estar en puertas del servicio militar, se le seguía llamando Paquito, y no Francisco, aunque su talla andaba  por los 190 centímetros y era más espigado y seco que un espárrago triguero.       
            Paquito le tiró los tejos a la simplona criada y se la llevó al huerto: Cada noche ésta  salía de la casa sigilosamente  por la puerta del patio y se metía con el galán  en el cuarto de los mazorcos a pelar la pava, o como se llame.

            En una de esas ocasiones, a eso de la media noche bien pasada, la criada viendo que había llevado la excitación de Paquito a tórridos extremos, quiso proteger su virginidad  a toda costa, y,  viendo que ya no era nada  fácil,  cual es colegible, pidió auxilio;  con voz cuasi del Sinaí  la mocita le gritaba a su don Juan:
--Paquito, ¡ezo noooo, que zoy mossita y pieldo! ¡¡Nooooo!!¡¡Socogjo, me quiere quitar la honraaaa!
            El silencio de la noche sobredimensionaba       el volumen de los decibelios que emitía la garganta de la moza maritornes. Frasquito y Paca bajaron a toda priesa, los vecinos Gaspar y la Chacha entraron por la puerta del molino, cuyo empiedro, fue parado por el resto de molineros, los últimos parroquianos del contiguo  Bar de la Coina que jugaban al envite con la baraja acudieron al molino a ver la razón de tanto escándalo a tales horas.
             La “mossita” fue llevada a su habitación por Paca y, Frasquito con el genio espabilado (¡menudo lo tenía!) buscaba por todos los rincones a Paquito, incluso miró con una linterna dentro de algunas de las enormes tinajas de la bodega de aceite aún vacías. Pero ni rastro del enamorado Curro, aunque alguien dijo que lo había guipado corriendo por el tejado de  "las latas" y saltar a la calle con los pantalones en la mano.
            Al otro día, el rumor sobre el suceso hervía entre el vecindario. Por aquel entonces desde todos los patios y gramolas de las tabernas  se oía la copla del momento  compuesta por Rafael de León y Sandro Valerio, “La Parrala”, que  dio base y pábulo al humor popular para motejar con tal apelativo a la simplona y enamorada zagala. De ahí en adelante fue “La Parrala” para el común del lugar.
            La copla la hizo célebre Conchita Piquer, y apuntaba así:

                                   “¿Quién me compra este misterio?
                                   Adivina, adivinanza;
                                   ¿por quien llora, por quien bebe,
                                   por quien sufre la Parrala?

            En realidad, La Parrala existió fuera de la copla; fue una cantaora de Mogué (Huelva),  de vida controvertida, y al parecer disoluta,  en la que Rafael de León y Valerio se inspiraron para su referida creación lírica.

PROTAGONISTA AJENO: "LA HISTORIA SE REPITE"




sábado, 15 de junio de 2019

AMOR EN LA PARADA DE SEMENTALES

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            Es el “tío Bernardo”  dueño de una pequeña labor con  cuatro fanegas de regadíos segregadas  del Cortijo de la Alhóndiga en plena ribera del Guadalhorce; finca antes llamada de Bracho, a quien Bernardo la compró con pagos fraccionados y a plazos.

            Es lindera  con la agarena acequia del Barullo por el sur y, el resto en cuadro, linda con la finca matriz. Dicha  acequia toma  sus aguas en represa ad hoc en el cauce del río Guadalhorce;  riega dilatada vega  en un recorrido  de tres leguas desembocando nuevamente en el río pasado la barriada de Alhaurín de la Torre, Las Monjas.

             En una  pequeña meseta  junto a la acequia, a salvo de las avenidas del voltario río, se alza la casa-vivienda: planta baja con  trojes para  granos, alacenas, trastero de aperos, amplia cocina con horno  de leña para cocer el pan casero amasado a puño, comedor y, paremos de contar. 

            Planta alta dedicada a dormitorios. La  entrada de cara a  sol naciente y mirando al pueblo y a  la ermita de la Virgen de Los Remedios, que parece levitar sobre aquel; ante la puerta, un amplio porche empedrado,  rodeado de un poyo de obra y sombrado durante las canículas con una tupida parra de uvas negras gazpacheras. En definitiva, una típica y acogedora casa de pequeña labor ribereña.

            En el patio interior (siempre todo a mano)  un gallinero con  nutrida parva de aves de corral ( gallinas y pollos, patos, gansos  etc, amén de conejeras); cada mañana  se les abre la trampilla de entrada y salida a las gallinas para que se alimenten, ahorrando así granos, picoteando en campo abierto.

             Adosados al lateral Este, el “tinao” y la cuadra. Y, como a 10 metros, unas corraletas para ganado de cerda que aprovechan los desperdicios de huerta y domésticos,  que supone  un complemento en las eternamente   raquíticas rentas   del campesino. 

            Una vez por semana pasa por “Lo Bracho” (que así le sigue llamando la  gente del pueblo a la explotación del “tío Bernardo”) el recovero  en su bestia con serón de recova; es quien  suministra a la familia toda clase de ropas, tejidos y otros enseres, desde  agujas de costura e hilos, a unas tijeras cobrando todo ello  en especies: pollos, huevos, cereales, gallinas viejas que suele vender a buen precio para caldos a parturientas, etc. De tal manera, Elena tiene  un nutrido ropero y, la casa limpia como el jaspe, y  la hacienda familiar  sin penuria ni falta alguna.

            En la fecha de que  hablamos, Bernardo es ya viudo; su buena esposa había muerto del “dolor miserere” (apendicitis pasada), dejándola tres hijos, dos varones y una hembra, la menor,  como hemos dicho, se llamada  Elena.

            El buen padre, de rostro curtido y enjuto,  avellanado y triste siempre por la falta de su esposa,   fue enseñando a todos sus hijos por las noches antes de la duerma y a la luz de un carburo, cuanto  él había aprendido en las escuelas nocturnas tras  dar de mano de sus faenas, como también, que no es poco,   lo aprendido en la dura brega con la vida y con la áspera tierra;  el ratio de analfabetismo nacional roza en estas datas  el 75% de la población.

            Un día, en una de aquellas terribles glebas militares para luchar contra el moro en  África, fueron obligatoriamente movilizados  ambos hijos varones; como tantos otros  jamás regresaron.  El pobre labriego se sumió en la más punzante e inextinguible tristeza; vivió por y para  su hija que iba creciendo y madurando plena de vitalidad.

             Elena, ya núbil, es  una de las mozas  más agraciada y celebrada del entorno; también  imprescindible ayuda de su ya viejo padre en las tareas labriegas, amén de mantener  el hogar ordenado y limpio  y preparar a diario la comida.            .

            Como el de  todos los años, aquel verano se alojó en las dependencias ganaderas del cercano Cortijo de la Alhóndiga, la parada de sementales  a la que  los labradores llevaban sus yeguas y burras para que  las cubriera el semental correspondiente con garantías de pedigrí.

            El día que le tocó  el turno  a la yegua de su  labor, Bernardo se sentía indispuesto y  encomendó a su hija que fuera ella quien la llevara  al macho. Este año quería que la cubriera el borrico garañón a fin de que, llegado el día, pariera un mulo con el que  renovar,  en su tiempo,  la yunta de su labor.

            El menestral de la parada era un fornido y bien parecido mozo,  poco mayor que la zagala.

            Aunque avezada en toda clase de actividades agroganaderas propias de la comarca, el ayudar al  acto de cubrición de la yegua fue para ella una insólita experiencia; la vivencia le despertó instantáneamente emociones desconocidas;  suscitaron en Elena sensaciones de vida nunca sentidas. 
  
            No le pasaban  desapercibidas las intensas  miradas  que a toda su anatomía dedicaba el guapo mozo. De pronto, experimentó   las naturales apetencias de su condición de mujer en todos sus grados.

            Por imperativa  orden interior corrió al tinado y por una escalera de vareo subió al  henil tumbándose en los muelles pajotes de pasto seco. Al verla el joven desnuda en toda su gloriosa anatomía de miríficas curvas  y   ahuecado el vientre y sus hermosas piernas haciendo uve,  quedó petrificado.
                        Quedamente, en un leve susurro, la diosa carnal le dijo:

            --Vente a mí, tómame...

            Sus ojos eran sombras en canícula, férvidos de deseos y apremios inaplazables; sintió que su seno era regado por hilos de nieve tibia.

            Con voz ronca como la campiña del contorno, dio un grito cual codorniz entre bledos y, saciada de infinito, musitó:

            -- ¡Que dulce...Ya soy tuya amor...!
            --Y yo tuyo.... Mañana al trasponer el sol  nos vemos  en el atraque, bajo la mimbre de la acequia.

                Cuando el sol teñía el cielo por poniente con candilazos de fuego,
 la niña retornó al hogar con la yegua de reata cogida de las  bridas. Sentía que algo nuevo había nacido en su seno aquella tarde  luminosa. A los dos meses  dijo de sopetón a su padre:

--Padre, voy a tener un hijo
--Del mozo de la parada ¿verdad hija...? Y él qué dice...
--Los paseos que doy todas las tardes los paso con él y quiere casarse conmigo...
--Gran Dios, gracias, la guerra me quitó dos hijos y Tú me los devuelve asina...Gracias, Dios, ya  puedo morir tranquilo.

                       

           






viernes, 14 de junio de 2019

PIANO QUE REGALÓ A LA VIRGEN LA CASA DE ESPAÑA EN NUEVA YORK


En septiembre del año 1.937, tras  año y medio de  exilio itinerante  por  todas las ciudades y pueblos de las repúblicas Iberoamericanas  de la Patrona de Cártama, Nuestra Sra. de los Remedios, en los brazos del genial rapsoda y, según Falla, "poeta de poetas", José González Marín.

A su paso  por Nueva York, ya  de regreso a España destino a Gibraltar ---no a España por prudencia lógica  ante una situación aún de guerra y sabiéndose ya que los del Frente Popular de Cártama habían quemado incluso  el piano con el que se acompañaban los cánticos de las novenas  marianas durante el mes que permanecía en la Parroquia   desde el 22 abril al primer domingo de junio---,  la CASA DE ESPAÑA en Nueva York,  a sugerencia de González Marín que estaba grabando una serie de discos en colaboración con la CASA DE ESPAÑA que pagó todos los gastos de  éstos, también  regaló a la Virgen el piano  que aparece en la foto de arriba. 

Tras lo antes dicho, cuando cada año nuevamente  se traslada la Imagen de la Virgen a su Ermita (actualmente  apropiada registralmente por el Ayuntamiento que sitúa a la Virgen en 0KUPA EN LA ERMITA), todo el año seguía   el armonium acompañando  los cantos de los  actos litúrgicos parroquiales.

 Dicho  armonium-piano  se conserva,  dejándosele que se deteriore, en la parte alta del Coro de la Iglesia Parroquial de Cártama,  en donde, AÚN,  se le puede ver.

Durante la travesía oceánica de Cádiz a Buenos Aires  en el buque "Cabo Santo Tomé" (a la vuelta de esta travesía fue acondicionado para acarrear aviones y material de guerra desde Rusia a España para el Gobierno del Frente Popular), el Gobierno español dio orden al capitán dicho  trasatlántico de detener al  viajero, José González Marín,   requisarle  la Imagen mariana que llevaba consigo y, retornarlos a España, en calidad de preso. 

El capitán marinero no quiso cumplir tal  orden  y, simuló una avería del barco para tocar  tierra en el puerto de Río Grande en Brasil, en donde dio un permiso de tres horas  a todo el pasaje. Antes había llamado a José González Marín a su camarote para informarle de lo que pasaba e invitó a éste, a  bajar  a tierra con el resto  de viajeros  llevándose el maletín con la Virgen,  y vía Uruguay se fuera a su destino de Buenos Aires, y que, su ayudante escénico, Antonio López, "Antoñico",  siguiera el viaje por mar con el atrezzo para reunirse con él en la capital en la capital bonaerense. Cuando el gobierno español  supo que su "presa" se le había escapado, en el diario  ABC, ya propiedad oficial incluyó la siguiente y elocuente crónica que ponía en actitud de cazarle a los comunistas de iberoamérica:       
Todo ello se iba sumando en el alma de nuestro paisano,  uniéndose a las angustias que en toda la singladura le embargaron sobre la enorme responsabilidad que por su devoción a la Virgen y amor a su pueblo de nacencia había contraído. "¿Que va a pasar si fracaso en esta iniciativa y en mi poder se destruye a la Patrona de mi pueblo?. ¿He hecho bien o mal en traérmela...?" El saberse en  alta mar  que España había entrado en guerra civil, tranquilizó su espíritu, pues ..., " con toda seguridad si no me la traigo conmigo ya estaría quemada". 

Él siempre me decía que era consciente de la responsabilidad que conllevaba el raptar, de acuerdo con el Párraco, ni más ni menos que a la Patrona de un pueblo, el suyo,  pero que en su interior sentía una fuerza inexplicable que se lo sugirió y le impulsaba a ello.

Su determinación puso en grave peligro su vida constantemente durante año y medio, pero había actuado pensando siempre en cristiano y por amor a su pueblo; de nacencia.   Tenía en su poder cinco siglos de historia intensa y única de un pueblo.  Estaba escribiendo la cantiga mariana más singular y hermosa de toda la historia mariana del mundo,  pues no era una imaginada cantiga  como las del Mester de Clerecía (Gonzalo de Berceo, Alfonso X el Sabio, Mesa, Marqués de Santillana, etc .  en los albores del idioma, sino en carne y hueso, y en dura lid y alto riesgo, dado que el artículo del ABC. antes inserto,  fue una consigna embozada a todos los comunistas y socialistas de iberoamérica para que persiguieran y atentaran contra su vida, y así lo hicieron una vez en Tucuman (Argentina) con tiros entre la secta y la policía durante la pernocta en la Capilla de la Residencia de los Jesuitas. Él se salvó¡¡¡oh casualidad!!! porque le buscaron en espacios errados y él, como era su costumbres durante las pernoctas de los viajes, dormía junto a la Virgen en una colchoneta que se hacía instalar al pie del altar..  Mientras recitaba  en plena función de Teatro  declamando  a Lorca y Alberti en  San José de Costa Rica, un grupo de comunistas  y socialistas le dispararon cuatro tiros de pistola que no dieron en el blanco, y los asesinos fueron echados del teatro a barnizarlos en la cabeza de las damas que asistían a la función.

Pues bien  aquí en Cártama, su pueblo (de nacencia), con otros procedimientos menos "garridos" pero más aleves, taimados y por ende cobardes, le tienen declarada una guerra de oprobios, vejaciones, sangrantes agravios comparativos y calumnias a su memoria a los 60 años de muerto. Con haber sido un eminente personaje con un arte único y universal, que más papel prensa laudatorio  durante la primera mitad del siglo XX,  no han tenido miramientos intelectuales ni morales para quitarle al Teatro Local que dese 1,942 que se hizo en gran medida con su apoyo económico, se tituló hasta hace poco teatro José González Marín.

El último agravio  comparativo ha sido que parte del cura párroco, que ha organizado una nueva advocación con fines populacheros  bajo el nombre de una imagen de la Divina Pastora.

Existen muchos ataques contra la imagen del que fue el personaje más famoso en su género artístico de España, aunque no en Cártama, de tal gravedad que nos obliga por principios a realizar un trabajo de denuncia  por cuya labor no ha estado nunca hasta ahora la posición municipal. Ellos están por otras cuestiones: La casuística de la Onu, de la Otan etc.etc.


        EXALTANDO A SU CÁRTAMA POR DONDE QUIERA QUE FUE; POEMA DE DESPEDIDA DE COSTA RICA EN DONDE MARXISTAS LE HICIERON UN ATENTADO DESDE EL PATIO DE BUTACAS AL ESCENARIO Y, SIGUIÓ DESARROLLANDO SU RECITAL Y, LO ÚNICO QUE TEMIÓ FUE QUE RAPTARA A LA VIRGEN DE CÁRTAMA
                             
Pese a que fue  él (José González Marín), quien de la forma, y más, que queda apuntada y que estremece el alma de emoción en  todo bien nacido y de destellos de admiración en todo buen cartameño y cristianos bien conformados de condición hacia quien salvó el objeto de su fe manifestado con énfasis y que restañó una tradición bellísima de cinco siglos a punto de ser cortada en dos por ideologías políticas incendiarias; de que, queda reiterado  salvó a nuestra Patrona de ser quemada (como hicieron con  tanta riqueza patrimonial histórica) y,  de que en la aciaga guerra de 1.936  quemaron todo lo que tenía y le era necesario y  propio del culto a Ella, incluído todo el interior de su ermita, tronos y hornazo, archivos  de alto valor historiológico y  de que Gonzalez Marín lo restauró todo mejorandolo al volver con Ella salva de América  que costeó de su peculio particular a base de recitales verso a verso estrofa a estrofa, en jornadas diarias de tarde y noche, el sólo en el escenario, sin más  elementos auxiliares que el ayudante escénico que a veces (¡¡cuantas veces me tocó a mí), debía apuntarle desde la concha del apuntador por los Teatros de la España  Liberada del Frente Popular;  de que le hizo a la Virgen  encargado a orfebre de Córdoba compró un nuevo Trono de Plata porque el que tenía se lo apropiaron, como también  copones, sagrarios etc para hacerlos  dinero...PESE A TODO ELLO Y MUCHO MÁS:

Cada vez es más acusada, feroz, ladina y sutil la insidiosa y recalcitrante  campaña baldonante que su pueblo, unos por acción y los demás por omisión (incluído, es singular, el cura párroco), han emprendido contra la memoria de tan extraordinario y probo personaje en lo humano y  como  artista egregio   condecorado varias veces, una de ellas con la Gran Cruz de Isabel la católica por un gobierno republicano socialista, siendo, dicho sea de paso, los que más tienen que agradecer al ilustre paisano, los socialistas, de los que incluso según acta de pleno de 20 de febrero 2´014
salvó al volver de America a 36 de ellos de Cártama cuando ya iban a un campo de concentración franquista y lo hizo, avalandolos  con enorme riesgo si a uno de ellos se le ocurre  pasarse al enemigo.. 

Habría que preguntar al menos al equipo de Gobierno ¿Por qué ese denso odio al mejor de los cartameños de todos los tiempos y el que más hizo por su pueblo? A ver, por qué, por qué... Y a la oposición: ¿Por qué han sido ustedes cobardemente  conniventes  con quienes hacen tales tropelías? Y al cura ¿A que viene ese afán de nublar  a tan significado favorecedor de la Iglesia estando en vida y a que viene tratar de oscurecer la tradición de la Virgen oponiémdole de buenas a primeras una nueva advocación, tal la Divina Pastora de marras   que haga sombre a nuestra tradición de cinco siglos y establecer  el riesgo de división de la gente que ya apunta? Por qué, por qué le pregunto también con el respeto que sabe le tengo al igual que a los munícipes. 




             



domingo, 9 de junio de 2019

GONZALEZ MARÍN, SALVADOR DE LA TRADICIÓN DE CARTAMA

Resultado de imagen de gonzález marín y la Virgen de los Remedios
En la procesión del 23 de abril que se celebró en la Habana Cuba) el año 1,937, con asistencia de una multitud de cubanos y personajes de los países del Caribe que se trasladaron a Cuba a rendirle homenaje a la virgencita  exilada. En la foto el artista y su ayudante escénico, Antonio López Plana, "Antoñico" 

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Y no sólo el Premio Nobel, Jacinto Benavente, se sintió atraído por la fama de la odisea mariana  que protagonizó la Virgen de los Remedios de Cártama en los brazos de su  Juglar (cuya memoria algunos mancillan y baldonan en su pueblo, por el que tanto hizo)  por todas las ciudades y pueblos del  el continente americano para salvarla de quienes  en Cártama quisieron quemarla en una  aciaga  época de la Historia de España, sino que fue recibida por todos los presidentes  de aquellas repúblicas hermanas que, le obsequiaron con banderas de cada país en muestra de exvoto y hermanamiento con España, las cuales  orlaron los muros de su Ermita, hoy apropiada por el Ayuntamiento que la convierte a Ella en  OKUPA de su propia casa -ermita, regalo de los Reyes Católicos.

Y no sólo al nobel  Benavente vimos subir con José González Marín a la Ermita a rendir homenaje a la famosa Virgen de Los remedios, sino personajes como,
Aurora Redondo (actriz), Amparo Rivelles, lo estuvo también García Lorca, y Rafael de León,  Sandro Valerio, Marqueses de Larios, Ministros, Gobernadores, Imperio Argentina, Estrellita Castro. Mariemma , Rosario y Antonio (bailarines también) muchas veces José Carlos de Luna (poeta), Antonio Gala (tengo un autógrafo suyo de una de las veces que subió), Manuel Machado, Pemán, Cavestany, Garfias, Antoñita Moreno, Lola Flores y Manolo Caracol, La Argentinita y su hermana Pilar López, y políticos, y militares de alta graduación, etc etc, porque la lista sería interminable. 

 Las banderas fueron quemadas en los años 60. Prefiero callar.  Y no sólo ello, sino que ahora   se ha implantado a bombo y platillos, con un alarde previsto y realizado de medios económicos en vocación obvia de prevalencia,  una nueva y competidora imagen advocada, La Divina Pastora,   que ya empieza a dividir al pueblo a la par que lo han hecho los políticos. A saber...

 Como un ejemplo por muchos de lo anteriormente dicho, la tarde de la "subida" de nuestra Patrona, multisecular y milagrosa  cien por cien, Virgen de los Remedios, y aún Ella dentro de la iglesia parroquial llena de público, un vecino, se supone que por instancias ad hoc, gritó delante del trono de nuestra patrona a distancia de "bofetada": "¡¡VIVA LA DIVINA PASTORA!!", que fue contestado con un estruendoso, ¡¡¡VIVAAAAA!!!!. O sea, la reoca de pocas luces. Y el párroco, obviamente, estaría delante.  

Seguiremos escribiendo porque, el tema, tiene muchas palabras que sustanciar negro sobre blanco.


viernes, 7 de junio de 2019

PAZ


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         La suave corriente del agua de la moruna acequia del Barullo, mesa con arrobos de núbil hembra la tupida y larga melena de hierba punta que brota de los quijeros   del cauce de regadíos entre el fulgente verdor de las flexibles gramas y, las ranitas, croan salmodiando el cielo en las noches de luna llena. Sólo en las noches oscuras deja de oírse el crua, crua de las ranas y,  los perros, a lo largo de la cinta del río rompen el silencio con misteriosos  debates de  ladridos ¿A  qué o a quien ladrarán tan mantenidamente los perros de las casas labriegas  a lo largo del río…?

            Y, cuando los perros callan, se oye el silencio  del cielo con reverbero de estrellas y, en las eras, sobre la parva, duermen los braceros su cansancio de bregas  con la áspera tierra.

            Los grillos con sus  ri, ri, ri cansinos son los flautistas  del concierto  en verano, mientras, a lo lejos, por el camino, el carretero canta una temporera al son de los platillos de su carreta

Ya viene la carreta;
lo dice el carretero
con sus temporeras
a lo largo del camino
en la noche estrellada.
Trae colmo de gavillas
para la trilla en la era
con colleras de potrancas
que dan vueltas al rulo
sobre el que morero canta:
"La mujer del alcalde
del alhaurinejo pesa
diez arrobas sin el arreglo. 
Ven acá, "Moñitos", ¡toooma!"
.

            Inmensa paz. Es el estío que ha vuelto en su eterna rotación equinoccial;  es la estación de  algarabía de las  golondrinas y vencejos. Bíblica golondrinas que velan engorando los  huevecillos   en sus nidos soldados con barro a las vigas del tinado. Son aves sagradas, porque le quitaron con sus picos  las espinas  en la Cruz a Jesús de Nazaret y, a quienes osen molestarlas,  o  hagan daño, les salen, dice la tradición oral, un   doloroso golondrino en el sobaco. No, no, las palomas no son las aves de la paz: son  las tenues y místicas  golondrinas,  que una a una con sus picos amorosos quitaron en la Cruz las espinas al Señor.

 De niño me lo decía mi padre bueno: “Hijo mío, mientras   las  golondrinas  cuelguen sus nidos  en las vigas de nuestra casa, es porque somos buenos, ellas  nos traerán dulces sueños  y reinará paz en el hogar. Tú, respétalas siembre mucho, hijo mío…”; y canta  la poetisa Storni:

 ¡Las dulces golondrinas que en invierno se van 
y que dejan el nido abandonado y solo 
para cruzar el mar! 

Cada vez que las veo siento un frío sutil... 
¡Oh! ¡Negras avecillas, inquietas avecillas 
amantes de abril! 

¡Oh! ¡Pobres golondrinas que se van a buscar 
como los emigrantes, a las tierras extrañas, 
la migaja de pan! 

¡Golondrinas, llegaos! ¡Golondrinas, venid! 
¡Venid primaverales, con las alas  de luto 
llegaos  siempre a  estar  cerca de mí! …

jueves, 6 de junio de 2019

EL GUADALHORCE EN EL “CANCIONERO DE ANTEQUERA”

           
            El Cancionero de Antequera  contiene reediciones poéticas  de varios autores, recopilados entre los años 1.626 y 1.628 por el erudito antequerano, Ignacio Godoy.   La colección completa consta de más de 700 composiciones, de las que Dámaso Alonso publicó una selección en 1950; algunas otras permanecen  sin editar.

            Este Cancionero contiene, entre otras,  una colección de bellos y cultos  sonetos dedicados en distintas épocas al emblemático e histórico Río Guadalhorce. Conocemos unos siete de ellos, con la particularidad de que algunos los escribieron desde América hombres  guadalhorzanos que, no más iniciarse en el siglo XVI la colonización de aquel nuevo continente transoceánico, buscaron nuevos horizontes para sus vidas y haciendas, enrolándose en las huestes colonizadoras que allá marcharon, casi todos para no volver jamás  a la madre patria.

             Eran hijos de los ribereños pueblos guadalhorceños que allá rebautizaban  los villorrios que descubrían habitados por salvajes,  con topónimos de su tierra de nacencia  aquende el océano, cuyo recuerdo les producía una nostalgia casi insufrible, que paliaban cantando en  sentidos poemas  la tierra madre que dejaron atrás para siempre. Así, nos encontramos con ríos llamados Cártama, e, igualmente, ciudades populosas que se llaman también Cártama y que, antes,  fueron aldeas insignificantes pobladas por salvajes   nativos, con los que aquellos  españoles y españolas que allá fueron se ayuntaron en relaciones íntimas creando una raza mestiza nueva que dio a la humanidad cerebros privilegiados en todas las artes y disciplinas del saber; callen ya los “progres” pacotillas de hoy que quieren una nueva y falsa leyenda negra contra la GRAN España de historia inigualable y lean el libro de Vasconcelos; el alusión a ella titulado “La raza cósmica”.

             Río Guadalhorce”, río padre, río que lamió mi cuna de nacencia en su ribera,  al que un guadalhorzano de otrora lo canta pleno de saudade desde el Perú en el Medioevo tardío, con este singular soneto:

                                               Oye de un hijo tuyo, que en la espalda
                                               del mundo viejo, desterrado, mora,
                                           sagrado GUADALHORCE, el son que llora,
                                               ya que le desterraste de tu falda.

                                               Si acaso por las hojas de esmeralda
                                               que entapizan tu margen, mi pastora
                                               sosegare la planta voladora,
                                               dale en mi nombre la mejor guirnalda.

                                               Dile que en esta ausencia transformado
                                               en su luz fortifico mi memoria,
                                               por no perder el nombre de ser suyo.

                                               Mas, ¡ay!, que si te cebas en la gloria
                                               de sus  ojos, al punto mi cuidado
                                               olvidará y  le darás el tuyo”.