martes, 4 de junio de 2019

UN BUEN ALCALDE ES POSIBLE, PERO ES COMO UNA AGUJA EN PAJAR

.                Se viene demostrando en  Estepona  que un buen alcalde es posible, aunque en las actuales condiciones sociopolíticas de España sea como buscar una  aguja en  un pajar. Nos recuerda el  alcalde de Estepona, don José María García Urbano (notario, registrador y abogado del Estado) aquellos designados  por el gobernador entre las personas más valiosas y capacitadas  de los pueblos y capitales, y no elegido por la masa aborregada  en listas cerradas a imagen y conveniencia del  cabeza de lista  y,  a éste, el cabecilla del partido.

                El de Estepona, del PP,  es el alcalde más votado ahora, y casi siempre anda por las mismas lindes,  de España: Nada menos  que el 71% de los votantes le dieron  su apoyo. Y como el pueblo ha sabido votar, el responsable alcalde le  ha devuelto el ademan transformando de verdad (no de boquilla electorera)  al pueblo en todas sus estructuras, lo que no ha sido óbice, impedimento ni valladar  de propias faldriqueras, para sanear las arcas en donde le dejaron quienes le precedieron un pozancón de 600 millones de “eurazos”, que diría el tío de “pasapalabra”;  cumple todas las promesas electorales que hace, porque  el señor García Urbano, demuestra cada dos por tres, y la cuarta también,  que sí es él un político, y persona, seria (una aguja en el pajar de la política granzona de hogaño) que sabe que no atender las llamadas de alguien es de tener pero que ¡muy poca!. Aquí, en Cártama, sí te cogen el teléfono nuestro alcalde, la concejala Isis, el concejal de urbanismo (Juanfra), el Diputado Espinosa, etc.,   todos del PSOE, al que en mis  escritos como cronista libre de este lugar,  no es precisamente coba de  lameculo  lo que les endiño, pero saben encajar con estilo las críticas; al menos conmigo, y así lo digo y agradezco sin empacho. ¿Los y las de los otros partidos?  ¡¡¡Lagarto, lagarto…!!!  Se ha visto ahora que no es  buen negocio político asumir el papel de oposición y actuar de culo al pueblo como si este no existiera, incumpliendo todas las promesas que hicieron cuando se postularon para el carguillo ha cuatro años.

                Y, dicho sea de paso, el alcalde de Estepona, rara avis, no cobra sueldo por servir al pueblo desde un cargo público  de máxima responsabilidad; como en los viejos tiempos.

                Conclusión: Don José María  García Urbano  debería ser el presidente del gobierno y, el falsario y  descocado falsificador de títulos académicos, autor de miles de chafarrinadas, que tenemos  por presidente  de Gobierno, contemporizador con golpistas, terroristas, etc, estaría mejor en un rastrojo guardando una piarilla de gorrinos.  Y, aún así, sería él el que volcaría la pileta.
Admítanme, pidiendo perdón desde ya, que le eche un poco de coña a esta crónica; demasiada
sobresaltos y linchamiento moral nos están dando a la gente de a pie nuestros caros políticos.