miércoles, 30 de noviembre de 2022

 

REFLEXIONES LITERARIAS

Viendo el “pelaje” de la mujer política de hoy en día, nos embarga el  temor de que Gustavo Adolfo Becquer  se equivocara en su célebre estrofa lírica, “…mientras la mujer exista, habrá poesía…” 

El sevillano vate parece  que con su exaltación romántica de la vida erró en no pocos de sus vaticinios como, en otros, acertó  “… de la triste alcoba, en silencio, todos se salieron,…Dios mío qué solos se quedan los muertos…!

Pero yo, me quedo con el extremeño  Gabriel y Galán:  “…y busqué una mujer como mi madre entre las hijas de mi noble pueblo…/Un milagro de Dios que ver me hizo otra mujer como la santa aquella…!/ Componían  mis únicos amores, la amante compañera, la patria idolatrada…y, mi casa del lugar  sencillo y entrañable…”.

Por favor, que no se entere la ministra del ministerio bajoventrero de que un humilde escribidor de un pueblo de  la baja Andalucía se atreve a escribir de este tenor porque, entonces, me armaría una zapatiesta gritando a los cuatro vientos:   ¡¡FACHA, FACHA…!!.

Y añade Gabriel y Galán: “Qué feliz fue siempre mi casa  y con qué solidez está unida la tradición y la honradez en ella…”

En esa mi casa tengo un loro parlanchín que, si alguien pronuncia   dentro  “Gallardo” o “Tomiza”, el papagallo los asocia  con alcalde o su edil teniente  y arma una escandalera alegando en su torpe argot: “Lagarto, lagarto, lagarto… y,  ssssguenzas, sssguenzas” y, a ver quien entiende al loro..-