Este cuadro referente a la Jarifa es una cacicada, un desaire a la Virgen de los Remedios que lleva cinco siglos en Cártama, y un oprobio ontológico igual que en otra dimensión se conduce el Gobierno municipal que tenemos.
Indudablemente esto está relacionado con González Marín, que le quitó a los socialistas el morbo oprobioso de quemar la imagen de la Virgen de los Remedios. Nadie se puede ya alarmar con esta clase de chafarrinadas al estilo del jefe mayor.
Habéis ofendido a toda una comunidad religiosa, dejados llevar de espurias y nefanda ideología, como sucede en toda España.
Esto tiene el mismo cariz que el bulo que proclamó el Ayuntamiento, o alguien de el, cuando dijo por escrito que el Rapsoda tras la guerra mataba gente con una espada, lo cuál es un gesto temerario. González Marín no estaba aquí cuando terminó la guerra; estaba en Puerto Rico.