sábado, 8 de abril de 2023

 

                                               VANIDAD Y ENVIDIA

            El vanidoso suele ser también, casi siempre, envidioso y, por ende,  fervoroso de lo ajeno.

Si los de esta laya tienen algún poder sobre la comunidad vecinal, no soporta que nadie del seno de esta le haga sombra por ventajas de condiciones naturales humanas, e incluso tampoco  aguanta que pueda hacerle sombra.

Si lo que atesora son dineros el que envidia y afana, en vaciedad de caletre se cree que es el amo del pueblo o ciudad y de vidas y hacienda, o sea, estas personas como dije antes  no son indiferentes de lo ajeno, son casos clínicos en lo que España, por desgracia es prodiga.

Este enunciado no es mío ni de ahora; la Historia está plagada de llamativos ejemplos de esta psicopatía desde Nerón y Claudio a ahora pasando por Putin.