Ordenando mi archivo, me ha aparecido este documento, que no tiene precio por su importancia histórica para Cártama y la España del arte noble y eterno: La poesía y el Teatro. En atención a mis lectores, he querido ofrecerlo a ellos con prioridad a otros temas ya anunciados que quedan aplazados.
Allá por el año 1.934, los artistas y hombres de letras españoles ofrecieron en el emblemático Teatro Fontalva, en plena Gran Vía madrileña, un homenaje a su compañero, Buenaventura L. Vidal, con la participación del dramaturgo (premio Nóbel de literatura en 1.922), Jacinto Benavente, la genial y afamada actiz dramática, Carmen Díaz y, con un papel estelar, otro genio de las candilejas, creador de un arte noble como fue el de llevar la poesía insuperablemente escenificada a las gentes del pueblo llano, o sea, hacer partícipe a éste de forma asequible y comprensible en alas de un arte exquisito, lo más noble de la cultura nacional, haciéndola además de aristócratica en las clases altas, también aristocrática en el sentimiento y la inteligencia popular, algo. que siempre agradeció, como consta en las crónicas de la época, las llamadas clases de izquierda que quedaron equiparadas en el arte de altura a lo mas selecto de la intelectualidad, auténtico milagro, ello, que sólo consigue el genio; miles y miles más de crónicas como ésta, dan fe de ello. y, lo que es más, es motivo de legítimo y noble orgullo para cualquier hijo bien nacido de Cártama, pueblo natal del Exmo Sr. don José González Marín que hizo el milagro para España y todo el mundo de habla romance; tomen nota sus detractores a los 56 años de su muerte.
Denuestos injustos, que sólo ha recibido, sarcásticamente, en el pueblo que fue su cuna y al que tanto bien hizo, mientras los que le critican lo han llevado a la ruina y el atraso cultural.
Él, empero, se codeaba, dando gloria a su pueblo de nacencia, con premios Nobel y personajes emblemáticos de la cultura y el arte de la España y la América de su época. Gloria y pátina para Cártama.
Sirva el testimonio gráfico y la literatura que la acompaña, aquí inserta, de prueba fedataria de lo arriba enunciado