lunes, 28 de noviembre de 2011

EN DEFENSA DEL NOMBRE DE NUESTRO PUEBLO

Una de las muchas  muestras del activo arqueológico de Cártama: Cabeza de Ceres (S. II d. C)


De un tiempo a esta parte, no se como nos las arreglamos los cartameños --metámonos todos y sálvese quien acredite lo contrario--, que sólo salimos en los medios informativos, comarcales y nacionales, para dimes y diretes bajunos o de torpe traza, que haberlos los hay y los habrá, como en toda colectividad, tal sucede desde los vándalos engendrara a esta región andaluza. Lo peor es cuando en los problemas íntimos de cada lugar meten baza algunos periodistas. Algunos de estos plumíferos paletero, al parecer recién salidos de la miga y con el cascarón aún pegado al culo, nos han tomado de un tiempo acá por el “chumino” de la Bernarda.



El último guiño lo acaban de hacer en “La 5”, cadena televisiva de ámbito nacional que, como siempre, con recogedor y escoba de peón no cualificado en mano, va barriendo por las calzadas arrabaleras para dar a conocer a los cuatro vientos cuanto de sucio acopian. Asina ha hecho con el “transcendente hito nacional” de que en Cártama este año no se va a instalar el alumbrado público navideño; ¡toma: ni en multitud de municipios más por estos andurriales meridionales de la hispana piel de toro, no te jodes...!



No quiero abundar mucho en ello pero, las “luces” a quien por lo visto le faltan es, a todas luces, a la susodicha cadena televisiva, pues cogiendo el rábano por lo gordo, da transcendencia informativa a lo accidental de unas fechas que entrañan un significado y una referencia con 2.000 años de mensaje salvador que permanece vivo igual de solvente y benéfico en el corazón de la humanidad, cuando toda la pretenciosa urdimbre de ideologías políticas, sistemas filosóficos adventicios, y planteamientos “seudoprogres”, están ya en el muladar de la historia con, en su gran mayoría, millones de muertos a las espaldas.



Ciertamente, a qué negarlo, Cártama hoy por hoy sufre una relajación en su brillante línea cultural consuetudinaria, propio ello de todos los cuerpos sociales vivos.

Por cierto, posiblemente de lo anterior tenga, no muy en lontananza, mucha culpa el apoyo mediático que por la paga prestan a ideas periclitadas algunas cadenas televisivas y emisoras de radio de la línea de la Tele 5 de marras, con su María Antonia Iglesias (mejor sea el año y que no se la encuentre uno de noche a media luna en un descampado); el ínclito y desparpajado de frenillo (lingual, otro es impensable), Jorge González (no “Jordi”, ¡qué cursilería...!) que ha promocionado audiencia, así está el patio, con la morbosa entrevista, entre otras del mismo empaque, a la madre del Cuco días atrás; un tal, muy conocido en su casa, de pelambrera albina y con apelativo tirando a enciclopedia ilustraburros (¿So pena, acaso?); y, otros arbustos de análogo ramaje ideológicamente esclerótico, etc.



Pues sepan estos señores de Tele 5, que Cártama comparte con los pueblos ribereños del Guadalhorce una enjundiosa historia que hunde sus raíces en la noche de los tiempos, y que merece, --como brillante tesela del mosaico histórico de España y de América (sí, de América) que es-- un trato periodístico más profesional y responsable que el que en varias ocasiones nos han dado ya estos, y otros, plumíferos que sólo saben periodísticamente esquilmar noticias en los canteros de cebollinos, dando el culo al actual devenir patrio, tan irresponsablemente precarizado por elementos de su línea ideológica de sobra conocidos.

Cártama, sépanlo, tiene unos ancestrales e impresionantes activos históricos y culturales que, ¡vive Dios!, merecen más respeto que cualquier otro lugar de la Bética: De la presencia del hombre prehistórico en su solar dan fe testigos arqueológicos de belleza e interés singular; ibero turdetana, las maderas de sus entonces poblados serrijones fueron, según viejos anales, empleadas en la construcción del Templo de Salomón, llevadas allá desde los pueblos guadalhorceños por los fenicios; fue municipio federado de Roma como atestiguan miles de restos arqueológicos (estatuas, inscripciones, medallas, monedas, mosaicos, etc) que ya quisieran para sí otros muchos pueblos, y, de Cartima, según más que verosímiles propuestas, fue hija Claudia Prócula, esposa de Pilato, y la única defensa, según San Mateo, que tuvo Jesús durante el juicio que le condenó a oprobiosa muerte de cruz; de Cártama fueron los jesuitas Hermanos Altamirano, amigos y protectores de Feijoo, que tuvieron gran influencia en la Corte de Fernando VI y Bárbara de Braganza, siendo uno de ellos, Luís Lope de Altamirano, el jesuita enviado por el Papa a las Reducciones Guaraníes del río de la Plata en virtud del Tratado de Límites para convencer a sus hermanos de la Orden a que lo cumplieran, y cuya figura aparece en la célebre película alusiva, “La Misión”; de Cártama fue el enorme poeta y erudito, fundador de periódicos, Director del Teatro Español de Madrid, etc, Enrique López Alarcón y, para terminar porque la lista sería larga en exceso, de Cártama fue el genial actor de teatro y creador de un noble arte nuevo (la escenificación de la poesía para que la pudiera paladear y comprender el pueblo liso y llano de todos los pueblos de España e Iberoamérica) José González Marín quien, además, protagonizó la más bella y emotiva cantiga mariana de todos los tiempos y lugares, de donde se derivó que, en época aciaga de nuestra historia, Cártama suscribiera votos de hermandad con todas y cada una de las repúblicas hermanas de allende los océanos.



Ha quedado muy bien recogido dicho hito en el libro, recién aparecido, “Cártama histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina”. Enterasen de la historia e intrahistoria de los pueblos que tan a quemarropa y ligereza maltratan, señores de Tele 5.