jueves, 15 de junio de 2017

ANÉCDOTA DEL FRANQUISMO EN LOS AÑOS CUARENTA

Como algunas otras veces la esposa del General  Franco, Doña. CARMEN POLO, visitó durante un par de días (no recuero ahora cuantos) Málaga.

Una de sus servidoras,  que gastaba gafas  de miope, le dijo a doña Carmen:  "Señora, mire usted que a uno de los tranvías  de Málaga le han puesto en la parte alta delantera  un letrero que dice: A LA MIERDA CARMEN POLO"

No más escuchar a su ayudante, la señora de Franco llamó a éste y le comunicó el desafuero del tranvía malagueño. De inmediato, Franco (menudo era Franco), dio las órdenes pertinentes.

Le contestaron con premura lógica que, todo era un error de quien hubiera leído el letrero del tranvía, puesto que lo que hacía constar en su frontispicio para orientación de usuarios era el itinerario habitual: "ALAMEDA, CARMEN, PALO".  O sea: "ALAMEDA PRINCIPAL, BAÑOS DEL CARMEN Y BARRIADA DE EL PALO

Todo termino en que a la ayudante de la primera dama española la llevaron más que de bulla al oculista,  le repasaron la vista y le pusieron unas gafas nuevas.