Don Miguel de Unamuno se resistía a ir a ver de recitar a González Marín, hasta una tarde decidió, al ver como lo trataba la crítica, ir a verle. En el espacio entre poemas y de entre los aplausos del publico, sobresalió un vozarrón que gritaba al rapsoda: ¡¡¡PEPE, ERES UN BESTIAAAAA!!!. Era don MIguel de Unamuno, impactado por el egregio arte de "Pepe" González Marín.
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Y, LOS HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO, LO VIERON TAL COMO REALMENTE ERA LA FIGURA Y EL ARTE DEL GENIAL ACTOR Y AEDO DE CÁRTAMA:
"El arte de González Marín tiene sus raíces más hondas y su más comprensible excelencia en el
sentimiento de lo popular; de ahí su vigor y su atractivo indiscutible.
González Marín, recitando, es una
exaltación del pueblo. Este, por medio de él, habla y canta como enardecido,
unas veces con acentos de unción religiosa, y presta a la palabra el calor y la pasión de un
corazón amando, y la fuerza plástica de una diestra pintura.
Dice, y evoca, y representa, y hace vivir ante quien
le oye sitios, imágenes, cantares y palpitaciones del espíritu en conjunto
armonioso. En todo arte, lo selecto
popular es una aristocracia".
Tratar de utilizar su figura unos, o, baldonarla otros pretendiendo atribuirle una concreta adscripción política y, ello, en su propio pueblo, es propio de tahures intelectuales.
