miércoles, 20 de noviembre de 2019

AYUNTAMIENTOS AUTOADJUDICANTE EL DE CÁRTAMA

Desde tiempos ha, por donde quiera que,  humanamente, se toque a nuestro Ayuntamiento, pringa y huele mal.

Esto que ven en la foto, son los antiguos lavaderos públicos que había tras la fuente de los caños gordos en calle Alarcón Luján, en un solar terraza  previo  a la antigua casa de labor y tinado propiedad de mi padre.

Un día vino a casa (yo estaba presente) el alcalde de turno, cuyo nombre omito porque no está entre nosotros ya,  y le pidió a mi padre que le PRESTARA  al Ayuntamiento una parte de solar, tras el  pilar, en su terraza de entrada a la  casa labor. Pese al obstáculo que ello significaba para entrada de  bestias cargadas con alfalfas, alcaceles e incluso carretas con paja, etc, accedió a   prestarle  para un lavadero público un trozo de terraza,  aceptando confiado mi padre  la promesa del alcalde que le aseguró: "hasta que traiga el agua al pueblo desde el río y se ponga alcantarillado  y  agua en todas las casas para que las mujeres no tengan que ir al río, a la  alberca "Pajarito", al Arroyo judío, etc,  con una canasta de ropas sucias a lavar con ella al cuadril, y lo mismo volver con la colada mojada que pesa más aún" Mi padre, hombre siempre generoso y cabal, y  dado el humanitario fin, accedió de inmediato, pese a la extorsión que le causaría  el Lavadero. En efecto, al poco tiempo se quitaron a las mujeres de salir al campo a lavar sus ropas haciéndolo en el nuevo lavadero, de cuya inauguración existen fotos del alcalde y el pueblo con el Gobernador que vino a inaugurar la obra antes de usarla. El alcalde, iba más ancho que alto con elk tanto que se apuntaba.

Pasó un tiempo y, a  Cártama la dotó de traída de agua  el alcalde, Pedro Morales, el mejor alcalde que ha tenido Cártama en todos los tiempos. No más terminar las obras, dicho alcalde, como tenía dicho,  dimitió y entró otro.  
Lógicamente, mi padre pidió que se desmantelara el lavadero que tanto le perjudicaba y ya no se usaba en absoluto, y ese fue el convenio. La respuesta del alcalde la tengo por una vileza total: "  Paco Baquero  (tengo que decir que el atropello aligeró la muerte a mi padre;  lo que sigue era con  mi padre ya  muerto y,  el local,  era ya una tienda  de muebles, "El Rinconcillo" y mi vivienda familiar) la Corporación (seis concejales ) hemos decidido, según la ley que el solar ya es propiedad del Ayuntamiento. Hice objeciones lógicas, invoqué el trato entre hombres de palabra (al menos mi padre), etc, que en un principio aceptaron. 

Pero un día llegaron unos peones y blanquearon toda la terraza de mi casa. Toda, no sólo el solar de los lavaderos ya desmantelados. O sea en derecho natural el Ayuntamiento me robó  parte de lo poquito que heredé de mi padre. Otro día diré aquí la contrapartida de beneficios que yo he deparado al pueblo; desde luego, sin beneficio alguno, más que todos los concejales y alcaldes juntos sin cobrar yo una pesetas, pero ellos se ponen sustanciosos sueldos así mismo y no hacen ni el huevo.