Para disimular ante  el pueblo la felonía de quitarle el nombre del más insigne artista del mundo en su arte noble ---NACIDO EN CARTAMA EN DONDE VIVIÓ QUERIDO POR SU PUEBLO TAL DEMUESTRA, ENTRE OTROS MUCHOS, EL DOCUMENTO DE ARRIBA, 

 Y  AQUÍ QUISO ESTAR ENTERRADO--- su nombre al Teatro que se hizo en su honor el edil mayor de turno y algunos adláteres suyos se dedicaron, y sigue en sus treces aún,  a decir y propalar que en vida su pueblo no le quería. Pues que lea el indigente  de caletre susodicho o aludido, la carta que arriba se inserta y otras muestras no menos ostensibles que  se le van a proporcionar a algunos gota a gota. Quienes escribieron a un diario para que quede constancia del sentir de un pueblo, amén de otras muestras que se irán publicando (y comentando . Unos mandatarios que dejan al pueblo que los ha elegido en evidencia tan escandalosa sobre su estima y cultura, no tienen justificación y, así, y no con desleales medias tintas y pusilánimes dilaciones (que son otro agravio al ofendido) hay que decirlo. Decir que la restitución del nombre al Teatro vendrá con el tiempo, es una mentecatez de marca mayor.