Cuando González Marín filmaba con Mª Fernanda Ladrón de Guevara, su marido Rafael Rivelles (padres de Amaparito Rivelles la de Malvaloca) y María D´Albaicín, la película, "El embrujo de Sevilla, en 1.930, las intelectuales y políticos de Málaga le encomendaron propusiera a Picasso --con el que el cartameño se reunía en virtud de la amistad que lers unía desde adolescente cuando el pintor venía a Cártama a requerir de amores a una hija Alarcón Lujan-- que, pidiera al genial pintor su vuelta a Málaga siquiera en ocasiones en aras del prestigio de su tierra. Picasso (lo he contado otras veces), le respondió: "Pepe recítame cosas de España y de Málaga, pero no me pidas que vuelva a ésta, porque tú sabes bien que no es madre, sino madrasta..." Málaga, y aún más Cártama, lo han sido con su egregio hijo artista, después de muerto.
Hijo de Cártama, Pepe González Marín, cuya categoría se deduce de la simple lectura del resto del recorte arriba inserto. Sin más comentarios.