Si en 1.980 los daños relativos del fuego fortuito costó al Ayuntamiento DOS MILLONES de pesetas, fácil es colegir lo que en términos relativos le costó al rapsoda cartameño, Pepe González Marín, restaurar los daños de quema intencionada total perpetrados durante el periodo frentepopulista de 1.936, aparte de que también este cartameño de pro pagó el trono de plata que hoy, cada 23 de abril, luce nuestra Patrona, como también mantos y la corona de oro, etc.
Allegó su importe verso a verso durante en una turné de cuatro meses con funciones de tarde y noche por todos los proscenios de los teatros de Andalucía.