La maldad
sólo es fortaleza para los malvados.
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La moral de la gente está
cansada, porque la gente hoy siente cansancio al pensar.
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Basta el
sentido de la rectitud para determinar la hombría de los hombres
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Mentir
siempre es no ser persona nunca. Los políticos, luz del pueblo, mienten a
mansalva y, por empatía, han hecho embustera e hipócrita a la sociedad. Es
triste ver a la muchedumbre asentir la
mentira flagrante y dispuesta a mentir en todas las ocasiones.
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El hábito
de la verdad nace de la educación. El pueblo que desconoce la altura y el goce
de la verdad suele llevar al cadalso a cuantos se oponen al truculento
materialismo de la mentira.
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Más que la
verdad, agrada al hombre de nuestro tiempo lo que entiende (no mucho) lo que le
conviene a él y también lo que va contra el enemigo.
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Enseñar
mentiras ideológicas a los niños en las escuelas es darle mantequilla envenenada. El hombre adulto es recolector de
lo que le enseñaron de niño. Esto lo sabe la casta política y por eso manipulan
la enseñanza y la cultura.
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