martes, 8 de noviembre de 2016

TENEMOS EN ESPAÑA UNA FÉRREA DICTADURA PARTITOCRÁTICA

   
                Hace pocos días, en una larga entrevista que el gran político y diplomático gallego, Paco Vázquez  (que fue alcalde socialista de La Coruña,  católico, embajador de España ante la Santa Sede, conferenciante ameno e incisivo, que todas esas cosa ha sido y, aún más), ha hecho a la cadena televisiva,  13TV, dijo algo dentro de su largo y denso discurso  importante y llamativo  en estos momentos en los que la gente se ha entregado acríticamente a la partitocracia imperante, refiriéndose  a la situación lamentosa por la que atraviesa su  partido, el PSOE.

                Vino a decir muy “diplomáticamente” don Paco, y ¡con que mala leche!, que el PSOE para terminar de hacerse con el poco y siempre prioritariamente legítimo protagonismo que le queda a la sociedad civil (que enfáticamente los zocatos llaman, “el pueblo”), debe salirse  de las obsoletas y excluyentes “Casas del Pueblo” (en donde toda planificación “pesebril” tiene su Agora y toda maquinación integrista su lanzadera) y desplazar  al estamento civil de sus genuinas instituciones ---Cooperativas, Plataformas cívicas (ejemplo lacerante de éstas la del Hospital Comarcal del Guadalhorce apestosamente politizada), Asociaciones  de Vecinos, Juntas de vecinos de viviendas, etc---, o, crearlas camufladas como vecinales o civiles en donde sea posible y no las haya.

                Los  políticos españoles no tienen necesidad hoy de llevar a cabo esa  maniobra que propone el señor Paco Vazquez: Mientras Alemania con unos 84 Millones de habitantes tiene unos 155, 000 políticos y está tan bien gobernada que ha reducido (por poner un ejemplo) la edad de jubilación a 63 años, España con  la mitad de habitantes tiene unos 500, 000 políticos, con abundancia de analfabetos funcionales mantiene la edad de jubilación en 67 años. Al respecto, y a modo de metáfora (pero que era una realidad), cuando otrora a un labriego le salía uno de sus hijos que no hacía otra cosa que correr lindes y echar barzones sin nunca dar un golpe en el tajo, el padre le decía: “Tú  a guardar los guarros, so inútil, que no sirves pa otra cosa”. Ahora, en semejantes circunstancias el padre dice al hijo vagueras. “Mañana mesmo hablo  con el responsable del partido “Comeycalla”   que es amigo, pa que te meta en una lista pa el politiqueo, po tú no sirves ni pa da punta de batas…”  Carlos Marx fue más científico al denunciar: “La peor  pesadilla de cualquier sociedad es que los ignorantes lleguen al poder” No lo digo yo, lo dijo, repito, Marx.

Por  cada 1.000 habitantes (eche el lector la cuenta), España tiene 110 políticos, más los arrimados (as), los tragaldabas de los ERE, Curte y la bendita madre que parió a Peneque,  un sinfín de consejeros (la mayoría indigentes intelectuales pero pelotas arrascaculos que eso les gusta a los políticos a rabiar), chóferes, y, la santa biblia en pastas. De tal guisa mari-mandones están ya nuestros políticos de arriba y de abajo (hay honrosas excepciones) que tienen sojuzgada a la sociedad civil, que cualquier día, igual que el de aforamiento para los latro-cínicos sinvergüenzas, nos imponen  el derecho de pernada como en el Medioevo.


Sí tenemos un motivo de alegría: Al parecer, según leí ayer en las redes, el Tribunal Supremo ha ordenado a la Juez Nuñez de Andalucía  que reabra los expedientes de los ERE que archivó dándolos por prescritos, y que abrió la diligente,  valiente e imparcial, Juez Alaya.