viernes, 6 de abril de 2018

ASI LLENABA LOS TEATROS DE TRES CONTINENTES TARDE Y NOCHE

Para un artista de Teatro, su obsesión, su pesadilla y su razón de ser fue, es y será  completar cada tarde el aforo de butacas de las Salas en que actuare; José González Marín, siempre las abarrotaba desbordando sillas en patio, plateas y altos hasta la bandera de España que él, dando a entender que iba a decir la poesía de su patria que era todo el universo de habla hispana,  sugería le pusieran ondeando frente al escenario.

Indefectiblemente por amor y deferencia a su persona y a  su genio artístico y poético fue adoptado hijo de la comarca del Guadalhorce durante la II República aunque,  virtualmente, nació en Cártama  ---no, Cronista Oficial del PSOE cartameño, no estoy hablando, ni lo hice jamás (usted sí, taimadamente) mal de mi pueblo, es que la historia se ha de atener siempre a la verdad que, en este caso,  es así: era hijo adoptivo de todos los pueblos del entorno como lo fue de infinidad de los de  España de Este a Oeste, de Sur a Norte, y el gobierno republicano, interpretando el sentir de España, lo distinguió con la Gran Cruz de Isabel la Católica, Collar Alfonso X y un homenaje en cada plaza que llegaba a actuar, tales, por poner algunos ejemplos, Valdepeñas, Valencia (fallero Mayor), Ronda, Irún, Bilbao y San Sebastián, Santiago, Lisboa, etc.etc.

Empezó de galán joven con la gran dama de los proscenios, Doña María Guerrero, al morir ésta, pasó con otro monstruo de la escena española como Enrique Borras con el que, primer actor, recorrió varias veces América  desde la Tierra de fuego a Nueva York y, también, solía hacer  África. SEGUIRÁ.