CONCISA CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DEL GOBIERNO.
Exmo, señor:
Con todos mis respetos: Su demagogia y capacidad despiertan asombro, amén de vergüenza infinita en cualquier español de bien, ¡es así!; perplejos estamos viendo los españoles de lo que es usted capaz: Un presidente de gobierno que lo recibió democrático ---hoy ya, por obra suya, una partitocracia tercermundista---, aunque no con métodos democráticos sino con chanchullos obscenos por su parte.
Usted, obviamente, desdeña a la Justicia y la persigue entrometiéndose capitalizadamente (no respeta la separación de poderes) en sus meritosas funciones, incluso comprometiendo, si necesario le fuere a usted para sus chafarrinadas, la firma del Rey. ¡Un prenda que está usted demostrando ser, don Pedro Sánchez; voltario, embustero, falaz compulsivo y, experto en plagios de tesis, nepotista y, ¡cuánto más!; sin ir más lejos: La letal administración que ha hecho usted con la pandemia, que tantos muertos, en especial de viejecitos en residencias, por presunta punible negligencia suya y de su caro amigo bien llamado, “El moña”; aunque la coleta de raposa de gallinero con que se caracterizaba la ha perdido al darse el piro por las cañadas empapado en zotal por el rocío que le ha echado la matritense presidenta, Ayuso, dueña, dando ejemplo para muchos, de viril cuajo, etc.! Usted debería imitarla en vez de perseguirla con malas artes, tal viene haciendo. Imitándola sería usted un hombre más cabal, pese a ser ella de una exquisita feminidad en su porte y en su mímica.
Con el patrimonio emocional y la dignidad de todos los españoles engañados y sin capacidad crítica ya, quiere usted pagar a unos criminales y abigeos que excluyen con escandalosas artes de su región a una gran cantidad de españoles patriotas, sus votos para perpetuarse en el poder ilegítimamente. España ante ello, bala y traga.
Ni el célebre político, el “Pollo de Antequera”, hizo un alarde de compra de votos tan descarada y lesiva como hace usted; con un diferencia: el “Pollo de Antequera” pagaba los votos con su dinero, usted lo hace de estraperlo tipo pirata a costa de los españoles moral y materialmente y, con toda desfachatez, alega que lo hace porque no practica NI LA REVANCHA NI LA VENGANZA. ¿La Justicia en su mandato se aplica por revancha y venganza? ¿Sabe lo que ha dicho? Eso sí con los votos de esos criminalizados por la Justicia paga usted los favores electoralistas (a traición con la Patria) que le hacen los tales.
Incluido el nefando “moña” de marra, que ha terminado de najas por las cañadas como si la Sra. Díaz Ayuso le hubiera rociado con zotal, de tal manera que, hasta la raposera coleta se ha dejado en la “espantá”.
Los presos que son candidatos a su indulto sin cumplir las sentencias; y no sólo no se arrepienten, sino que alardean de que volverán a repetir los hechos oprobiosos cuando salgan de la trena por los delitos de lesa patria que le llevaron a ella.
Ya, previamente (¡manda “guevos”!), su Ministro de Justicia (Juez, por cierto) nos ha conminado sutilmente a que encajemos su chirriante chafarrinada de indulto a unos criminales, “con naturalidad”; la naturalidad del borrego, claro.
Es deducible de todo ello, que los cincuenta mil presos que tiene hoy España (más que Franco pese a ser un “dictador”), y con delitos menos graves en puridad que los de sus amigos, es de cajón que, por la misma regla de tres que usted invoca tomándonos por gilipoyas, los ponga a todos en puta la calle. El mundo entero, en vez de decir que usted es un majareta, que creo es el caso, lo pondría en un altar con una corona de raspasayos rodeada de macetones de pilistras.
Y sin perjuicio de que usted se haya ciscado en las leyes, se ve que una de las contrapartidas por el “favor” a pagar por usted que ha de sustraer a todos los españoles es, y sigue siendo, es el indulto a sus gravísimos delitos de lesa patria UNA; esto, por ser gravemente cierto, no debemos olvidarlo. Demasiado, siempre es demasiado.
Y, para terminar, esos señores no sólo no se han arrepentido de sus fechorías contra la Patria de todos (Cataluña es de todos los españoles), sino a voz en grito en las calles han proclamado que cuando salgan de la trena los volverá a hacer; sus delitos los han valorado un tribunal de jueces ilustres y éticos, a la luz de las leyes pertinentes durante varios meses día a día; han tenido ocasión sobrada de defenderse asistidos de formidables abogados, y, pese a ello las leyes, no los jueces por revancha y venganza, se ven obligados en Justicia a condenarles a pena de prisión. Cualquiera sabe que su delitos son de una gravedad proverbial. Y, ahora, viene usted invocando el indulto y acusando a los jueces implícitamente de vengativos revanchistas. Y, de paso, le pregunto ¿en qué lugar va a dejar usted a nuestro Rey…?. Mañana seguiremos hablando (D.M)
NOTA. No he corregido por estar ya cansado y, seguramente habré incurrido en lapsus semánticos. Por ello, de antemano pido perdón.
Gracias.
