LOS ENVIDIOSOS
Yo te pido
ángel de mi guarda
Que me
libres del envidioso,
Que en la
virtud ajena hace diana
Cual infraterno
Caín con la quijada.
Mi
vida es ya corta y pesada,
Y sólo
quiero emplearla en la paz
Que da la verdad con que la viva
En prepararme al buen recibo
Por el
Anfitrión de la Paterna Casa.
Ángel mío,
del odio del envidioso aleve
Líbrame envuelto en tus divinas alas
Mientras yo
medito absorto
En el
misterio en que Dios me aguarda.
¡Envidiosos,
cejad ya en vuestra injusta causa…!