A JOSÉ GONZÁLEZ MARIN
A
mis queridos amigos de la “Mesa del Guadalhorce”
***
Si
Dios no te hubiese dado
La
lira de tu garganta,
Fuente
de bellos arpegios
Que
en catarata enunciabas,
Para
cantar en romances
Las
glorias de nuestra España:
El
talento de sus poetas,
El
valor de sus toreros,
El
clamor de las campanas
Del
campanario de Cártama,
Cada
23 de abril señalado día de
Nuestra
Patronal Virgen
De
los Remedios advocada,
Y
la dulce alegoría mariana
De
esquilones de su Ermita serrana;
El
lirismo de las noches estrelladas y,
La luna pastora de manadas de luceros;
En
definitiva, no habrías sido tú,
Pepe
González Marín del alma,
El
genial pregonero de las hispanas églogas,
Con
nuestra Virgen famosa en tus brazos de aedo;
Ni
yo gozoso trovero de tu epopeya mariana
Por
todas las naciones Iberoamericanas.
Pero
Dios te dio la flauta de tu garganta,
Con
los lirios de tus dedos,
La mímica
de tu gitana cara
Que
templan la serenidad de tu alma;
El
fulgor de tu mirada con su hálito fulgentes
Y
tu mímica habladora…,
Todo
ello, chorros de perlas de plata.
Y
tú, amigo del alma, te llevaste de los Remedios la Virgen,
Cuando
la viste en peligro, a las Américas
Para
hacerla peregrina, país a país
Con
sus ciudades y pueblos, desde el Cono Sur a Nueva York
protagonizando con ELLA
la
más hermosa cantiga--epopeya mariana,
no
fabulada, de todas las historias del mundo.
Todo
ello chorros de perlas plateadas ocultos
Dentro
del alma, que fue luz de cantares alados
y,
Por
eso fuiste en el mundo,
Faraón de los
decires”
“Hermano de los poetas” y “Poeta de
poetas”.