CRONISTA OFICIAL “POLÍTICAMENTE CORRECTO”
Cártama
tuvo siempre cronistas independientes --alguno de ellos desestimó el canto de
sirenas de varios alcaldes que le quisieron nombrar “cronista oficial de la
villa” (el nombre lo dice todo)-- y se atuvo a lo que le dictaba su recta
conciencia cívica antes que acornilar su independencia intelectual al pesebre
político de turno.
Sabemos que
un alcalde osó recurrir al director del
Diario Sur, Francisco Sanz Cajigas entonces, para quejarse “gallardamente” de
que su corresponsal en Cártama “la ha
tomado conmigo, y le exijo a usted que lo cese como tal y como colaborador,
yole propondré otro más ademado... ”. El director del periódico le contestó: “Si usted me demuestra que las crónicas de mi
corresponsal son falsas, está cesado de inmediato”
El alcalde
jamás demostró sus especies, pero el director sí llamó a su corresponsal y le
pidió que moderase el tono de sus reseñas políticas, a lo que este adujo: “Don
Francisco, yo escribo como escribo, y, cuando lo hago, convierto mi pluma en una máquina fotográfica, de tal
manera que si lo que se pone delante de ella es un mono de Sumatra, no plasma
al Arcángel San Gabriel, sino a un mono de Sumatra. Y no se, ni quiero, hacerlo
de otra guisa”. Al Sr. Sanz Cajiga no le pareció inadecuada la contestación de su corresponsal y díjole
con sorna: Vete tranquilo y, “por favor,
sigue escribiendo aunque un día tú, Baldrich (corresponsal del Campo de
Gibraltar) y yo mismo vamos a ir a la cárcel, pero tengo entendido que allí dan
de comer y ya nos llevarán tabaco...”
Al hilo de
lo dicho: La actual Corporación Municipal no ha mucho aprobó por unanimidad nombrar
Cronista Oficial de la Villa al vecino, autodidacta
él, Fernando Bravo Conejo, quien toma posesión del cargo en un acto celebrado
en el Teatro antes llamado, José González Marín, y rebautizado con el apelativo
de “Carthima” alusivo a la
Cartima romana y, por ende, monumental falta de ortografía
cara al público. El flamante Cronista de la Villa , que hasta aquel momento había puesto de
chupa de dómine al “analfabeto funcional” equipo de gobierno que había quitado el nombre del
célebre artista cartameño al Teratro, ahora se traga in situ el primer marrón y
da la primera muestra de su dependencia mercenaria, y así, una vez detrás de otra hasta antier mismo.
Sí, a
partir de ahí el Cronista Oficial de marras ha venido dando incongruentes e incoherentes muestras de su servilismo que
se enumerarán en otro momento, siendo la última un comentario que ha hecho, sin
venir a cuento, en Factbook con motivo de una fotografía (insertada en éste por
un señor) de la remodelación del altar mayor de la Iglesia Parroquial
de Cártama tras la guerra civil durante la que fue quemado el antiguo. El
susodicho cronista oficial dice literalmente, y con desprecio absoluto a los
sentimientos eclesiales de la mayoría del pueblo cartameño: “Con la Iglesia no
valen sentimentalismo (manifestaciones espirituales). Ellos hacen y deshacen a su antojo sin contar con el pueblo” lo cual es rotundamente falso.
De
semejantes chafarrinadas demagógicas y
políticamente integristas se le tienen
anotadas a este ilustre cronista un montón que ya se enumerarán, pues
distorsionar la historia es un vicio de lesa patria que nos atañe a todos.
AA.VV. ERMITA LOS REMEDIOS