Hoy en vista de los visto podríamos hacer las siguientes matizaciones sobreañadidas:
1ª.- Alemania tiene 80 millones de fulanos y fulanas y 150.000 políticos. España 47 millones de idem pero con menos verguenza política (y muchos de la otra) 445.000 políticos, sin contar asesores, compinches tragabuches y otras gentuzas, como está visto y comprobado.
2ª.- ¿Para qué sirven 74.000 alcaldes y la monda de concejales y concejalas que, por cierto, merecen mi respeto porque ellos no tienen la culpa, sino el sistema irracional que nos han colado? Dígame quien tenga claro el entuerto si sabe la solución a este derroche en un pais en crisis.
3ª.- ¿Para qué sirven 1,206 parlamentarios autonómicos y 1.o31 diptados provinciales, incluídos de Cártama Garrido y Leonor. ¡Qué le "paezca" a usté! ¿Saben ustedes lo que le pagamos el pueblo llano a esta gente? Pues suponen 90.000 millones de euros. No digo lo que cada año se podría hacer con el dinero que pagamos a estos disidentes del tajo, porque de cuentas ando regular ¿Cómo es posible que en vez de sangrarnos a los españoles el gobierno no toma cartas en el desaguisado y manda a la "mielda" (que dijo el perote) a tanto golfo, sanguijuelos y sanguijuelas, y cargue a las familias normales (aunque aborregadas) con este dineral?
4ª.-17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias (¡Oh Dios, embajadas regionales!), empresas tapaderas, instituciones ad hoc, ERE (s), negocios personales con dineros públicos (nuestros) y, la madre santa que nos parió a todos, unos por golfos y otros por masoquistas que nos gusta que nos den por saco.
5ª.- Pues así, para terminar por hoy, llevamos treinta y pico de años y lo que al parecer le cuelga morena. Pero ¿son ellos culpables? No, los culpables somos los que les votamos un año tras otro y siguen convencidos de que van a salir nuevamente porque nos tienen a todos comprados, y sálvese el que no sea masoquista. Y, lo peor: Que todos estos golfos y golfas si la hacen no la pagan, o la pagan muy pocos; tienen patentes de corso (aforados) y, nosotros con nuestro voto los armamos caballeros, perdón chorizos. Por supuesto que hay excepciones pero, no dimiten de asco con lo que se ponen al mismo ras. ¡Ojú. ojú. ojú...!