sábado, 12 de agosto de 2017

SI NO ESTAN “CHALAOS”, QUE BAJE DIOS Y LO VEA…


         Es chocante que una mera e indigente caletral Corporación Municipal  o, un descerebrado  parlamento autonómico, pueda suprimir unilateralmente manifestaciones culturales patrimonio multisecular de toda  la Nación a la que rige el gobierno  central, por ejemplo, las corridas de toros y otras manifestaciones ancestrales  también el punto de mira de estos dictadorzuelos descocados.
            Ante estas insólitas  atribuciones, quizás legales pero a todas luces indecentes (¿puede ser legar lo indecente…?), no sería de extrañar que cualquier día nos sorprendan estos chquilindonguis  de calaña  tal, restaurando el medieval derecho de pernada (vean en un diccionario su concreción) a  favor de la clase plutocracia imperante y, con toda seguridad les entregaríamos nuestras novia la noche de bodas para que ellos sean los primeros conforme a este derecho, y, nos resignaríamos silenciosos,  sumisos y obedientes.
            En este contexto  tenemos (un ejemplo de esperpento político por miles) el “caso” de un político malagueño que, a lo que se dice, pide se promulgue una ley prohibiendo a la gente el consumo de carne de cerdo “para no molestar a nuestros amigos los árabes” Y, ¡coño!, qué decir de ese  otro “suceso”, también en Málaga según la prensa, de una recién licenciada en derecho que comparece ante el Colegio de Abogados malacitano a inscribirse y al reparar que en el impreso aparece el nombre del Rey (jefe del Estado), alega que no se inscribe por ello. La Junta de gobierno del Colegio, en vez de mandarla a capar monos, quita dicha clausula para que en lo sucesivo no moleste a ningún otro juriscantano.
Si todo esto, y más que vemos a diario, no es síndrome de que media clase política está  ya “chalá” , que baje dios y lo vea. Además, los tales han perdido la vergüenza torera