viernes, 3 de noviembre de 2017

ANDANDO Y PENSANDO

             
posverdad
 (qué cinismo llamar a una época de la posverdad) que estamos viviendo sólo se puede gozar no teniendo memoria, ya que si recuerdas y comparas te invade la tristeza. Hablando de memoria, el producto  zapateril que hace LEY (de obligada aceptación y acatamiento, por tanto) es lo más falaz, sectario y cínico que le pueda ocurrir a cualquier fulano de gobierno. Ya Felipe que intentó darle “la vuelta a la tortilla” de la historia que, per se, condenaba al marxismo y al bando republicano, optó por desistir alegando que todavía vivían muchos testigos de los hechos reales “y nos van a llamar embustero, tal somos”; así se lo dijo  a Alfonso Guerra. Después el nefasto y nefando Zapatero hizo la falaz MEMORIA HISTÓRICA, con el agravante de que  a Rajoy le faltaron huevos para derogarla cuando tuvo la mayoría absoluta. Como tampoco fue capaz de hacer con el genocidio abortista.