Debo esta singular fotografía de mis antepasados maternos a mi querida prima de Alhaurín de la Torre, María Donaire, que se la agradezco con un beso. Eran dueños mis bisabuelos de un despacho de pan en la calle Arroyo Blanquillo de Alhaurín Torre en donde se crió mi madre, que tanto me hablaba de sus abuelos. La vida es una noria.