sábado, 7 de julio de 2018

MUERE UN ESPAÑOL ILUSTRE DE CÁRTAMA


                                    
La muerte del padre Emilio Cuevas Sanmartín, SI, de 94 años de edad, ocurrió en la enfermería de San Estanislao  de Málaga el 30 de enero de 2.018. Nadie en Cártama, su pueblo de nacencia,  evocó con tal ocasión la figura y valía de su eminente hijo.
Nació, pues,  en Cártama (Málaga) el 7 de abril de 1.923; a su muerte llevaba 76 años en la Compañía de Jesús y 61 de sacerdote.
Siempre llevó a gala el ilustre sacerdote cartameño (según su biógrafo,  Ignacio Maury Rodríguez-Bolívar, S.I,) ser de Cártama --¡”que buen vasallo…!”—y, sus últimos años, evocaba su infancia con aún más frecuencia. Le gustaba recordar que era paisano de aquel jesuita, encargado por el P. General de ir a las misiones guaraníes de la antigua provincia de Paraguay  para convencer a sus hermanos de la Orden que  se sometieran al Tratado de Límites entre España y Portugal, siendo reyes de aquella, Fernando VI y Bárbara de Braganza. Era el P. Altamirano (véase mi libro,  Cártama histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina”), un jesuita que en la película, “La Misión”, nos hicieron los cineastas  el regalo historiológico  de encarnarlo en cardenal.
Quiero recordar que,  Emilio Cuevas Sanmartín, era el penúltimo hijo del  singular médico oficial de la villa, desde que terminó su  carrera hasta su muerte, José Cuevas Fontalva, que tuvo cinco vástagos en este pueblo: Concha  (casada  con el maestro nacional en Cártama,  oriundo de Periana y,  un tiempo alcalde de ésta, Fco. Segovia),  Francisco, José, Emilio y la dulce Matilde quien, también, quiso, como su hermano Emilio, entrar al servicio de Dios y su Iglesia, como monja.
Cuando yo, con siete años (1.938),  entré en la escuela de Francisco Romero Martín de Cártama, ya cursaba primaria en ella, Emilio Cuevas quien,  en 1.941, se marchó a El Puerto de Santa María,  en cuyo noviciado jesuítico pasó dos años  y, cuatro, en el juniorado. Se trasladó  a Madrid a estudiar filosofía, para hacer después las prácticas de Magisterio en el Colegio Portaceli de Sevilla.
Siguen  cuatro años de teología en Granada, pasando después al Colegio San Estanislao (El Palo) de Málaga; después pasa a Las Palmas de Gran Canaria, ejerciendo su apostolado  en la Iglesia San Francisco de Borja y, en el Colegio San Ignacio, donde ocupó diversos cargos (según semblanza  que hace de él, el S.I antes referido, Ignacio Maury), fundamentalmente de Administrador de Comunidad y del Colegio. Simultáneamente es nombrado párroco de la Iglesia Ntra Sra. Del Atlántico y adscrito a otras.
El padre Cuevas Sanmartín, tuvo una gran preocupación por los pobres y menos favorecidos en donde quiera que estuvo, destacando en él la sobriedad material en que vivía. Estas dos virtudes fueron los rieles de su vida.  Aún en Las Palmas, su salud se desmejoró ostensiblemente y, queriendo estar más cerca del recuerdo de  su  pueblo, pasa finalmente a la enfermería de Málaga, en donde muere en la paz del Padre, con la constante saudade de su pueblo de nacencia, en el que  quiso cantar su primera misa cuando se ordenó sacerdote.
No ha merecido el Reverendo,  fraternal e ilustre hijo de Cártama, Emilio Cuevas Sanmartín, S.I,  que pasó por la vida impartiendo el bien  y el amor entre los seres humanos, en especial entre los más desfavorecidos, el más mínimo recuerdo de su pueblo de natal. ¡Lo de siempre…!