En reiteradas ocasiones se me ha pedido que, ya que hablo tanto de la Historia en este mi blog (y seguiré haciéndolo), explique el concepto que tengo del fin y utilidad de la Historia. A ello voy en los párrafos que siguen.
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Fin y utilidad de la historia.- El fin de la historia es inducirnos a imitar las buenas acciones de nuestros antepasados y no caer en los errores que, en ocasiones, los condujo (como parece suceder en estos tiempos) a la decadencia y a la ruina, porque la “historia escrita bajo el influjo de un espíritu de verdad y justicia, llega a ser escuela de moral para todos los hombres” y, viceversa.
Motivos que nos obliga a estudiar nuestra historia.- 1-º El interés que para todos debe tener el conocimiento de la vida de nuestros antecesores dentro del marco de nuestra patria, chica y grande. 2- º El noble sentimiento que despierta la hermosura de nuestra historia que lleva a tener como un timbre de gloria y orgullo el ser continuación de ella.
Jerónimo de S. Jesús, en uno de sus magistrales legados historiológicos venía a decir: La Historia hace presente lo pasado, cercano lo distante, notorio lo secreto, perpetuo y casi eterno lo caduco; constante lo voluble y ofrece a la vista muchas veces lo que se Ivo sólo una vez y aún apenas alguna, caso de las leyendas que nacen del pueblo (1) Ella renueva lo viejo, acuerda lo olvidado, resucita lo difunto y, con una casi divina virtud, restituya a lasa cosas su antigua forma y ser, dándoles otro modo de vida, no ya perecedera, sino inmortal y pèrdurable.
(1) Este espíritu reivindicarte de la historia e intrahistoria de nuestro pueblo, con la parte alícuota que le corresponde en la de España, se ha escrito mi libro, “CARTAMA HISTÓRICA. EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA” y, a los supuestos antes indicados creo haberme atenido para gloria de mi pueblo, lo cual afirmo sin falsa humildad.
La Historia , pues, como testigo de los tiempos, anuncio de los siglos, luz de la verdad, vida de la memoria, espuela de la virtud (si se escribe con lealtad a la verdad), archivo de la posteridad, monumento de la antigüedad, incentivo del valor, estímulo de la gloria, tesoro de la prudencia, oficina de las artes, teatro de las ciencias, madre de los aciertos (la que conduce a errores no es historia), y espejo limpio de las acciones y costumbres humanas, es la universal muestra de la vida.
En su escuela se aprende la policía del gobierno, la observancia de la religión, la institución de la familia, y la buena dirección de todos los estudios. De aquí toman documentos la paz, esfuerzos la milicia, noticias el estudio, ejemplos el valor y nuevos y mayores alientos la piedad.
Muy ignorante y torpe el que en largos años de su vida no sabe más que lo que alcanza su edad, aunque en ella alcance todo lo que en ella pasa y sucede.