Uno de mis carné de periodista
Esto
de crónicas breves me recuerda mis tiempos de Cronista Delegado Comarcal de un
diario provincial (ver foto) al que diariamente --incluidos sábados y domingos,
50 duros mes (ya estaba yo jubilado y no venían mal)-- debía llenar una página entera, a veces
más, sobre el diario discurrir
noticiable de la comarca guadalhorzana. Muchas noticias habíalas de meter con
unas cincuenta palabras, en un recuadro
ad hoc de plantilla que el propio medio me instaló en mi casa. A veces requería
un alarde de concisión y ajuste. Por supuesto, que también empleaba el recuadro amplio pero de no más de
400 palabras. Ahora, vuelvo en este mi blog al mismo sistema, pero
sosegadamente, sin agobios.
Viejo joven y jóvenes que nacieron viejos
Como
pidiendo de antemano perdón por los errores de escritura que pudiera cometer
por mi edad y cansada vista, de vez en cuando advierto en mis artículos, o
crónicas, que friso los 83 años. Y, ayer, no más, en un debate en feebook en el que tenía como oponentes a unos cuatro supuestos jóvenes, hice esta
advertencia. Uno de ellos, (según su apellido sobrado de pelos por el cogote)
demostrando una exquisita tolerancia intergeneracional, vino en decirme sobre
mi discrepancia en un tema “sus 83 años no
le han hecho tener educación...” con
lo que dejó evidenciada la suya. Todo porque
pese a su florida juventud y mi vejez no fue capaz de llevarme el pulso
dialéctico. En verdad, hay viejos a los que Dios (bendito sea) mantiene jóvenes
y, “jóvenes”, que nacieron viejos de
caletre y espíritu. Pero a la postre,
oigan, todo esto lo pare un ratón.
¿Cristaliza por fin el nuevo partido?
Parece que
el nuevo partido cuya creación se viene barajando, aunque aún lo niegue su
presunto cabeza de lista tiene visos de ser una realidad. Incluso parece que
por lo bajini se están recogiendo firmas hasta las quinientas necesarias. Yo,
obviamente, como me lo cuentan, lo cueto; a mí,
que me registren. Ahora bien,
quien me lo filtra no es precisamente un (a) joven nacido (a) viejo con alma a
cántaros.
Su
estrategia, es borrar del mapa electoral al viejo-joven, José Escalona y al
joven..., Manuel Infantes, sin descartar
arrebatarle al PP cinco
concejales y, ya más difícil, dos o tres al PSOE. Sobre el papel el
enfoque no es descabellado, sino más bien inteligente y congruente con la
realidad política local. Si yo estuviera en el pellejo de los afincados,
estaría “cagaito”.
Por cierto,
y siempre según mi citada fuente, la primera medida que piensan tomar es
cambiar (pero de verdad) el nombre al Teatro Municipal, y ponerle el que
siempre llevó, “José González Marín”,
aunque eso, de todos modos, tarde más o menos, es fruta ya madura en el sentir
popular que necesariamente ha de caer por su propio peso. Por ese sentir
popular al respecto, quien tenga la inteligencia de tomar la medida tiene
asegurado un buen puñado de votos que es la calderilla del signo de los
tiempos. Escalona llevaba la propuesta en su programa, y ahí lo tenemos, que ni
soñando..., y con su Pepito Ocaña de dios como ariete ideológico mesándose los huevos por los vericuetos de feebook sin hacer mucho más, salvo, con ello,
ponérselas al nuevo partido como le ponían las truchas a Franco cuando iba a
pescar. Claro que Franco antes se había batido el pecho en 160 batallas todas
triunfales. Esa es la verdad, y qué menos iban a hacerle los suyos, coño.
Pero, que
se ande con ojo el nuevo partido que no todo el monte electoral es orégano: El
PSOE, que cuenta con gente joven y motivada, capitaneadas por el dinámico Jorge
Gallardo, va en su bergantín “con diez
cañones por bandas, viento en popa a toda vela” que se las pelas hacia la
mayoría absoluta, y, si no surge el
freno de marras, lo que es Leonor no se lo va a impedir, porque como decían
antaño los campesinos de acá, “no hay
zorra con dos jopos”. Al tiempo.
El porqué...
He echado
manos a escribir de esta guisa y dinamizar mi blog, porque mi hermano, el que
dirige El Aguijón, me ha “deslizado” como el que no quiere la cosa, que tengo mucho metido en su
medio, como si yo tuviera la culpa de
sentirme joven y no me asustara el estar inactivo viéndolas venir. Nací en el
tajo, mejor dicho mi madre rompió aguas cuando se traslada de cortijo a cortijo
a lomos de una burra aparejada, y a punto estuvo de parirme a lomos de ella. Y
sobre la mohína pienso diñarla cuando a mi Dios bueno le plazca. Mientras
tanto, seguiré haciendo bien a mi pueblo, como siempre; lo cual, no renta ni
mijita, ni falta que me hace; yo, con mi
conciencia, que es la que da y quita reconocimientos. Ya lo hace.
NOTA:
Quiero agradecer a mis citados oponentes
el buen rato que pasé dándoles
“catiti” argumental, porque parece mentira a donde hemos llegado, hasta el
punto, de que van por liebres al mar y
por chanquetes a la “jaza arriba”. Sí he de reconocer la mesura y saber estar
del amigo, Juan Gutiérrez; de todo hay
por estos andurriales.