A
Juan Gutiérrez que escribe poesía con sus fotos
Sí, me atrae el campo. Se algo
de la tierra y de sus gentes. Conozco aquella en su ternura y en su dureza, he
andado sus caminos, he descansado mis ojos en la hermosura de su río con su
puente generoso y labrantío… Se de montes sonoros, fui amigo, cuando abundaban, de las encinas solitarias de la vera del
camino, y me gustaba gatear a las ramas de los grandes algarrobos en do
mora la “santateresita” de halitos
verdes e inofensiva; fui amigo de “las viñas” cuando se hacían esquilmos y
reinaba la alimaña y “tenía libertad la primavera”
En los
regadíos de muy niño en la
Alhóndiga puse costillas en los surcos tras las yuntas en las
besanas y en los surcos que trazaban las amelgas. Lloraba cuando veía a alguna
pipita, tontito, cogujada, chamarín, etc, cogido en la costilla-trampa por el
cuello boqueando la muerte. Una noche soñé con pajarillos cogidos en mis
trampas -costillas de alambre de acero, y ya jamás el niño solitario de un
cortijo puso “costillas”. Me iba al soto
del río con una hermanilla más pequeñuela y nos hicimos amigos contemplativos
de la jineta, la comadreja, el taimado y furtivo tejón de enormes uñas, de los
pájaros que alzaban al cielo sus salmodias de distintos tonos y arpegios, y la
polluela negruzca de río que se escondía espantada entre los juncos y
tarajes, y la garcilla de cuello
elegante y solitaria, del andarrío, y…el gato montés que nunca nos perdía ojos.
El gato montés que un día matara en un rececho Salvador el barbero (el que nos ponía “indersiones” y
ventosas cuando cogíamos refríalos por lo que lo odiábamos) y, ¡¡como lloramos la aleve muerte de nuestro
amigo, el gato montés!!
De estos recuerdos me vinieron
los torpes versos que dejé insertos en las páginas de mi libro “Cártama
histórica. El Juglar y la Virgen Peregrina ”.
Con ellos termino este exordio. Rezan así:
Eran
gentes del campo
Rudas y
trabajadoras,
Enjutas
como el sarmiento
Y nobles
como la higuera.
Si un día
me preguntaran
En que
gentes late el tiempo,
Yo diría
sin tardanza:
En las
gentes que sudaron
Nuestros
campos con labranzas
REFRANES DEL CAMPO
Abejas
--Cuando Dios hizo la abeja, no debió
crear zánganos.
Abono
--Ara mucho
y bien, estercola mejor, y serás buen labrador.
Albardonero.
--Coser y
hacer albardas, todo es dar puntadaas.
Alpargata.
--La
alpargata y la mujer, a todo hombre viene bien.
Aparejo.
--El aparejo
mata al asno, que no el trabajo
Arado.
--Hace la
oveja con su culo más que el arado rabudo.
--Ara bien,
haz buen barbecho y échale basura, y cágate en los libros de agricultura.
--Ara,
siembra, escarda y espera; que Dios velará por tu sementera. Semejante a “A
Dios rogando y con el mazo dando”
No basta
con llevar la mano en la mancera:hay que apretar con el pie paraque ahonde la
reja.
Arrieros
--Arrieritos
somos y en el camino nos encontraremos.
--No
compres asno de de recuero ni te cases con hija de mesonero.
Bestias
--Ni pega
sin mancha, ni mula ni mujer sin tacha.
Botija.
--Ni bebas
en botija, ni des a forastero tu hija.
--Habiendo
vino, baraja y brasero, ¡venga aguacero!
CONTINUARÁ