...pues no tengo por dichoso
al que el vulgo se lo llama,
ni por verdadera fama
la voz de sólo amigos.
Ni por fieles testigos
los que son apasionados.
Ni tampoco por honrados
los que no son virtuosos.-
Ni a los que son envidiosos
por vecinos de codicia.
Ni pienso que hará justicia
el que no tiene conciencia.
Ni al que le falta experiencia
tendré por buen consejero.
Ni al caviloso y artero
llamaré buen abogado.
Ni tristeza ni contento
que en un ser permaneciese.
Ni quien hable de la feria
,mejor que en ella le ha ido.
No el que bien afortunado
que lo atribuya a ventura.
Ni tan perfecta pintura
que no tenga impropiedad.
Ni estimada calidad
de noble que degenera.
Ni tan doméstica nuera
que guste de estar sujeta.
Ni he conocido poeta
señor de mucho dinero.
Ni abogado judiciario
que con sus ciencia no engañe.
Ni hay hombre que desengañe
que no venga a ser malquisto (mal visto)
Ni daño cuando es previsto
que no alcance a moderarse.
Ni el cobarde hallaré puerta
segura para escaparse.
Ni capitan que presuma de serlo
que no esté alerta.
Ni acertará a disculparse
el que hiciera cosa fea.
Ni aunque ninguno lo vea,
deja de estar Dios presente.
Ni falta jamás que hacer
al que bien quiere ocuparse.
Ni puede nadie librarse
de envidia y maledicencia.
Ni hay escudo para un necio
como el yerro del honrado.
Ni el que no sigue al pasado
le hereda es lo que es nobleza.
Ni hay socorro con pereza
que sea prueba de amistad.
Ni más loco desatino
que hablar u obrar con jactancia.
Ni hay daño con abundancia
que no se pueda llevar.
Ni hay provecho cual gastar
el tiempo antes que acabe.
Ni sabe poco el que sabe
vencer la dificultad.
