Reyes y pastores gritaron:
¡Doncella!...
¡Madre!...
¡Virgen!...
Maravilla divina en la
que creemos
Sin haber conseguido
resolver el dilema:
“Yo te hago luz de naciones”
A Ti Remediadora,
Un día te salvó el
poeta,
Y te restauró esta Ermita
Que había sido quemada;
Y te compró
este trono de plata
Verso a verso, metáfora a metáfora.
Y te han nombrado alcaldesa perpetua
A Ti Madre eterna, pero se olvida Tu
gesta
Hace ahora ochenta años
Hermanado las hijas de
allende los mares
Con su madre de sangre la
España de siempre.
En un establo sin heno
Oliendo a niño nacido,
Sin semilla de esposo,
Sin espasmos de Madre
Pariste al Dios hecho Hombre.
Lágrimas de asombro
En los ojos del buey y del asno
Presintiendo el Calvario.
Para encontrar su destino
El Dios hecho Hombre
Emborrachó a los pueblos
Con su Luz de milagros.
Y nosotros los hombres,
Los dioses de barro, engolados,
Seguimos escupiendo
Al Dios que
pariste
En pobreza de
establo.
y en cada aborto seguimos matando
Como
Hitleres de hogaño,
A niños Dios nonatos
Que son seres humanos