domingo, 3 de junio de 2018

MI NUEVO LIBRO, "LABRIEGO Y HÉROE"


              


Una vez terminado, y presentado con gran éxito,  mi anterior libro homenaje  a la gente del campo, "ECOS DE LA ALHÓNDIGA", he iniciado otro con el título de, LABRIEGO Y HÉROE , novela histórica  de Cártama interrelacionada con la historia de España. 
Para que se hagan una idea  del argumento del nuevo libro  libro, inserto el primer capítulo al que seguirán, con el mismo tenor historiológico, varios más hasta un total de páginas no superior a 100, pues se trata de novela corta histórica.




  I
            Un  lluvioso día de septiembre, Frasquito Talento  (así le llamaban todos los vecinos del viejo municipio de  Cartima), cargó en un mulo prestado  ---sus bestias las tenían sus hijos en la besana haciéndoles de arar, --- los capachos con  frutos de su huerta que urgía su venta por ser perecederos y llevar tres día cogidos esperando que el temporal cesara. Se encaminó al mercado de  Málaga para venderlos; al llegar a Zapata e intentar cruzar el Puente del Rey sobre  el Guadalhorce,  éste, crecido, sobrepasaba el puente en  un cuarto de metro; en su comedio, el mulo metió  uno de sus brazuelos en un boquete que había abierto la corriente,  quedando inmovilizado a merced de los elementos y  del río cada vez más encrespado.
 Talento, aterrado,  pedía socorro, cuando se le apareció entre las brumas del temporal una mujer enlutada que le dijo: “Arriero tranquilícese  que ya vienen cinco hombres  para sacarle de su terrible situación”. Llegaron esos  hombres de aspecto labriego y, casi en volandas, pusieron al mulo y a Frasquito en la otra orilla del río.
            Cuando  Talento intentó dar las  gracias a sus salvadores, éstos no estaban. Jamás, pese a sus pesquisas, pudo saber  quiénes eran ellos  ni la mujer enlutada; sobremanera les agradeció en su fuero interno que salvaran al mulo prestado cuando estaba a punto de ahogarse.
            Al regreso a casa,  ya de atardecida,  Frasquito le contó a su mujer, María Vargas, el suceso de aquella mañana mientras, simultáneamente, guardaba el dinero de la venta de los frutos en un “ceretillo-caja” de cogollo de palmas.
            María,  sobrecogida, envió a sus cinco hijos varones y algún yerno a preguntar y averiguar por los campos de Churriana y Zapata quienes eran aquellos hombres y aquella misteriosa mujer enlutada, pero, ni rastro de ellos y, tras un cierto tiempo de comentarios por el pueblo, todo quedó en el más profundo misterio y olvidado. Sólo se conserva hoy en el museo de la Virgen de los Remedios de la Iglesia Parroquial de Cartima como testimonio fedatario, un dosel para el púlpito con sus sombres bordados, que el matrimonio regaló a La Virgen.