Una vez terminado, y presentado con gran éxito, mi anterior libro homenaje a la gente del campo, "ECOS DE LA ALHÓNDIGA", he iniciado otro con el título de, LABRIEGO Y HÉROE , novela histórica de Cártama interrelacionada con la historia de España.
Para que se hagan una idea del argumento del nuevo libro libro, inserto el primer capítulo al que seguirán, con el mismo tenor historiológico, varios más hasta un total de páginas no superior a 100, pues se trata de novela corta histórica.
I
Un lluvioso día de septiembre, Frasquito Talento (así le llamaban todos los vecinos del viejo
municipio de Cartima), cargó en un mulo
prestado ---sus bestias las tenían sus
hijos en la besana haciéndoles de arar, --- los capachos con frutos de su huerta que urgía su venta por ser
perecederos y llevar tres día cogidos esperando que el temporal cesara. Se
encaminó al mercado de Málaga para venderlos;
al llegar a Zapata e intentar cruzar el Puente del Rey sobre el Guadalhorce, éste, crecido, sobrepasaba el puente en un cuarto de metro; en su comedio, el mulo
metió uno de sus brazuelos en un boquete
que había abierto la corriente, quedando
inmovilizado a merced de los elementos y del río cada vez más encrespado.
Talento,
aterrado, pedía socorro, cuando se le
apareció entre las brumas del temporal una mujer enlutada que le dijo: “Arriero
tranquilícese que ya vienen cinco
hombres para sacarle de su terrible
situación”. Llegaron esos hombres de
aspecto labriego y, casi en volandas, pusieron al mulo y a Frasquito en la otra
orilla del río.
Cuando Talento intentó dar las gracias a sus salvadores, éstos no estaban.
Jamás, pese a sus pesquisas, pudo saber quiénes
eran ellos ni la mujer enlutada;
sobremanera les agradeció en su fuero interno que salvaran al mulo prestado cuando
estaba a punto de ahogarse.
Al regreso a casa, ya de atardecida, Frasquito le contó a su mujer, María Vargas, el
suceso de aquella mañana mientras, simultáneamente, guardaba el dinero de la
venta de los frutos en un “ceretillo-caja” de cogollo de palmas.
María, sobrecogida, envió a sus cinco hijos varones y
algún yerno a preguntar y averiguar por los campos de Churriana y Zapata
quienes eran aquellos hombres y aquella misteriosa mujer enlutada, pero, ni
rastro de ellos y, tras un cierto tiempo de comentarios por el pueblo, todo
quedó en el más profundo misterio y olvidado. Sólo se conserva hoy en el museo
de la Virgen de los Remedios de la Iglesia Parroquial de Cartima como
testimonio fedatario, un dosel para el púlpito con sus sombres bordados, que el
matrimonio regaló a La Virgen.