Liberada Cártama por los nacionales(9 febrero 1.937), y ya en febrero de 1,938, al llegar en esa fecha José González Marín a Cártama con la Virgen de los Remedios en sus brazos liberada de haber sido quemada por el fuego socialista (éstos deben deponer su arrogancia), lo que más amor y dolor le suscitó fueron los "niños de la guerra", muchos de ellos huérfanos, para los que, de su bolsillo, hizo un comedor en el que se le proporcionaba a los niños, desayuno, almuerzo y cena, con menús de cada día de la semana redactado, para que fueran ricos en valor nutritivo por el propio González Marín incluyendo semanalmente uno o dos días, carne y pescado alternativamente.
Y, llegado el primer día de los Reyes Magos tras la guerra, tampoco quiso que se quedara sin "Reyes" ningún niño de Cártama y, le facilitó al alcalde un fondo para que una comisión de mozos y mocitas organizaran la cabalgata y comprara suficientes juguetes para todos los niños del pueblo. El día de la cabalgata, a él se le ve en la tercera foto empezando por la izquierda, junto al quicio de la puerta de Iglesia para, desde allí, compartir, sin protagonismo y emocionado, el contento de su pueblo. Yo fui uno más de los niños de la guerra y sé muy bien de lo que hablo y recuerdo con lágrimas porque lo viví.
Los tres reyes bajaron desde el castillo por el camino de la Ermita.