domingo, 7 de noviembre de 2021

                                                       ASÍ NOS VA

Año  2.oo1. Un día  de mayo de este año hube de pasarme por  el Ayuntamiento de Cártama, en el que gobernaban  en alternancia tres partidos: PP de Leonor García Agua, Juan Carlos Rodríguez y  Manuel Miranda.

 En las oficinas me encontré con la dinámica e inteligente concejala de cultura, Remedios Vargas,  enfrascada en las tareas de organizar el primer Certamen Internacional de Rapsodas, JOSÉ GONZÁLEZ MARÍN,  de feliz recordación  cultural que dio a Cártama y pueblos de la hoya de Málaga  prez y pátina.

 Si bien disponía la eficiente  edila de dinero suficiente (1.000.000 de pesetas) para premiar  al aedo ganador en  la lid juglaresca, se devanaba el caletre  (ella y el jurado de ilustres profesores y  literatos),   para concretar que imaginero podría esculpir aceptablemente la estatuilla  para entregar como recuerdo y consolación a todos y cada uno, de los  participante en la justa lírica.

De inmediato llamé  desde el propio despacho de Remedios Vargas  a mi amigo, el insigne escultor, José María Palma Burgos, residente entonces en Córdoba quien,  como su padre, Paco Palma Martín y hermanos Francisco y Mario, era también famoso escultor, autor por cierto, José María, del busto de José González Marín expuesto en el despacho del genial artista cartameño.

Tras presentarle por el teléfono el escultor a la concejala, ésta le contó su problema y, mi  amigo del alma respondió de inmediato: “Yo me encargo de eso; una “musa” que tengo diseñada al mismo fin para una institución de Madrid, va para Cártama en la cantidad que necesite  el pueblo de JOSÉ GONZALEZ MARÍN, NO  TE CUESTA UN DURO NI MI TRABAJO NI EL MATERIAL Y, REGALO TAMBIÉN PARA CARTAMA, cuna del mejor de los artistas y amigo bueno ,  el ISBN y todos mis DERECHOS  de AUTOR".

  Por la corta edad entonces, José María Palma no pudo participar, como  su padre y  hermanos mayores,  Francisco (el remodelador de la talla  del Cristo de Mena, o de la  “buena muerte”,  patrón de los legionarios) y Mario, en la reconstrucción a partir de febrero de 1.937 de la  Ermita de la multisecular imagen y tradición de la Patrona de Cártama, Ntra. Sra. de los Remedios expoliada por las milicias frente populista.

 Tras haber salvado PEPE GONZÁLEZ MARÍN la sagrada imagen de la Virgen de los Remedios de la quema socialista, reconstruyó y pagó costosísima la reconstrucción de su Santuario y le compró un trono igual al robado por los del Frente Popular. Eso no fue óbice al  bueno de González Marín, para  como “contrapartida”, librar de ir al Campo de Concentración y, quizás de la muerte, a 36 socialistas que hubo de avalar  corriendo, él mismo,  inmenso riesgo de su vida si alguno de los avalados se pasaban al otro frente.

Estaban retenidos ya en fila de marcha estos cartameños socialistas  en el cuartel  de la Aurora de Málaga  para partir hacia  el Campo de Concentración (Véase acta de Pleno del Ayuntamiento de Cártama de 20 febrero de 2.014  en donde  reconocen por unanimidad cuanto aquí digo y otras virtudes de hombre bueno de nuestro  laureado artista. 

Pero no  le restituirían en su ingratitud socialista el nombre que siempre llevó (el de JOSÉ GONZALEZ MARÍN)  su Teatro en Cártama porque, “en dicho Teatro cuando se ponía Cine salía también el NODO”   durante el franquismo. Era el tal  un ilustre concejal de Cártama. Y esta gente, gobiernan el Ayuntamiento de un pueblo con más  de  25.000 habitantes. Así nos va.