domingo, 11 de febrero de 2024

 

CRETINOS O SOLEDAD

Existen tantas formas de  cretinismo, como cretinos  pacen y, si bien aforamos, ¡¡vive Dios  que hay una “pechá” !!!.

Yo uso un truco para detectarlos: No tengo más que, como vengo haciendo, anotar los hechos de mis congéneres. Para no errar, hay que militar bajo bandera propia,  solitaria e independiente  y, vivo yo mi independencia coherentemente con mis principios  y sin miedos a las piruetas de los cretinos  consistoriales, que en tal cueva haylos,  como también, en el pueblo; tantos como ratas seguían al Flautista  Hamelin al son de su musiquilla populista y engañifla, sin caer en la cuenta  que flautista  los llevaba a ahogar en la mar salada.

Cuando Albert Camus recibió el Premio Novel  en 1.957, escribió, no sin antes  distanciarse del desmarcado, pero influyente  rojillo,  Jean Paul Sartre: “Cada generación cree estar dedicada a rehacer su pueblo; pero en contra de las apariencias yo ni lo intento; mi tarea no consiste en intentar salvar a mi pueblo, sino en habitarlo con coherencia de testimonio y sentido común e, insisto,  con una bandera propia y solitaria, libre  para poder llamar al que miente, embustero y, al que roba de cualquier guisa, ladrón.

Todo ello, cuando por ley de vida espero ya cercana la hora  en que Dios me recibirá propicio (e iré tranquilo porque El,  es el gran perdonador de posibles errores de sus hijos los humanos), yo no habré seguido a ningún flautista político demagogo lleva al pueblo español y a Cártama como el populista engañabobos de Hamelin hacía con las ratas, ya se sabe con que intenciones unos y otros.

Hablando de flautistas engaña necios, Pedro Sánchez hizo el tonto del bote con una reubicación de Franco de la ya no se acuerda ni él, enfrascado como está en su ley de no sé qué en beneficio del bandido sito en Europa, que lo tiene cogido por los huevos por cinco espurios votos, con los que Puigdemont piensa, con el apoyo de Putin quedarse con un trozo de España. Y, quiera Dios que no lo consiga porque Pedro está deseando vendérsela  con tal de dormir en la Moncloa.

Es triste ver como el “progresismo” de la chusma de Pedro apedrea al progreso del “otro”, el de los pantanos. Este de ahora derriba las presas en medio de una sequia escalofriante.