Hay algo mágico en tu carne... es como espuma
--ingenuidad enervante del blanco---
algo de humo, de nube...que atrae
Se estremece tu carne como las volutas del cigarro
elevándose en lo inefable del aire.
Tiene la frescura de la rosa nueva
y un algo triste de clavel cortado en el lecho
Y no es marmol que subliman los artistas,
es ala de cisne que sube a las nubes en vuelos verticales.
***
Tu carne pudiera ser onda en la arena,
o sábana limpia que alivie mi pena,
formando almohada y bandera
con el carbón encendido de tu cabellera.
Tus ojos fue siempre mi luz en el monte
que puso destellos en mis horizontes,
y tu boca, la fuente bendita
do brotaron besos igual que Afrodita.
Tus brazos han sido la luz milagrosa
que han hecho mi cruz cristiana y piadosa,
y tus senos, rosales con rosas
para mis ardientes manos temblorosas;
de tu vientre hice infinitas horas
de placeres hondos
y bendito altar de mi eucaristía.
***
Ni el nardo, ni Venus, ni el cisne de Leda
que cantara Darío mi amigo el poeta:
No hay nada que pueda
tener tu blancura en noches de bregas .
Vórtice que atrae, ¡oh hermosa hembra!,
bella cual lo fuera la Venus de Milo:
Tu sexo fue el surco de mi sembradura
que dio su cosecha de amores al hijo.