jueves, 27 de agosto de 2015

DE NUESTRA HISTORIA:COMO NOS VIERON ILUSTRES VISITANTES DURANTE SIGLOS


         
Nuestro  puente
          De mi libro: "CÁRTAMA HISTÓRICA. EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA"

         Constituyen unas referencias de  enorme importancia para tener una visión contrastada de nuestra historia. En las referencias  escritas de estos ilustres visitantes de Cártama a lo largo de siglos, se percibe claramente cuales son las luces y sombras de nuestras historia. Por ello, el autor ha creído de interés para los lectores  incluir en este trabajo los testimonios que en este sentido ha tenido ocasión de recabar. Los expongo  de inmediato como prolegómenos a los apuntes de historia convencional.

         (1).-Muhammad Inb  Al-Jatib, (Loja 1.313-1.375), Político, eminente pensador y  poeta, biógrafo, historiador, médico… Su prosa, aunque de  difícil estilo,  “fue rica en noticias y aguda en apreciaciones”.  Sus poesías adornaron el salón de Comares de la Alhambra.  Hijo de un kâtib y, finalmente, él mismo kâtib de Yusuf I y Mohammad V, cayó en desgracia ante éste viéndose por ello obligado a huir a Marruecos, donde fue encarcelado y estrangulado acusado de  herejías. En su destierro  recordó Cártama  que visitó siendo  Kâtib:

                            “---Háblame de Cártama…
                            “---Es como la grulla que puede guardar lo que posee, aunque traten de arrebatárselo por la fuerza. Su cielo es claro, tanto en invierno como en verano y su tierra adecuadísima para el cultivo del trigo. De su uva se extrae un excelente zumo.
                            Sin embargo, escasea el agua, porque casi toda la que allí fluye se reserva para la guarnición de su fortaleza. En tiempos de calamidad, viven sus habitantes penurias, y siempre tienen la espada en alto para atacarse mutuamente”.

2).-Joris Hoefnagel (1.564). De Amberes. Vivió cuatro años en Granada. A este pintor holandés le impresionó la vista que se contempla  desde Cártama hacia el Guadalhorce, río éste “que riega  los cultivos que llegan hasta la orilla del mar…; los productos son variados y ricos, entre ellos la alcaparra y el zumaque, cuyas hojas se utilizan para curtir pieles de cabra y también pata teñir las canas”. La importancia que aquí le damos, añadida a los testimonios citados y otros, es por ser autor de casi todos los grabados españoles que aparecen en la obra “Chivitales orbis terrarum” (Ciudades del mundo),  en la que  incluye un grabado de Cártama  tomado, según el sesgo de la perspectiva que nos ofrece, desde el Cerro del Molino Carvajal  o de la Cruz.

3).- Juan Alvárez de Colmenar (1.706), portugués, dice en su obra “Delicias de España y Portugal”: “Cártama emplazamiento de tierras de labor (vid, almendras, alcaparras e higos); junto a la ciudad corre el río Guadalviejo (¿otro nombre del Guadalhorce?)…rodeado   ( el pueblo) de bosques de robles, cuyas agallas se utilizan para hacer tinta y teñir pieles; también se produce una hierba, el “sumagre” -- zumaque--- cuya hoja tiene la misma utilidad…Los que no quieren que el color gris de sus cabellos sea indicativo de vejez, también se sirven de esta hierba para teñirlos de negro”.
De este texto se deduce fácilmente que las segundas murallas de Cártama llegaban hasta la antigua alberca llamada de “Pajarito” junta a la que hasta hace poco se mantuvo un resto en forma de espigón.

 4).-Francis Carter (1.753-1.778), Arqueólogo británico. Conocía Andalucía desde su infancia. En la provincia de Málaga vivió cinco años, visitando bastantes pueblos de ella, incluido Cártama, de la que dice en su libro “Viaje de Gibraltar a Málaga”: “…. Cártama se levanta sobre los cimientos de otra antigua ciudad, que prosperaba durante la dominación romana y que duró hasta la época de los godos. En el 1,752 algunas personas excavaron cerca de la  iglesia, algo más arriba de la plaza de la ciudad, y encontraron las ruinas de un templo de Apolo, de las que extrajeron algunos monumentos estupendos de la antigüedad; el templo, con bienintencionado pero con inoportuno fervor, fue ocupado por orden del juzgado y se edificó encina de él; muchas de sus estatuas fueron llevadas a  Madrid. Las que quedaron en la ciudad, de mármol blanco, están rotas y mutiladas;… cuatro de ellas fueron encontradas en Granada, y, dado su belleza, colocadas por Carlos V en el palacio que construyó en la Alambra; uno era de Venus con Cupido a su lado, otro Esculapio, otro Baco y un sátiro sentado sobre una bota de vino, y, otro, Apolo con su lira....

 El actual pueblo de Cártama es ( en 1.753) pequeño y de poca importancia; su foro tan famoso  (tuvo, pues, foro en tiempos más gloriosos), antes realzado con pórticos, baños públicos, estanques y estatuas de bronce a sus dioses  y benefactores, ahora es una insignificante plaza sin entidad, realce ni espacio, sin pórticos para ponerse a la sombra(¿) y, en lugar de un templo suntuoso adornado con columnas, las basta paredes de una iglesia rústica, sagrada desde luego por el santo nombre de Cristo…”

5).-Richard Twiss (1.747-1.831) Gentilhombre inglés. Coetáneo de Carter. Escribió “Viajes por Portugal y España”. Pasó unos días en Alhaurín en casa  de su compatriota,  Timothy Power desde donde se desplaza a los pueblos colindantes. En un pasaje de dicho libro  dice en tercera persona: “recorrió los alrededores de Cártama, y dio cuenta de un templo romano descubierto y enterrado; de diez estatuas de mármol sin cabezas ni brazos descubiertas y  empotradas en las esquinas de las calles para proteger las casas contra los golpazos de los carruajes…”

Hasta no hace muchos días estuvo cumpliendo tal “misión” una hermosa columna de mármol, de algún templo romano, en la antigua casa de la esquina de calle Fernández Maldonado. Ignorándose su paradero actual.

6).-Atholfe de Custine (1.790-1.857), Redactó un libro epistolar  (estilo muy en boga en el siglo XIX), constituyendo cada carta un capítulo del tomo. En una de ellas dice: “Los españoles, si son del pueblo llano, cuando viajan no necesitan más que dos cosas: tabaco y agua” Desde Casarabonela llega a la “Venta de Cártama” (cerca de lo que hoy es Cortijo Ratón) en donde esperaba encontrar cuidados para uno de los viajeros gravemente enfermo, pero encuentra un panorama desolador, sin agua ni comida, “en un ambiente lleno de malos augurios relativo a la llegada de bandolero, y de premoniciones de muerte de unos individuos más cercanos a fantasmas que a personas reales”.

7).-Edmond Boissier (1.810-1885). Dejó constancia escrita de su paso por Cártama en  “ Viaje botánico por el sur de España, año 1.837).  Antes de llegar a este pueblo, descubre numerosas mandrágoras, tan famosas por sus virtudes medicinales… A la vuelta a casa, según su citado libro, decía tener “temor a unos bandidos en las cercanías de Cártama…”

8).-Charles Rochfort Scott (1.822-1830). Capitán británico destinado en Gibraltar. Escribió sobre “Excursiones por las montañas de Ronda y Granada, con bosquejo  del carácter de los habitantes del sur de España”. Los extensos relatos del capitán Scot se refiere entre otras provincias, a la de Málaga;  es ésta  la que centra más su atención. No obstante, es imposible incluir en una nota lo que dice de cada lugar que visita. De Cártama, que la cita en el capítulo VIII de dicho libro se refiere al Río Guadalhorce, Sigila de los romanos y, Cártama en sí.                  

 9).-Richard Ford (1.831),  viajero inglés.   Al pasar por Cártama, a la que dedica de la página 43 a la 46 de su libro “Viaje por Andalucía”, da noticias de los yacimientos arqueológicos. Dice de Cártama y de otros pueblos: “las aldeas moras, construidas en alturas, con nombres moros y pobladas por campesinos medio moros. Algunas de estas referencias con inscripciones  en sus mármoles,  las utilizaban  los vecinos para  obras en viviendas “eran trasladadas  a distintos sitios de Málaga y la  Península, cosa que se llevaba a cabo, dice perplejo el referido viajero decimonónico, con la absoluta indiferencia de los alcaldes y cartameños de aquella época  ( ) .

  ( ).- Una de estas “referencias con inscripciones” cuyo texto contenía por dos veces  el nombre de Claudia Prócula, esposa de Poncio Pilatos,  apareció en los años 60 del pasado siglo en los muros del antiguo Ayuntamiento al ser derribado para su reconstrucción, y, el alcalde de turno, ordenó se llevara a una calera, la  del Cristino en el Mercado (hoy casco urbano) para     que éste la convirtiera en cal a fin de evitar la paralización de las obras. De ello se habla más pormenorizadamente en otro capítulo de este libro.  
Ese mismo alcalde también mandó volver a enterrar  un enorme mosaico romano que apareció en la acera de la Calle del Agua, o del Pilar de Abajo (hoy Sáenz de Tejada), junto a la puerta de entrada de la casa blasonada que en ella existe. Después (sobre el 2.002), con motivo del arreglo de la misma calle, otro alcalde, hijo de Cártama, hizo lo propio con dicho  mosaico que aún duerme bajo el adoquinado de la mentada  calle. Al parecer se trata una pieza arqueológica de la misma importancia histórica que   “Los Trabajos de Hércules” alumbrados en Calle Padre Navedo, y el “Nacimiento de Venus” que apareció en Calle González Marín. En su momento reseñaremos el derribo con nocturnidad y alevosía de la histórica Ermita de Casapalma en el año 2.001, y, poco antes,  otra Corporación arrasó y envió a las escombreras importantes hallazgos en las obras de lo que hoy es Ayuntamiento de Cártama.

Honradamente, y aunque resulte paradoja, hay que reconocer que de no haber sido exiladas  de Cártama tal  multitud de joyas arqueológicas, hoy no existirían en parte alguna, dado  el destino que los cartameños dimos, y damos ( a la vista está), a  las que aquí quedaron.

           También fue derruida no ha muchos años la hacienda Almotaje, medieval fielato de la seda desde  Casapalma  a los almacenes portuarios de  Málaga para su exportación. Manuel Rodríguez Berlanga, de cuyas investigaciones en Cártama y Málaga nos ocupamos más adelante, nos  habla en sus escritos de los baños públicos (romanos - agarenos) que existieron en esta hacienda.

En época moderna, Almotaje fue propiedad y residencia veraniega de don José Carvajal y Hue, personaje malagueño enamorado de Cártama (1.835 – 1.889), que llegó a Ministro de la Gobernación  y de Hacienda con Pi y Margall, y, de Estado, con Castelar. Fue dueño, a su vez, de la aún llamada finca “Molino de Carvajal”, en referencia al molino maquilero anexo a la mansión vivienda  desde la misma época de los Repartimientos, como tantos otros junto a  las acequias de riego tomadas a los moros. Este singular  y entrañable molino, evoca, por su típica conformación, ubicación e idílicos parajes circundantes linderos  a los sotos del río Guadalhorce,  al que describe  Pedro Antonio de Alarcón su célebre obra “El sombrero de tres picos”, que narra los amores chuscos entre el corregidor y la pícara molinera.
    
  11).- El 10 de marzo del año 1.839, la revista literaria Guadalhorce que creara Idelfonso Marzo en Alhaurín el Grande,  hace un canto al río  que da título a dicha revista, en el que el autor, que firma como “El Bachiller Ronquillo”, dice de forma dulce a la vez que  elegíaca:                 “ ... Donoso sería el ir a mendigar en lueñes tierras un patrono, teniéndote a ti a la mano ( río Guadalhorce) que eres el prototipo y el fénix de los patronos, y que encierras en tu seno los linajes de la literatura y todas las formas de la poesía. Pero..., si algún moralista serio y cejijunto, por ejemplo, buscase un asunto filosófico, tiene más que tender desde tu orilla la vista a Cártama. Feliz y opulenta un día, la hermosa joven romana ha trocado su esplendor y sus galas por las arrugas de la vejez y los harapos de la miseria. ¿ Quien ha robado tu poder y tu ventura?. ¿Do están tus monumentos y tu gloria? ¿Qué se han hecho las ruinas que aún poco ha atestiguaban tu pasada grandeza ?...... ¿Hay algún joven de ardiente fantasía, cuyo corazón palpite de placer recordando las costumbres romancescas de los moros, su delicada cortesanía, sus brillantes justas en honor de la hermosura ?. Pues frescas están en tu arenosa rivera las huellas de los caballos árabes cuyos arrogantes “ginetes”  parecen revivir a la voz del arriero que atraviesa la vega cantando un romance morisco. Contemporáneos de los héroes de estos cantos populares (Abencerrajes, Jarifas y adalides comarcanos) tan llenos de ternura y poesía son esos huecos olivos, cuya vista inspira religioso respeto: Tal vez a su fresca sombra se entretuvo algún caballero abencerraje en pláticas guerreras o se durmió en ensueño de gloria y amor...”

Aún existen algunos de estos olivos (otros han sido sacados de raíz y cuarteados para chimeneas), varias veces milenarios, testigos silentes de hechos históricos    (como la batalla de Cártama entre franceses y españoles en lo que es hoy poblado Ampliación de Cártama y aledaños), que al sacarse para darle otro destino a la tierra en que arraigan no se transplantaron a alguno de los jardines de Cártama (¿) como referentes venerables de nuestro glorioso pasado.

         12).- En el verano de 1.950, tuve la grata ocasión de acompañar diariamente durante 10 días al ilustre novelista y académico de la Real Academia de la Lengua Española, Salvador González Anaya,   por los campos y rincones de Cártama, por los que estuvo acopiando datos y motivos para una novela que había prometido  a su madre escribir sobre Cártama, pueblo en donde nació ella.  Venía de hacer lo propio, pero por motivos menos sentimentales, en Ronda. 

            Ambas novelas, “Tierra de señorío” referida a Ronda, y “El Llavero de Anica La Pimienta”, sobre Cártama, se publicaron en 1,952 en un sólo tomo.