Nuestro puente
De mi libro: "CÁRTAMA HISTÓRICA. EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA"
Constituyen unas referencias de enorme importancia para tener una visión contrastada de nuestra historia. En
las referencias escritas de estos
ilustres visitantes de Cártama a lo largo de siglos, se percibe claramente
cuales son las luces y sombras de nuestras historia. Por ello, el autor ha
creído de interés para los lectores
incluir en este trabajo los testimonios que en este sentido ha tenido
ocasión de recabar. Los expongo de
inmediato como prolegómenos a los apuntes de historia convencional.
(1).-Muhammad
Inb Al-Jatib, (Loja 1.313-1.375), Político, eminente pensador y poeta, biógrafo, historiador, médico… Su
prosa, aunque de difícil estilo, “fue rica en noticias y aguda en
apreciaciones”. Sus poesías adornaron el
salón de Comares de la
Alhambra. Hijo de un kâtib
y, finalmente, él mismo kâtib de Yusuf I y Mohammad V, cayó
en desgracia ante éste viéndose por ello obligado a huir a Marruecos, donde fue
encarcelado y estrangulado acusado de
herejías. En su destierro recordó
Cártama que visitó siendo Kâtib:
“---Háblame de Cártama…
“---Es como la grulla que puede guardar lo que posee, aunque traten de
arrebatárselo por la fuerza. Su cielo es claro, tanto en invierno como en
verano y su tierra adecuadísima para el cultivo del trigo. De su uva se extrae
un excelente zumo.
Sin
embargo, escasea el agua, porque casi toda la que allí fluye se reserva para la
guarnición de su fortaleza. En tiempos de calamidad, viven
sus habitantes penurias, y siempre tienen la espada en alto para atacarse
mutuamente”.
2).-Joris Hoefnagel (1.564). De Amberes. Vivió cuatro
años en Granada. A este pintor holandés le impresionó la vista que se
contempla desde Cártama hacia el
Guadalhorce, río éste “que riega los cultivos que llegan hasta la orilla del
mar…; los productos son variados y ricos, entre ellos la alcaparra y el
zumaque, cuyas hojas se utilizan para curtir pieles de cabra y también pata
teñir las canas”. La importancia que aquí le damos, añadida a los
testimonios citados y otros, es por ser autor de casi todos los grabados
españoles que aparecen en la obra “Chivitales
orbis terrarum” (Ciudades del mundo),
en la que incluye un grabado de
Cártama tomado, según el sesgo de la
perspectiva que nos ofrece, desde el Cerro del Molino Carvajal o de la Cruz.
3).- Juan Alvárez de Colmenar (1.706), portugués, dice en su obra “Delicias
de España y Portugal”: “Cártama
emplazamiento de tierras de labor (vid, almendras, alcaparras e higos); junto a
la ciudad corre el río Guadalviejo (¿otro nombre del Guadalhorce?)…rodeado
( el pueblo) de bosques de
robles, cuyas agallas se utilizan para hacer tinta y teñir pieles; también se
produce una hierba, el “sumagre” -- zumaque--- cuya hoja tiene la misma
utilidad…Los que no quieren que el color gris de sus cabellos sea indicativo de
vejez, también se sirven de esta hierba para teñirlos de negro”.
De este texto se deduce fácilmente que las segundas murallas de Cártama
llegaban hasta la antigua alberca llamada de “Pajarito” junta a la que hasta
hace poco se mantuvo un resto en forma de espigón.
4).-Francis Carter (1.753-1.778),
Arqueólogo británico. Conocía Andalucía desde su infancia. En la provincia de
Málaga vivió cinco años, visitando bastantes pueblos de ella, incluido Cártama,
de la que dice en su libro “Viaje de
Gibraltar a Málaga”: “…. Cártama se
levanta sobre los cimientos de otra antigua ciudad, que prosperaba durante la
dominación romana y que duró hasta la época de los godos. En el 1,752 algunas
personas excavaron cerca de la iglesia,
algo más arriba de la plaza de la ciudad, y encontraron las ruinas de un templo
de Apolo, de las que extrajeron algunos monumentos estupendos de la antigüedad;
el templo, con bienintencionado pero con inoportuno fervor, fue ocupado por
orden del juzgado y se edificó encina de él; muchas de sus estatuas fueron
llevadas a Madrid. Las que quedaron en
la ciudad, de mármol blanco, están rotas y mutiladas;… cuatro de ellas fueron
encontradas en Granada, y, dado su belleza, colocadas por Carlos V en el
palacio que construyó en la
Alambra ; uno era de Venus con Cupido a su lado, otro
Esculapio, otro Baco y un sátiro sentado sobre una bota de vino, y, otro, Apolo
con su lira....
El actual pueblo de Cártama es ( en 1.753) pequeño y de poca
importancia; su foro tan famoso (tuvo, pues, foro en tiempos más
gloriosos), antes realzado con pórticos,
baños públicos, estanques y estatuas de bronce a sus dioses y
benefactores, ahora es una
insignificante plaza sin entidad, realce ni espacio, sin pórticos para ponerse
a la sombra(¿) y, en lugar de un templo suntuoso adornado con columnas, las
basta paredes de una iglesia rústica, sagrada desde luego por el santo nombre
de Cristo…”
5).-Richard Twiss (1.747-1.831) Gentilhombre inglés. Coetáneo de Carter.
Escribió “Viajes por Portugal y España”.
Pasó unos días en Alhaurín en casa de su
compatriota, Timothy Power desde donde
se desplaza a los pueblos colindantes. En un pasaje de dicho libro dice en tercera persona: “recorrió los alrededores de Cártama, y dio
cuenta de un templo romano descubierto y enterrado; de diez estatuas de mármol
sin cabezas ni brazos descubiertas y empotradas
en las esquinas de las calles para proteger las casas contra los golpazos de
los carruajes…”
Hasta no hace muchos días estuvo cumpliendo tal “misión” una hermosa
columna de mármol, de algún templo romano, en la antigua casa de la esquina de
calle Fernández Maldonado. Ignorándose su paradero actual.
6).-Atholfe de Custine (1.790-1.857), Redactó un libro epistolar (estilo muy en boga en el siglo XIX),
constituyendo cada carta un capítulo del tomo. En una de ellas dice: “Los españoles, si son del pueblo llano,
cuando viajan no necesitan más que dos cosas: tabaco y agua” Desde
Casarabonela llega a la “Venta de Cártama” (cerca de lo que hoy es Cortijo
Ratón) en donde esperaba encontrar cuidados para uno de los viajeros gravemente
enfermo, pero encuentra un panorama desolador, sin agua ni comida, “en un ambiente lleno de malos augurios
relativo a la llegada de bandolero, y
de premoniciones de muerte de unos
individuos más cercanos a fantasmas que a personas reales”.
7).-Edmond Boissier (1.810-1885). Dejó constancia escrita de su paso por
Cártama en “ Viaje botánico por el sur de España, año 1.837). Antes de llegar a este pueblo, descubre
numerosas mandrágoras, tan famosas por sus virtudes medicinales… A la vuelta a
casa, según su citado libro, decía tener “temor
a unos bandidos en las cercanías de Cártama…”
8).-Charles Rochfort Scott (1.822-1830). Capitán británico destinado en Gibraltar. Escribió sobre “Excursiones por las montañas de Ronda y Granada, con bosquejo del carácter de los habitantes del sur de
España”. Los extensos relatos del capitán Scot se refiere entre otras
provincias, a la de Málaga; es ésta la que centra más su atención. No obstante,
es imposible incluir en una nota lo que dice de cada lugar que visita. De
Cártama, que la cita en el capítulo VIII de dicho libro se refiere al Río
Guadalhorce, Sigila de los romanos y,
Cártama en sí.
9).-Richard Ford (1.831), viajero inglés. Al pasar por Cártama, a la que dedica de la
página 43 a
la 46 de su libro “Viaje por Andalucía”,
da noticias de los yacimientos arqueológicos. Dice de Cártama y de otros
pueblos: “las aldeas moras, construidas
en alturas, con nombres moros y pobladas por campesinos medio moros. Algunas de estas referencias con
inscripciones en sus mármoles, las utilizaban los vecinos para obras en viviendas “eran trasladadas a distintos
sitios de Málaga y la Península , cosa que se
llevaba a cabo, dice perplejo el referido viajero decimonónico, con la absoluta indiferencia de los
alcaldes y cartameños de aquella época ( ) .
( ).- Una de estas “referencias con inscripciones” cuyo
texto contenía por dos veces el nombre
de Claudia Prócula, esposa de Poncio Pilatos,
apareció en los años 60 del pasado siglo en los muros del antiguo
Ayuntamiento al ser derribado para su reconstrucción, y, el alcalde de turno,
ordenó se llevara a una calera, la del
Cristino en el Mercado (hoy casco urbano) para que
éste la convirtiera en cal a fin de evitar la paralización de las obras. De
ello se habla más pormenorizadamente en otro capítulo de este libro.
Ese mismo alcalde también mandó volver a enterrar un enorme mosaico romano que apareció en la
acera de la Calle
del Agua, o del Pilar de Abajo (hoy Sáenz de Tejada), junto a la puerta de
entrada de la casa blasonada que en ella existe. Después (sobre el 2.002), con motivo del arreglo de la misma
calle, otro alcalde, hijo de Cártama, hizo lo propio con dicho mosaico que aún duerme bajo el adoquinado de
la mentada calle. Al parecer se trata
una pieza arqueológica de la misma importancia histórica que “Los Trabajos de Hércules” alumbrados en
Calle Padre Navedo, y el “Nacimiento de Venus” que apareció en Calle González
Marín. En su momento reseñaremos el derribo con nocturnidad y alevosía de la
histórica Ermita de Casapalma en el año 2.001, y, poco antes, otra Corporación arrasó y envió a las
escombreras importantes hallazgos en las obras de lo que hoy es Ayuntamiento de
Cártama.
Honradamente, y aunque resulte paradoja, hay que reconocer que de no
haber sido exiladas de Cártama tal multitud de joyas arqueológicas, hoy no
existirían en parte alguna, dado el
destino que los cartameños dimos, y damos ( a la vista está), a las que aquí quedaron.
También fue derruida no ha muchos
años la hacienda Almotaje, medieval fielato de la seda desde Casapalma
a los almacenes portuarios de
Málaga para su exportación. Manuel Rodríguez Berlanga, de cuyas
investigaciones en Cártama y Málaga nos ocupamos más adelante, nos habla en sus escritos de los baños públicos
(romanos - agarenos) que existieron en esta hacienda.
En época moderna, Almotaje fue propiedad y residencia veraniega de don José
Carvajal y Hue, personaje malagueño enamorado de Cártama (1.835 –
1.889), que llegó a Ministro de la Gobernación
y de Hacienda con Pi y Margall, y, de Estado, con Castelar. Fue dueño, a
su vez, de la aún llamada finca “Molino de Carvajal”, en referencia al molino
maquilero anexo a la mansión vivienda
desde la misma época de los Repartimientos, como tantos otros junto
a las acequias de riego tomadas a los
moros. Este singular y entrañable
molino, evoca, por su típica conformación, ubicación e idílicos parajes
circundantes linderos a los sotos del
río Guadalhorce, al que describe Pedro Antonio de Alarcón su célebre obra “El
sombrero de tres picos”, que narra los amores chuscos entre el
corregidor y la pícara molinera.
11).- El 10 de marzo del año
1.839, la revista literaria “Guadalhorce” que creara Idelfonso
Marzo en Alhaurín el Grande, hace un
canto al río que da título a dicha
revista, en el que el autor, que firma como “El Bachiller Ronquillo”, dice de
forma dulce a la vez que elegíaca: “ ... Donoso sería el ir a
mendigar en lueñes tierras un patrono, teniéndote a ti a la mano ( río
Guadalhorce) que eres el prototipo y el fénix de los patronos, y que
encierras en tu seno los linajes de la literatura y todas las formas de la
poesía. Pero..., si algún moralista serio y cejijunto, por ejemplo,
buscase un asunto filosófico, tiene más que tender desde tu orilla la vista a
Cártama. Feliz y opulenta un día, la hermosa joven romana ha trocado su
esplendor y sus galas por las arrugas de la vejez y los harapos de la miseria.
¿ Quien ha robado tu poder y tu ventura?. ¿Do están tus monumentos y tu gloria?
¿Qué se han hecho las ruinas que aún poco ha atestiguaban tu pasada grandeza ?......
¿Hay algún joven de ardiente fantasía, cuyo corazón palpite de placer
recordando las costumbres romancescas de los moros, su delicada cortesanía, sus
brillantes justas en honor de la hermosura ?. Pues frescas están en tu arenosa
rivera las huellas de los caballos árabes cuyos arrogantes “ginetes” parecen revivir a la voz del arriero que
atraviesa la vega cantando un romance morisco. Contemporáneos de los héroes de
estos cantos populares (Abencerrajes, Jarifas y adalides comarcanos) tan
llenos de ternura y poesía son esos huecos olivos, cuya vista inspira religioso
respeto: Tal vez a su fresca sombra se entretuvo algún caballero abencerraje en
pláticas guerreras o se durmió en ensueño de gloria y amor...”
Aún existen algunos de estos olivos (otros
han sido sacados de raíz y cuarteados para chimeneas), varias veces milenarios,
testigos silentes de hechos históricos
(como la batalla de Cártama entre franceses y españoles en lo que es hoy
poblado Ampliación de Cártama y aledaños), que al sacarse para darle otro
destino a la tierra en que arraigan no se transplantaron a alguno de los
jardines de Cártama (¿) como referentes venerables de nuestro glorioso pasado.
12).- En el verano de 1.950, tuve la grata
ocasión de acompañar diariamente durante 10 días al ilustre novelista y
académico de la Real
Academia de la Lengua Española , Salvador González Anaya, por los campos y rincones de Cártama, por
los que estuvo acopiando datos y motivos para una novela que había
prometido a su madre escribir sobre
Cártama, pueblo en donde nació ella.
Venía de hacer lo propio, pero por motivos menos sentimentales, en
Ronda.
Ambas novelas, “Tierra de señorío” referida a
Ronda, y “El Llavero de Anica La
Pimienta ”, sobre Cártama, se publicaron en 1,952 en un sólo
tomo.