miércoles, 7 de noviembre de 2018

AAVV : “ERMITA VIRGEN LOS REMEDIOS


AAVV ERMITA LOS REMEDIOS

                Socios de esta Asociación,  vecinos  de Cártama y foráneos , nos informan, a efectos tramitales (de  los que en breve daremos una más pormenorizada  y actualizada reseña)  de variados temas lamentables, y también de todo punto reprobable alguno, que están teniendo lugar en nuestra Villa.
            Uno, del que ya nos hemos ocupado antes, es el de la descarada e irrazonable titularidad  de la Ermita de la Virgen de los Remedios a su nombre por el Ayuntamiento de esta localidad, pese a que  Nuestra Patrona y cuanto le es inherente y consustancial como, por supuesto y lógicamente,  su ermita, fue un regalo que los Reyes Católico hicieron en 1.485 a los devotos marianos de esta Villa, cuya advocación primera, precisamente, fue Virgen de los Reyes. Y con la titularidad y propiedad por derecho natural y consuetudinario el pueblo le ha rendido culto  a lo largo de plurales siglos. No se comprende como las personas hoy ostensiblemente sobresalientes, gente de pila y vela, que cuidan cuanto atañe a  nuestra Patrona, se han allanado a la consabida voracidad municipal, y más, en este caso  que atañe a los sentimientos religiosos del pueblo y a la pastoral de nuestra parroquia.  

        Dos, y  más grave si cabe por la inermidad del sector social a que afecta, como son los jubilados y viejecitos,   con la anunciada  huelga de las cuidadoras del SERVICIO DE DEPENDENCIA, a quienes, la empresa “explotadora” del mismo (nunca mejor dicho),  lleva dos meses, según afirman,  SIN PAGAR  a sus trabajadores, lo que ya afecta moral, práctica y emocionalmente a la clase más indefensa y desprotegida del contencioso. Se ha preguntado (y publicado) sus opiniones al Ayuntamiento, a la empresa, a la parte laboral, pero NO a los auténticos pacientes del entuerto: JUBILADOS Y VIEJOS YA ENFERMOS CASI TODOS, a los que sobre el estrés de una vida que se les escapa, esta gente se lo sobredimensionan y sumen en una auténtica tortura síquica y linchamiento moral.  Y no les da lástima, hasta el extremo de ni siquiera tenerlos en cuenta ni  preguntarles su parecer, y sacarles de la angustiosa duda en que los tienen sumidos. ¡Cuánta irresponsabilidad e ignominia!

            Tres: Es tan llamativo este  tema, referido también a la Ermita, que, para no farragar,  lo diremos en otro momento.