jueves, 25 de abril de 2019

23 DE ABRIL DE 2019

Resultado de imagen de VIRGEN DE LOS REMEDIOS DE CÁRTAMA
                 Quiero empezar esta reseña felicitando con  sincera efusión  a los amigos que conforman los grupos eclesiales, con nuestro párroco a la cabeza, porque han hecho posible la esplendidez especial de este día de la Virgen; como también a nuestro  alcalde, Jorge Gallardo y  concejala de fiestas, Anabel Rueda, y también  a  otros colaboradores  que han sabido escoger  las bandas musicales que llenaron de suaves y congruentes sones  los cielos de este singular pueblo nuestro en día tan especial, así todo lo relativo a la casuística  de la anual efeméride que afaman y valoran  a Cártama.  

Hoy es un día cargado de eventos dignos de reseñar  pero,    el estado  de ánimos  de este  cronista independiente de la  villa, sólo siente necesidad emocional de glosar uno de ellos: La  inefable festividad para los hijos de este terruño, de la imagen de nuestra Patrona la Virgen de los Remedios, paseada en precesión solemne por las calles del pueblo a hombros  de  hombres ---mi hijo entre ellos para mayor gozo---  y mujeres de este pueblo cargado de historia ancestral, que hiende sus raíces en la noche de los tiempos y, con una tradición mariana cinco veces secular, en cuyos anales se inscriben hitos épicos como la cantiga mariana de carne y sangre nobles que protagonizó nuestra Virgen  en los brazos de un paje juglar nacido en esta villa: la cantiga mariana más hermosa, emotiva y estremecedora de toda la historia de las naciones.  Así, como suena.

Con mi familia y algunos amigos, por mor de la edad y las dolamas propias de ella, mi mujer y yo hubimos de esperar la llegada de nuestra Patrona  sentados en una mesa en la puerta del acogedor Bar, Peña del Real Madrid.

Confieso sin remilgos ni empacho, que en todo momento el espectáculo previo a la llegada de la Virgen hasta donde la esperábamos  me  mantuvo emocionado con tantos recuerdos y emociones de hitos retrospectivos que no una sóla vez me hizo emocionarme intensamente tratándole de sacar sentido a lo que veían mis ojos:  dos hileras de devotos (as) portando velas encendidas, en silencio, ensimismados atentos a las razones de sus corazones para alimentar de espiritualidad transida  las lucecitas de los cirios.

Hasta aquí el relato objetivo. Pero a  la llegada la Virgen ante nosotros,  todo fueron razones íntimas de mis sentimientos y pensamientos  por una caravana de recuerdos de hitos y  situaciones, personas, amigos,  que fueron parte de mi existencia y ya no están ni son.

Y, la gran pregunta salida espontáneamente de mis entretelas: Virgencita María de los Remedios, aquí me tienes un año más testimoniándote de presencia mi amor y mi fe, gracias a Ti  y a Tú Hijo, Jesús de Nazaret. A ambos os pido que mis  88 no sean óbice para, como estoy aquí este año, lo pueda estar también el que viene junto con mi familia y la gente de mi pueblo. Gracias por adelantado, Jesús Santo y María de los Remedios, patrona del pueblo que me nació.