viernes, 19 de abril de 2019

ERAN ENTONCES´, COMO HOY, CASI IMPOSIBLE SEPARAR ARTE, DEVOCIÓN Y POLÍTICA

El trono de arriba fue un regalo a la Virgen del gobierno de Santo Domingo. Al llegar González Marín de América a su casa,  vio por primera vez el trono de arriba y, por el hecho de llevar grabados la efigie de Franco y el signo de Falange, enfadado y señalándolo con el dedo índice dijo: "Qué es eso..., la Virgen no tiene más política que la devoción de todo el  pueblo, opinen y sienta cada uno de política...¡¡A devolverlo inmediatamente...!!" 

Y, con toda urgencia encargó a Fco. Palma (hijo), que trabajara día y noche en uno nuevo para que el 23 de abril de aquel mismo año (se estaba a mediados de marzo de 1.938) la Virgen fuera  paseada en él. Y así fue,  creo .

Pepe González Marín jamás ligó, por su voluntad, su arte y su devoción mariana. Mienten como putos bellacos los que le han atribuido  por odio a su enorme valía y para calumniar su memoria en estos tiempos de presuntos fascistas encubiertos en  carné pesebrero, otra cosa. 

Además, el trono regalado era un mazacote feísimo y nuestra patrona n o se merecía ser recibida en su pueblo dentro de aquel adefesio. 

Después también González Marín, con dineros suyos ganado en una gira por Andalucía estrofa a estrofa en cada escenario en doble jornada de tarde y noche, le compró el de plata que tiene y que el Ayuntamiento, con la ermita, se ha apropiado.


Con este cartel fue expuesto el trono nuevo en el escaparate de  GALERÍAS ALVAREZ  FONSECA,
en Málaga, Esquina calle Granada y Plaza de la Constitución.

 Málaga entera se congratuló al saber que la famosa Virgen de los Remedios tenía un nuevo tono tras haber sido destruído el suyo durante  por el Frente Popular.