lunes, 21 de junio de 2021

 

LA LIBERTAD PROHIBIDA EN ESPAÑA POR LEY

Prohíben por ley (quienes hacen la Ley), que nadie  elogie a Franco ni a su mal llamado franquismo.

Esta censura denota  incontestablemente que no estamos en una democracia, al contravenirse constantemente el art. 20 de nuestra Ley Magna que literalmente dice:

“(1. Se reconocen y protegen los derechos:

a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.

c) A la libertad de cátedra.

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión…..

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa…..

4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.”)

Sólo un Estado y Gobierno dictatorial puede conculcar estos preceptos, en cuyo caso estaríamos bajo la tiranía de una dictadura, o partidocracia que es peor que aquella, dado que ello decae en desgobierno que adquiere la categoría de chichinabos, o de la dictadura de los chorizos, que es lo que tenemos.

El secuestro  de la lápida en la fachada de la casa nacimiento de Pemán en Cádiz que ya comenté entes; quede esto de hoy como más razón aún.

Que tenemos un gobierno de “chichinabos” lo demuestra hoy el independentista Junquera   en la portada de un medio de tirada nacional que en sorna dice: “EL INDULTO ES UN TRIUNFO PORQUE DEMUESTRA LAS DEBILIDADES DEL ESTADO”. Mientras Sanchez habla a lomos de mentiras y medias trolas, los separatistas dicen las cosas claras. El líder de los presos  del “procés”  se mofa así de la medida de gracia de Sánchez de la que se beneficia.

En definitiva y para no cansar decir solo que la complacencia de las élites de la nación ante su propio  escarnio  es un auténtico “caso” clínico.