Que le pregunte ella a sus acompañantes por los arruinados con las PSV de UGT: Dejaron arruinados a 20.000 cooperativistas y un agujero de 200.000.000 pesetas, y, otras cosillas.
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En España
se está poniendo la cosa más que preocupante, en especial para los que tenemos
hijos y nietos a los que, unos hideputas (“honoris causa”, conste) les han dejado su futuro pendiendo de un
hilo. Esto es una pena, un acongojante dolor.
A los que rondamos por los 82 años, ya el mero ratio atestigua per se,
haber visto, oído y sufrido lo que Dios es Cristo sobre la
piel de esta cainita patria. Por supuesto, también se ha gozado lo pertinente. Lo dijo alguien y lo hago mío:
“Nada humano me es ajeno”, por aquello
de Ortega, “el hombre y sus circunstancias”. Pero, voy a lo que voy.
Me hago
cargo, y más siendo yo también sufriente, en cierta medida, del drama que conlleva para muchas
familias honradas el que, sobre carecer de medios para la subsistencia, le
echen con la familia de su vivienda por
no poder atender las cuotas de las hipotecas draconianas, a cuya situación se
ha llegado por las barrabasadas que han
hecho los mismos que,
inmisericordes, los desahucia: políticos
y banqueros.
Me recuerda
lo anterior un terceto de nuestra poetisa del pueblo, Remedios López, que no
sabe leer ni escribir, pero atisba el fondo de la vida con aciertos de dulce
sibila:
Ni en el cielo hay gobierno,
San Lucas tenía una novia,
Y se la quitó San Pedro
Parece que España ha hecho de
este poemilla emblema de conducta, con latrocinios por doquier, no del romántico bien de una novia, sino de millones de euros que están en la
mente de todos. Sí, España es un país estafado a lo bestia por los propios
españoles.
Todo lo
dicho, para desembocar en la importada y peligrosísima moda llamada “escraches”, vil
sustitución semántica de la coacción imperativa nazista, con amenazas
implícitas y amedrentamientos en domicilio, e insultos y denuestos soeces ante las familias de políticos del “otro bando”, incluidos
niños y mujeres que no son culpables de
los terribles desahucios, sino el sistema, y desde hace décadas. A todo esto,
resulta paradójico y significativo que la Consejera de la Vivienda de Andalucía, Elena
Cortés, haya firmado a lo largo del año pasado unos 130 desahucios, pero no ha tenido empacho en
declarar en una entrevista mediática que ella, si no fuera lo que es, formaría
en los “escracher”, pose acorde con lo
que quieren aparentar que son y no lo son: Paladines de la Justicia social. ¿En que
país vivimos? No ha mucho, el ex presidente del gobierno, Felipe González, ha dicho: “Hay una crisis institucional que galopa
hacia la anarquía” ¿Hacia la anarquía? Eso son palabras mayores. Y, él mismo: "Las familias y los niños no pueden sufrir por lo que no tienen culpa"
Naturalmente
que hay que afrontar, y solucionar urgentemente el drama de los desahucios,
pero, siempre dentro del marco del Estado de Derecho, tan conculcado por los
mismos que enfáticamente lo cacarean. Diría mi amigo perote: ¡Vayan ustedes a la “mielda”!,
¿Qué
pasaría si a un padre de familia, acosado él y su familia, responde con la
misma violencia y comete una barbaridad en defensa propia? Pues parece que eso
es lo que se busca.