Fui testigo de como fue legalmente extraída de Cártama invocando una ley, aún en vigor (ojo), un gobernador Civil de Málaga de los años cuarenta, entonces ya propuesto para Ministro.
Algunas personas motivadas por el sectarismo y la arrogancia de un carguillo, debieran informarse antes de decir chafarrinadas y lesivas falsedades en una comida con 15 comensales. Es una secuencia más de las tristes irresponsabilidades que dominan con subterfugios este pueblo.
Ojalá sea capaz, y lo digo con envidia, nuestro mecenas museístico ("mecenas", así se hace llamar), de presentar los valores arqueológicos de semejante manera en el escaparate que preparan.
Estuve en Corella, como se desprende del siguiente testimonio, pero no más insinuar la posibilidad de que CERE volviera a Cártama fui cortado en seco; con suma educación, eso sí.
A propósito: la Cere cartameña fue llevada a otro sitio invocando la ley un Gobernador Provincial de Franco, y, esa ley, está en vigor; la que pueden imponer si los organismos supramunicipales lo estiman conveniente dada cuenta del presuntamente espurio de sus origines y métodos de adquisición. SEGUIRÁ
Hablé también de la CABEZA DE CERES APARECIDA EN CÁRTAMA, Y DE COMO FUE A CORELLA JUNTO CON UN FRISO, MOSTRÁNDO EL AUTÓGRAFO QUE SIGUE, DE LA VISITA PREVIAMENTE ANUNCIADA CON EL ENVÍO DE UNO DE MIS LIBROS.
Y dicho esto, rememoro los versos de Fray Luís de León:
Aquel será dichoso
y de buena ventura, que en su ayuda,
pone a Dios poderoso,
que sólo en Dios (como amigo) se escuda,
y nunca su fiducia de Dios muda.