lunes, 15 de agosto de 2022

 

CORRIMIENTO DE ESTRELLAS

Fue impresionante la breve secuencia de no más de algunos  minutos que el pasado viernes pasó por pantalla, 13/TV, del corrimiento sideral de estrellas.

Sobrecoge la misteriosa y grandiosa belleza del  hecho, repetido puntualmente en la misma data de cada año desde sabe Dios (¡sólo Dios!) cuántos miles de milenios lleva repitiéndose el fenómeno arcano. Que aparte Dios, sólo los vislumbran los poetas…

Desde niño me impacta la escena entre  el místico-filosofo, San Agustín recalcitrante meditador, y el niño de la playa. Paseaba el Santo Sabio un día (meditando) por la playa de su Numidia africana en do nació  del vientre de Santa Brígida, cuando reparó en aquel niño que jugaba en la arena intentado con una concha marina  meter todo el agua del mar en un hoyo en la arena que había hecho con sus manos: Y, al ser preguntado por él místico, así se lo dijo.

   --- Hijo mío, empeño vano el tuyo, el mar es infinito...

    --- Señor, más infinito hizo Dios el cielo y el universo todo y, usted no para de cavilar tratando de meterlo en su limitada cabeza de humano…

      El niño despareció misteriosamente.