viernes, 12 de agosto de 2022

 

EVOCACIONES DE MADRUGADA

                                               A mi amigo, Juan Andrés

Campesinos, abnegado padre mío;

Deshechos hombres del campo

Pasasteis la vida aguantando

A la vieja tierra para obtener

De sus entrañas el humano sustento:

Yo te venero  con Virgilio poeta

Que te  puso en Eglogas y Georgicas

Al nivel del sol y los luceros

Que parpadean las noches claras

En la arcana bóveda del firmamento.

Tierra amada, dilatados  paisajes,

Ocasos con candilazos ígneos por poniente

Y gresca de pajarillos en los álamos del río

Vosotros hicisteis que yo gozara niñez de oro,

Que una aciaga guerra cortó de cuajo

Y me hizo de golpe un hombre con cinco años.

Con el llanto al ver a los seres muertos en los balates

Se me nubló el color del cielo misterioso.

Pero un día de aquellos conocí al poeta de poetas

Y el niño de ojos aspaventados

de ver tan letales odios entre antes amigos,

e incluso entre padres y hermanos,

sintió en su alma el dulce lenitivo de la amistad sincera,

de aquel amigo, juglar universal, bueno y sabio.