En febrero pasado se han cumplido 75 años del regreso (3/4 de siglo) de la Virgen de Los Remedios tras su épico peregrinar por lejanas tierras de ultramar en los brazos del Juglar, José González Marín, que providencialmente se la llevó para salvarla a Ella de ser quemada y, a Cártama le restituyó una grandiosa tradición mariana de cinco siglos.
Hace dos años rememoré aquella gesta mariana en un artículo publicado en el Periódico, El Aguijón de papel, que inserto arriba, en el que queda plasmada la talla humana de tan excepcional personaje, cuya memoria es tan ultrajada por algunos cartameños microencefálicos, echándole tierra y oprobio encima a nuestro pueblo.
Es tan grandioso este hito a escala no solo local, que merece una más amplia reseña que prometo, D.M.
Es una paradoja lo que de él se dice en el aspecto político, y lo que le decían los falangistas de entonces por haber liberado de ir a campos de concentración a varias decenas de cartameños.
¿Tienen más noble laya que aquel hombre bueno quienes hoy lo despellejan por envidia patológica, que pretenden quen lña historia empiece en ellos y acabe también en ellos?
