miércoles, 29 de octubre de 2014

AMOR DE GONZÁLEZ MARÍN A LA COMARCA (125 aniversario nacmtº)


                                
 Caricatura por José Machado, hermano de Manuel y Antonio


            Nació en Cártama, pero se sintió también hijo de casi todos los pueblos de la comarca guadalhorceña, y con su benéfica disposición  lo demostró a lo largo de su vida.

            En virtud de ello, en 1.935, con motivo de haberle sido concedida la Gran Cruz de Isabel la Católica a petición de poetas, dramaturgos, escritores y políticos, etc, Málaga, Coín, Alhaurín el Grande, Ronda, Álora, y otros de toda la geografía española  lo nombraron hijo adoptivo (Cártama hijo predilecto, con un gobierno socialista), dedicándole una calle y  la promesa de hacer en la villa un Teatro en su honor que llevaría su nombre), y en otros le nombraron presidente honorífico de Hermandades, Fundaciones, etc, caso de Alhaurín de la Torre en donde aparece como Presidente de Honor de la Hermandad de los Moraos y, lo mismo los moraos de Alhaurín el Grande y la Hermandad de la Virgen de la Fuensanta de Coín. En su magnífico libro, “Crónicas coineñas…”, el escritor y erudito local, José Manuel García  Agüera, hace constante referencia sobre el amor de nuestro insigne paisano  a Coín, que invoco como  ejemplo por todos los demás.

La Gran Cruz de Isabel la católica le fue concedida en 1.935 por el Ministro socialista de la República, don Fernando de los Ríos, a petición de García Lorca, Alberti y otros muchos poetas, escritores y gente de las bambalinas.

Fue el personaje de las tablas y la poesía declamada en la escena como virtuoso de un arte noble y nuevo, que más prensa consumió a todo lo largo de la primera mitad del siglo XX. Las hemerotecas dan fe de ello como de su arte, y la opinión y juicio de los críticos, periodistas, poetas y escritores de su época de dos continentes.

 Nuestro egregio artista tuvo amistad con poetas de izquierda y de derecha (estaba por encima de las lizas políticas), y llevó su poesía al pueblo llano escenificándola de forma asequible a la compresión de todos los estamentos sociales.

Tras la guerra se atrevió a lo que nadie osaba: Seguir recitando los poemas de Alberti, García Lorca  (con los que le unía una fraterna amistad plagada de anécdotas que no son de este momento), y de los más recientes como Rafael de León, Ochaita, Sandro Valerio, Manuel Benítez Carrasco que, dijo de él:

Y eché al mundo mi verso…y era un niño pequeño,
Desnudo y casi muerto de soledad y frío;
Tú le diste tu mano, tu calor y tu brío,
Y mi niño sin risa se me tornó risueño

Tú le diste tus pájaros y tus albas sonoras,
Y cantó mi pequeño con tu voz elegida…

… tú, campeador único de poesía,
Colgándole tu espada, lo armaste caballero.

Y nuestro poeta-periodista, Manuel Alcántara, nada sospechoso de sectarismo, en el prólogo del libro, “El Faraón de los decires” (Dueñas, Jiménez y F. Baquero, (Diput. de Málaga), dice: “Este libro es la historia  de un hombre en el que la carne se hizo verbo. También es una lucha contra el olvido…los autores nos cuentan puntualmente los avatares  del egregio  hijo de Cártama, pero han profundizado también en la persona, que además de un gran artista fue un hombre bueno. Si en el cielo, según rumores no confirmados, tienen un sitio quienes pasaron por el mundo haciendo el bien, allí estará el hombre que se pasó la vida divulgando la poesía a los cuatro vientos, en dos continentes, para que los versos quedasen en la memoria del aire.

Fui uno de sus beneficiarios. A él le debo mis primeros escalofríos ante el indescifrable hecho poético…González Marín fue un genio de la comunicación…era (el guadalhorzano) no solo un actor, sino un actor y toda la compañía.”

Y el columnista-poeta, José García Pérez: “Con hombres como González Marín la poesía alcanza la finalidad para la que fue concebida, o sea, ser transmitida, su razón de ser”

DE IBEROAMÉRICA: El Gran  poeta cubano Emilio Ballagas, cantor de la negritud, en “El Pais” de la Habana: “González Marín, creador, es  la flauta viva a cuyo través pasa, y canta el aliento eterno del arte, en perenne nacencia.

Mario  Lescano Avella en el “Diario de la marina” de la Habana: “Casi tres horas de recitación Entusiasmo en el público como jamás advertimos en fiestas parecidas. La Habana ayer tuvo el honor de escuchar al más insigne de los recitadores de nuestra lengua”

Nada menos que el enorme poeta y erudito, Juan Rana: “¡Salve, admirable artista, creador de un arte inimitable y único! ¡Salve artista genial…!¡Que España entera te arrulle con sus cantos rimados, para que tú puedas ir por el mundo, alfombrando con ellos la senda gloriosa del idioma de Cervantes! Insertado en “El
Liberal” de México.

Y, Evaristo Rivera Chebremont en “El Universal” de  México: “¡¡¡Siga González Marín diciendo y cantando el verso español, que adonde  quiera que vaya, irá con él la bendición la bendición de los que tienen vergüenza!!!  Palabras del insigne Evaristo R. Chebremont, puertorriqueño…

            Y este hombre de excepción, era guadalhorzano…

Los  hermanos Álvarez Quintero, le atribuyen un talante talante humano y social.  Dicen así los Álvarez Quintero: “El arte de González Marín, tiene sus raíces más hondas y su más comprensible excelencia en el sentimiento de lo popular; de ahí su vigor y su atractivo indiscutible. González Marín,, recitando, es una exaltación del pueblo. Este, por medio de él, habla y canta como enardecido, a veces con acentos de unción religiosa, y presta a la palabra  el calor y la pasión de un corazón amando…Dice, y evoca, y representa, y hace vivir ante quien le oye sitios, imágenes, cantare  y palpitaciones del espíritu, en un conjunto armonioso. En todo arte, lo selecto popular es una aristocracia.”




González Marín (primero por la izquierda, con un grupo de compañeros de la escena en un acto de homenaje a la actriz que aparece sentada. En la fila de atrás, de izquierda a derecha los dramaturgos Serafín y Joaquín Älvarez Quintero



1.- Los Hermanos Álvarez Quintero envían al joven actor, José González Marín, de la Compañía del “monstruo” de las candilejas que fue Doña María Guerrero, una copia de su puño y letra designándole el personaje que según su criterio debía personificar el primer actor cartameño.

2.2.- Diálogos de la obra a que nos referimos de los Hermanos Álvarez Quintero, Malvaloca, que fue estrenada en España (y después en America) en 1.921 por la compañía María Guerrero  de la que ya era primer actor nuestro paaisano comarcano.

                                                               

G. Marín y su ayudante escénico con la Virgen en Cuba, al ser precesiona allí el 23 de abril 1.937

La Virgen de los Remedios recibiendo la devoción del Príncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón y Dampier, en el Convento de Santa Rosa de Lima en Caracas en donde estuvo depositada y expuesta a la devoción popular. Era la despedida para Centro América.