sábado, 22 de agosto de 2020




               
                Escuetamente definida, España es hoy un páramo cultura, convertido en pastadero de un hato de pedantes que desprecian la lectura.

                En España, y por ende en muchos de sus pueblos incluida Cártama, se lleva a cabo hoy una despiadada campaña para borrar nuestra grandiosa Historia, difamar a nuestros personajes preclaros, eliminar nuestros valores patrios y cívicos, en incluso personales,  y, la novedosa manera de  implantar una dictadura partitocrática adoctrinando a nuestros hijos. Y una gran parte de los padres tan contentos porque así quedan descargados del sagrado  trabajo y deber de ser padres. Es alucinante.

https://1.bp.blogspot.com/-1SdrpN1id_U/XwVTP7mx72I/AAAAAAAAKvQ/OcSWddNVltopAlkA_pI9Prb7OstKxm_JACLcBGAsYHQ/s400/CRUZA%2BEL%2BCHARCO.jpg                La sociedad civil actual con su cobarde nihilismo y pereza volitiva, facilitamos a la sobredimensionada  plaga de  políticos que padecemos, y pagamos al precio que ellos se asignan con caradura sin igual, los desmanes antes referidos sin que los intereses de  una nación con cuarenta y siete millones de habitantes les importe un huevo. Para eso se han inventado una ley del embudo electoral que les confiere patentes de corso casi indefinidamente. Y no se atreva nadie a criticarles  cargado de razones: Esta apatía del pueblo no hay razón que alcance a razonarla. Sencillamente es irracional o, más bien, es una alienación patológica de lesa patria. 

Un ejemplo cercano por decenas y decenas, lo que los ediles del consistorio cartameño han hecho con la memoria del más egregio y bondadoso cartameño de todos los tiempos, José González  Marín, al que han vituperado en la memoria y azotada con agravios comparativos vejatorios  que, en su tozudez egotista están a punto de repetir con motivo del llamado Museo de Cártama, que no es sino un vil remedio de Museo que ha costado un huevo y el otro también.
 Y que nadie pida cuentas que, de eso, “ellos se lo guisan y se lo comen” remedando el refrán.

                Meditando esta mañana en tan anómala gobernanza,  he hecho mío el bello poema de Fray Luís de León que reza:
Aquel será dichoso
Y de buena ventura, que en su ayuda
Pone a Dios poderoso,
Que en solo Dios se escuda,
Y nunca su fiducia de Dios muda.

Pero a estos les espera la Historia de su pueblo, esa historia no escrita por indigentes políticos, la que Cervantes definiógenialmente de esta sabia guisa:

"...madre de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, maestra de la vida, ANUNCIADORA DE LO PORVENIR" 

Ahí nos verá nuestro pueblo un día.