¡AY,
ESPAÑA!
Deja
derretir en tus montes
la
nieve que aterida al gobierno
y
yo por las aguas del río
me
zambulliré en la Historia
que
fluye en su corriente
y
no capta, la ignorante turba.
Mi
pájaro pinto con su canto
me
evade de lo “políticamente correcto”;
¡Arreglados
van quienes lo siguen!.
Si
Quevedo renaciera y viera
el
“pageado” que traen los de marras,
volvería
a escribir valiente:
“Miré los muros de la patria mía,
si
un día inhiestos y pujantes de sol,
ahora
tristes y derruidos de pena”…
España
ahora es una corrala
de
políticos vuelca piletas
y
roba mazorcas en las parcelas
de
los que laboran abnegados
como honrados Españoles.